El hogar no es una casa (pero si lo fuera, sería tuya)

|~capitulo 6~|

Resumen:
Advertencias: Algo de violencia, amenazas.
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A primera vista, a cualquier extraño le parecería que Tommy estaba más cerca de Wilbur y Phil que de Technoblade. Pero esto sería incorrecto.

Aunque no eran tan tiernos como Wilbur y Phil, fue Techno quien le enseñó a Tommy a defenderse hace unos años después de su encuentro con un grupo de matones. (Nunca fue necesario. Los matones nunca volvieron a molestarlo y Tommy sospechó que tenía algo que ver con los moretones con los que habían llegado a la escuela en los días siguientes y la decoloración a juego en los nudillos de Techno.) Fue Techno quien personificó protección para Tommy de una manera que nunca antes había sentido. Technoblade siempre pareció tan sólido, de una manera que Tommy deseaba ser él mismo.

Pero Tommy sabía que estaba lejos de serlo, especialmente en su estado actual.

Tommy, sudoroso por la fiebre, tenía ganas de ducharse. Pero no podía mantenerse en pie el tiempo suficiente para subir las escaleras, así que se conformó con tratar de separar su cabello fibroso y dejarlo algo más presentable.

"Aquí", dijo Technoblade en voz baja. Estaba leyendo junto a Tommy en el sofá, pero dejó el libro y puso sus manos sobre los hombros de Tommy. Tommy se mostró dócil mientras Techno lo maniobraba, hasta que estuvo sentado de espaldas al chico mayor. Sus manos encontraron su cabello y Tommy dejó que sus ojos se cerraran mientras Techno comenzaba a torcer sus desaliñados mechones en pequeñas trenzas que abrazaban la curva de su cabeza.

No pasó mucho tiempo, pero cuando Techno terminó, Tommy apenas podía abrir los ojos. Se desplomó y Techno lo dejó, empujándolo hacia abajo para apoyar su cabeza recién trenzada en el regazo del chico mayor. Tommy se quedó dormido así, con Techno jugando distraídamente con un rizo suelto mientras leía sobre la cabeza de Tommy.

***

La fiebre de Tommy desapareció al tercer día y por la tarde tenía ganas de salir de allí. No es que no le gustara la casa Craft. Era sólo que todos los mimos y cuidados no eran algo a lo que pudiera permitirse el lujo de acostumbrarse.

Era obvio que se mostraban reacios a dejarlo regresar a casa. Pero Phil les dejó claro a todos que ésta era la elección de Tommy. Entonces, a pesar de la sensación amarga en su estómago, allí estaba Tommy, sentado junto a él mientras Phil conducía por la ruta familiar a casa.

"Ey." La mano de Phil sobre su hombro lo detuvo antes de que pudiera escapar.

Miró hacia atrás.

La expresión de Phil era suave, pero había una preocupación subyacente que Tommy no podía soportar. “Hemos disfrutado tenerte cerca. Nos gustaría tenerte más, si es posible."

Oh. Eso no era lo que Tommy esperaba.

"Está bien", dijo porque no sabía qué más podía decir. Ciertamente no es lo que él quería: por favor tómame, por favor deséame, por favor ámame.

No. Se sacudió eso y se deslizó fuera del auto. No podía hacer eso, no podía pedir más de lo que ya le estaban dando.

Observé desde la ventana mientras Phil se alejaba.

***
La semana siguiente fue incómoda. Tommy pasaba su tiempo habitual en la casa Craft, cenando y haciendo los deberes allí. Pero a diferencia de antes, insistió en volver a casa todas las noches. Había gastado suficiente de su amabilidad para toda la vida, y aunque Wilbur y Phil (e incluso Techno a su manera) habían tratado de asegurarle que era interminable, Tommy siempre había tenido una habilidad especial para encontrar el fin de la paciencia de las personas. Él no quería llegar a los de ellos.

Tommy no pudo evitar gritar cuando su padre lo derribó al suelo. Su cabeza se estrelló contra el borde del mostrador y las tijeras se le escaparon de las manos.

Durante un largo rato, Tommy no pudo moverse, no pudo respirar, no pudo pensar. Había manos alrededor de su garganta, gruesas, callosas y muy familiares. Ni siquiera intentó luchar contra ello.

Luego su casa se inundó de cadáveres. El peso que tenía encima fue arrancado y Tommy pudo respirar. Lo hizo, entrecortadamente, con un sonido horrible y ahogado.

Le dolía la cabeza y las sirenas empeoraban su situación. Podía sentir unas manos nuevas sobre él, suaves pero firmes. Se quedó a la deriva.

Cuando volvió a abrir los ojos, estaba sentado en la parte trasera de una ambulancia abierta y alguien le tocaba la cabeza. Phil también estaba allí, hablando con una mujer que se había presentado como una trabajadora social que representaba a los Servicios de Protección Infantil.

La expresión de Phil era seria de una manera que a Tommy no le gustaba: extrañaba al suave Phil, el Phil que le tomó la temperatura y pasó sus dedos suavemente por el cabello de Tommy a pesar de que estaba sucio.

"No es inusual", dijo la trabajadora social. Lila... su nombre era Lila. “Para que los adolescentes simplemente… se muden con un amigo. No será oficial y no recibirás compensación, a menos que quieras registrarte como padre adoptivo, pero Thomas puede quedarse contigo si así lo desea.

"No necesito compensación", dijo Phil con firmeza. “Tommy es mío. Siempre lo ha sido”.

Tommy no pudo entender el resto de la conversación. Lo único que sabía era que Wilbur estaba sentado a su lado en la ambulancia, algo sólido en lo que Tommy podía apoyarse. Las manos de Tommy estaban débiles, pero de todos modos hizo todo lo posible para arañar la chaqueta de Wilbur. Se aferró al chico mayor con la esperanza de nunca perder este ancla. Afortunadamente, Wilbur parecía igualmente decidido a aferrarse a él.

Finalmente, Phil se acercó a él y Tommy tuvo que hacer todo lo posible para no estremecerse cuando el hombre se acercó para acariciarle la mejilla.

“Te quedarás con nosotros”. La voz de Phil no dejó lugar a discusión.

"Está bien", dijo Tommy, y odió lo sorprendido que parecía Phil ante su cumplimiento. Por eso nadie lo quería, le recordó su cerebro. Cerró los ojos y hundió la cara en el hombro de Wilbur.

Alguien se acercó sigilosamente a su lado, sólido y silencioso. Tecnoblade. Tommy lo alcanzó a ciegas, con el rostro todavía escondido en el hombro de Wilbur. Techno tomó su mano y la sostuvo firmemente entre sus propias manos.

"Te tenemos, chico". La voz de Techno era baja y firme; Tommy tenía tantas ganas de creer en ello.

Pero Tommy no pudo evitarlo. Dudó.