Yang Jeongin, alías, cupido. Es un aprendiz harto de que la única pareja que está destinada desde hace años, por el amor tan fuerte, puro y sincero que se tuvieron, ¡No estén juntos! Es más, ¡Bang Chan odia a su destinado! No lo entiende, así que en...
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Cuando dejó su maleta en la habitación donde dormiría, suspiró, estaba dejándose llevar por la amabilidad de Felix. Estaba avanzando en su plan, tomó su libreta y tachó lo que llevaba.
[ ✔ ] Llevarme bien con Felix.
[ ✔ ] Conocer los sentimientos de Bang Chan.
[ ✔ ] Tener la confianza de Felix.
[ - ] Llevarme bien con Chan.
[ - ] Tener la confianza de Chan (dudoso).
[ - ] Ayudar a Felix para que conquiste a Chan.
[ - ] Que Chan admita sus sentimientos.
[ - ] ¡Final feliz!
Admite que es un plan infantil, pero algo es algo. Suspirando dejó su libreta y bajó hasta la cocina, Felix dijo que prepararía la cena en lo que llega su hermano, se sentó en el comedor y esperó.
— Felix, ¿Tú estás enamorado?
Felix dejó caer el cucharón con el que mezclaba la sopa. Sonrojado vió a Jeongin, quien lo miraba curioso.
¿Tanto se me nota?
— Después del incidente en la cafetería, no dejaste de hablar de Chan. Que te frustraba tanto su actitud posesiva y demasiado exagerada cuando se trataba de ti, a pesar de que intentas sonar enojado, tus ojos brillan, Felix. Estabas feliz de que Chan se preocupara por ti, que estuviera celoso de que me pidieras atención, estabas feliz de tener su interés. Eso es lindo.
Felix tenía los ojos brillosos, era la primera persona que le decía que estaba bien amar a Chan. La primera persona que le hizo saber que estaba bien amar, la primera persona que lo hizo sentirse bien. Todos le decían que estaba loco por enamorarse de Chan, que merecía algo mejor, lo hacían sentir mal, obligándole casi a esconder un sentimiento tan hermoso como era el amor. Obligándole a que sintiera algo que él no quiere, pero con Jeongin por primera vez, alguien lo apoyó.
Cuando iba a hablar, la puerta se abrió, junto con una voz que hizo mover la tierra a Jeongin.
— ¡Lixie, ya llegué!
— ¡Oh, Jeongin, déjame presentártelo! — se limpió las lágrimas, sonriente.
Cuando volteó, se sintió desfallecer. Jamás había conocido a un hombre tan hermoso y encantador. Era alto, un metro setenta y dos, desde su lugar podía reconocer ese olor a bebé; jabón y lavanda, aquellos ojos profundos color miel movieron su corazón, esa piel canela... Dios, que hermoso, sus labios carnosos y joder, esos hoyuelos que aparecieron cuando sonrió. Creyó que lloraría, era el hombre más bello que vio, era quizás, la definición de perfecto.
— Un gusto, soy Seo Changbin. Hermano de Felix.
Seo Changbin, que puto nombre más hermoso. Se sentía flechado, su rostro estaba sonrojado, sus manos temblaban junto a sus labios y su mirada bajó avergonzado. ¿Qué le estaba pasando? ¿Qué le estaba haciendo Seo Changbin?
Felix veía todo encantado, ¡Se hallaba viendo frente a él cómo alguien estaba enamorándose de su hermano! ¿Será que por fin llegó alguien que Changbin merece?
— Yang Jeongin, un... Un gusto.
Su voz salió ligera, pero se podía escuchar. Aquello fue tierno para Changbin.
— Un gusto, Yang Jeongin, espero nos llevemos bien.
Oh joder, claro que quería.
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