En la mesa hay un gran silencio que hasta es incómodo.—¿y como te lo estás pasando?—inicia mi madre la conversación dirigida a Dylan.
Deja de comer y la mira.
—eh...bien, una casa muy tranquila.—comenta.
Desde anoche no hemos vuelvo hablar, he estado evitándole a toda costa. Ni siquiera puedo mirarle a la cara.
Jaden me explicó el hecho de lo que hizo Dylan, dando a entender que era horrible. Las intenciones con las que lo hizo aún peor. Obligándome a complacerle sin importar mi opinión, y aún peor siento familiar mío. Es terrible y repugnante.
Desde anoche he estado pensando cómo contárselo a mis padres, tengo esa presión en el pecho porque siento que no estoy siendo honesta con ellos. Ellos creen que tienen un sobrino educado, bondadoso y sumiso.
Es todo lo contrario.
—Nos gusta la tranquilidad.—dice mamá.
—ah.—papá parece acordarse de algo.—Tú madre nos dijo que Luke vendría hoy. ¿Sabes a qué hora?
—Creo que a las cinco. Es cuando termina sus ensayos.
—Le prepararé la habitación libre.—asegura Mamá.
¿Quien es Luke? No voy a preguntar porque no tengo ganas para mantener una conversación donde esté presente Dylan.
Desconecto por completo de la conversación.
Jaden me comentó que está noche vendría para ir a un lugar. Tenía que ver con él, así que me pidió que le ayudase a algo pero no especificó a qué. Tengo curiosidad.
Todavía no he asimilado del todo que sea un fantasma. Es tan surrealista que parece salido de un libro. Lo que me hace pensar...¿abra mas gente como él? Es decir, sobrenaturales. He leído un libro donde decía que los fantasmas provienen de cuando muere alguien, pero hay diferentes razas, por así decirlo. Tiene que ver en la forma que mueren. Cuando iba a leer la explicación siguiente, las últimas páginas del último libro que leí estaban arrancadas. Papá tiene una sala en su despacho, que es una biblioteca donde guarda todos sus libros. Quizás ahí haya algún libro que hable del tema.
—Cariño.—escucho la voz de mi madre.
—¿mhm?
—No has tocado tu plato. ¿No te gusta?
Miro mi plato frente a mi. Sinceramente no tengo apetito alguno, se me hace un mundo comer sin tener ganas de hacerlo. Quizás por lo de anoche.
—Si mamá, pero ahora mismo no tengo hambre.—confieso. Siento la mirada de Dylan encima de mi.
—Puedes irte a tu habitación pero cenarás si o si. Tienes que alimentarte bien.—interviene papá.
Le sonrió agradecida. Me guiña un ojo.
Me levanto de la mesa y me voy a mi habitación.
—Han sido los Díez minutos más largos de mi vida.—Suspira Lilith.
—Esto de entrar a mi habitación es una costumbre ya.
—mhm...puede ser.—se encoge de hombros. Mientras se da vueltas con la silla, tal cual como Jaden.—Henry me odia.
Me cruzo de brazos.
—Si, de toda la vida.—la miro con expresión cansada.—Sino me das datos no sé de quién me hablas.
—El chico que te hablé. Es un maldito idiota. —suspira.—verás, hoy fui a por un café en la cafetería de siempre y me lo encontré. Estaba con una chica y pues él notó que le hablé cortante. ¿Qué iba a hacer? Estas con otra chica, la cual me cae fatal. —niega con la cabeza, volviendo al tema.—El punto es que me escribió cuando me fui de la cafetería y me dijo que estaba borde, y no le respondí y me bloqueó.
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En otra vida
Mystery / ThrillerCaroline, una chica que nunca salió al mundo exterior. Cuando puso un pie fuera y conoció el mundo, su vida cambió por completo.