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Una semana después por fin pudiste tener descanso, esa semana estuvo llena de misiones que no te dejaban llegar a tu mansión.
Caminabas tranquilamente, ibas a la mansión Ubuyashiki a dar tu informe. Cuando llegaste al jardín viste a dos hombres, uno era muy alto y el otro tenía el cabello muy llamativo.
Seguiste de largo pasando por un lado de ellos, esos dos chicos te vieron curiosos y te siguieron disimuladamente.
Viste a Kagaya sentado en un tatami con una mujer muy hermosa, pero con una mirada intimidante.
"Mi señor, la misión fue todo un éxito."- El pequeño te vio con una sonrisa sastifecha.- "Todas fueron sencillas, y no hubo ningún herido."
Los dos hombres se pusieron atrás de ti y se arrodillaron, tu ni siquiera lo notaste porque no estabas para nada alerta.
"Eso es muy bueno, no por algo eres una de mis hashiras."- Dijo el pequeño, los dos hombres que estaban ahí escuchando quedaron boquiabiertos en ningún momento se enteraron qué había otra hashira.- "Puedes ir a descansar, te lo mereces."
Asentiste, te diste media vuelta otra irte. Cuando hiciste eso lo primero que viste fueron unos ojos color rojo y en los bordes amarillo, no sabes porque pero su mirada te intimido y no esperabas verlo tras de ti. Y te asustaste.
"¡Agh!."- Le diste un manotazo en la cara, pero no tan fuerte, solamente lo hiciste por reflejo.- "¡Me asustas!."- Pero el no se defendió, dejo que le golpearas.
"¡Lo siento mucho señorita!."- Alejaste tu mano cuando el habló, su mirada para ti era un tanto intimidante.
Kagaya río suavemente.- "Ellos dos son mis otros hashiras."- Viste a Kagaya y después a los dos chicos.
"¡Yo soy Kyojuro Rengoku el hashira de la llama!."- Dijo el peli-rubio con puntas rojas, y el otro lleno de joyas llevó una mano a su barbilla.
"Mi nombre es Tengen Uzui, madan."- Asentiste levemente, esos dos tenían algo curioso que contar.- "No nos has dicho tú nombre."
"Perdón por mi modales, mi nombre es Sayuri Ubuyashiki."- Cuando los dos escucharon tu apellido voltearon a ver a Kagaya y luego a ti, los dos entrecerraron los ojos al parecer hablaban por sus mentes.
"Claro claro, un clásico."- Dijo el peli-blanco con sarcasmo y una sonrisa.
"¡¿Cuál es su puesto de hashira?!."- Volteaste a ver a Kyojuro, "Es muy linda" pensó el viéndote.
"Hashira de la rosa."- Los dos asintieron, "¿Por qué ese tipo es tan alto?" Pensabas viendo a Tengen.
"Yo soy el hashira del sonido, extravagante y guapo."- Dijo el con orgullo, "Está pendejo" Pensaste de inmediato.
"¡Señorita, su respiración nunca la había escuchado!."- El cruzó sus brazos. - "¡Cuénteme sobre su respiración, por favor!."
"Bueno... Yo la cree para usarla, va derivada a de las plantas así que es una respiración demasiado débil."- Hubo un momento de silencio, Tengen fue quien lo rompió.
