El hogar no es una casa (pero si lo fuera, sería tuya)

|~capitulo 8~|

Notes:
¡Este es el final! Si me inspiro, puede que haga de esta una serie con algunos one-shots posteriores, pero hasta ahora no tengo nada concreto planeado.
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(See the end of the chapter for more notes.)
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La curación lleva tiempo.

Ese era un mantra que Tommy había comenzado a escuchar a diario, cada vez que entraba en pánico por la cosa más pequeña, buscaba pelea solo por lo familiar que era o se encerraba en su habitación hasta que su corazón aliviaba los latidos acelerados.

"Sabes, tener un terapeuta como padre no ayudó con lo molesto que eres", gruñó Tommy, después de escuchar a Wilbur recordarle por trigésima vez que curar lleva tiempo.

“Ahora también tienes un terapeuta como padre”, señaló Wilbur.

"Cállate", dijo Tommy, porque no tenía la menor idea de cómo empezar a entender ese concepto.

Pero fiel a la palabra de Phil (y de Wilbur), a medida que pasó el tiempo, algunas cosas se volvieron un poco más fáciles.

Todavía tenía sus crisis nerviosas, pero se habían reducido un poco al agregar una manta con peso a su habitación. Tommy no era de los que admitía que necesitaba cosas, pero no podía negar que recostarse bajo la manta de cinco kilos todos los días era una de las actividades más importantes de su agenda diaria.

Había una canasta en la despensa llena de bocadillos solo para Tommy. Eso era algo nuevo que se implementó después de que Wilbur notó que Tommy nunca comía alimentos que no le fueran dados directamente. Era extraño, pensó Tommy, tener una canasta designada solo para él; aún más extraño, Phil lo llevaba al supermercado todas las semanas para elegir bocadillos para ella.

Tenía una cerradura en la puerta de su dormitorio... su dormitorio. No la habitación de invitados.

Y había empezado a hablar con alguien. Puffy era genial. Era colega de Phil, pero lo más importante era que era una capitana retirada de la Marina. La terapia no fue fácil al principio (Tommy no era exactamente conocido por ser abierto), pero había construido una relación con Puffy que hizo que fuera mucho más fácil hablar sobre algunas de las cosas que lo atormentaban. (Sólo algunas. No todas. Algunas cosas, preferiría olvidarlas).

Entonces sí. Algunas cosas se volvieron más fáciles. Pero, si era honesto, algunas cosas también empeoraron.

Tenía pesadillas constantemente y se despertaba casi todas las noches jadeando entre manos fantasmas alrededor de su garganta. Intentó estar en silencio, colocando una toalla en la rendija de la puerta todas las noches para amortiguar cualquier sonido que hiciera, pero aún así, cuando la pesadilla era particularmente mala, alguien llamaba a su puerta mientras jadeaba y trataba de recuperar el aliento. .

Nunca los dejó entrar, siempre insistió en que estaba bien mientras su cuerpo hacía todo lo posible para estrangularlo de adentro hacia afuera. Nunca lo presionaron, especialmente Phil, pero Tommy sabía que a veces Wilbur se sentaba en el suelo fuera de la habitación de Tommy y esperaba hasta que los jadeos de Tommy se calmaran. Tommy nunca lo mencionó, ni siquiera cuando tenía que rodear a Wilbur dormido camino al baño por la mañana. Se preguntó cuánto duraría el silencio de Wilbur.

No tuvo que preguntarse por mucho tiempo.

La mañana después de la peor pesadilla que Tommy había tenido desde que se mudó (estaba bastante seguro de haber despertado a toda la casa con sus gritos), Wilbur lo estaba esperando en la cocina, con los nudillos blancos alrededor de una taza de café.

"Lo siento", espetó Wilbur, antes de que Tommy pudiera decir algo.

Tommy lo miró sorprendido. Todavía estaba de pie en la puerta de la cocina, mirando a Wilbur como si fuera una bomba a punto de estallar.