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Era año nuevo, justamente la primera semana de enero y ya tenias una misión. Varias personas habían desaparecido en una aldea entré las montañas, rápidamente se sospecharon de demonios así que fuiste enviada para investigar y darle fin a esas desapariciones.
Tu cuervo, Isu, te iba guiando. Sabias que la aldea quedaba cerca de las montañas, un blanco fácil para los demonios hambrientos.
El sol se ocultó y ya habías llegado al lugar indicado, desesvainaste tu espada estando preparada para cualquier ataque. Estuviste caminando por el lugar, buscando algún demonio y peligro. Buscaste por un rato pero te aburriste rápido, así que, esparciste sangré para rastrear al demonio. Y fue efectivo, de inmediato lo localizaste en una minka.
Corriste hacia ahí preparada para pelear, cuando estuviste frente la puerta la pateaste partiendo esta en pedazos. Era una minka de bajo estatus así que era muy pequeña. Viste a un demonio justamente en el primer salón alimentándose de unas personas, el te vio con molestia y te apunto con un dedo.
"¿Qué haces aquí?."- Preguntó con molestia, luego se puso de pié limpiando la sangré de sus labios.- "De todas formas no me quejó, te devorare a ti y a esa mocosa."
El apuntó hacia un armario, dándote cuenta que ahí había una niña con vida. Suspiraste y volviste la vista hacia el demonio, este también te vio notando tu uniforme y espada.
"¿Una cazadora? Jajaja, con más razón debo matarte."- Dijo preparándose para atacar.
"(薔薇の息吹、第四形態：愛の花。 Bara no ibuki, dai yon keitai: Ai no hana) Respiración de la rosa, cuarta forma: Flor del amor."- En un movimiento calculado, frío y seco lo mataste. Guardaste tu espada de nuevo en su funda, volteaste a ver a las personas fallecidas con lastima, "Si tan solo hubiera llegado antes..." Pensaste sintiendo ganas de llorar, pero luego recordaste a la niña en el armario.
Abriste la puerta, a simple vista habia solamente tres futones guardados y varias cestas, cualquiera pensaría que no hay nadie, pero tu sabias que la niña estaba escondida en una cesta. Suspiraste sentándote en el suelo, pensando en como hablar con ella sin asustarla más. De la nada ella salio y se lanzó encima de ti llorando.
"¡¿Fuiste tú?! ¡¿Fuiste quien dijo mi onii-chan que vendría ayudarme?!."- Se notaba que estaba en un estado de pánico, claro, viste morir a toda tú familia y tu serias la siguiente, es obvio que llorarías.
"Si... Supongo."- Le regresaste el abrazo un poco incómoda, no acostumbrabas a darle abrazos a desconocidos, pensaste que ella lo necesita así que lo permitiste.
"¡Muchas gracias!..."- Ella hablo un poco fuerte por su llanto, bajaste los ojos viendo al suelo. "No me pidas gracias... Yo fallé, fallé en salvar tu familia..." Pensaste algo triste.
"Pero... Yo..."- La niña te volvió a interrumpir.
"Igualmente... Me salvaste."- Dijo en un pequeño susurro triste, ella apretó más el abrazo.
(...)
Estabas a un lado suyo rezando para que las almas de su familia estén en paz, veías con atención a la menor puesto que era muy extraña. Lloraba exageramente mucho, como si fuera algo natural en ella, entendías que su familia fue asesinada frente a ella pero su llanto ya era demasiado.
Ella se calmo un poco, limpió sus lagrimas con la mangas de su yukata. Veía donde su familia había sido enterrada con tristeza, se lamentaba profundamente en su interior por lo que pasó, aunque también habían mucho más pensamientos.
"¿Puedo ser su aprendiz?."- Dijo de repente, la viste frunciendo el ceño, no pensabas hacer eso.
"No."- Negaste sin más, la pequeña al parecer no aceptaba ese no e insistió más.
"Por favor, yo también quiero ayudar ¡Juro ser de utilidad!"- Decía con determinación, como si de verdad estaba dispuesta.
"Puedes... Ayudarme en algo."- Dijiste, la pondrías como criada de la mansión ya que todavía no tenían servicio de limpieza y comida.
"¡¿Oh, si?! ¿En que?"- Dijo con emoción, por poder ayudarte.
"Serás la que se encargará de mi mansión."- Ella que hace un momento estaba sonriendo se le borro la sonrisa, te vio con decepción y algo indignada, no quería ser eso, quería ser como tú.
"¿Solo eso?..."- Ella bajo la cabeza, siguió pensando, mejor limpiar que quedarse sola.- "Yo acepto su trabajo."
Sonreíste bajo tu máscara, la viste con detenimiento notando físico saludable, delicada y muy inocente, lejos de la realidad tan cruel, era obvio que no permitirías que ella entre en esa vida tan fea y fría.
"Ya es hora de irnos."- Ella asintió, poniéndose de pié al igual que tú.
No sabrías que aceptar a ella, sería una de las mejores decisiones de tu vida.
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Perdón por tardar tanto y por el corto cap, estoy muy ocupada con el colegio. 😭
Hoy es 23 de septiembre, mi cumpleaños! 🥳 Perdonen por la espera, pero esta semana estaré muy ocupada por mi fiesta y liceo.
