En un mundo donde las jerarquías sociales están marcadas por la biología, Tae, un exitoso empresario alfa, desprecia a los omegas con una intensidad que raya en la obsesión. Para satisfacer sus instintos más básicos, ha recurrido a relaciones con be...
Tae, seducido por la calidez y la suavidad de los labios de Kook, se apartó momentáneamente para deslizar sus labios por el cuello de Kook, dejando un rastro de besos suaves y ardientes a su paso. Mientras lo hacía, dejó escapar un susurro apenas audible.— ¿Por qué eres tan adictivo?
La pregunta flotó en el aire, cargada de deseo y pasión. Tae se encontraba fascinado por la sensación embriagadora que experimentaba cada vez que estaba cerca de Kook, como si sus labios tuvieran el poder de despertar un fuego ardiente dentro de él. Cada beso, cada roce, parecía alimentar esa llama, haciendo que el deseo creciera con cada instante que pasaban juntos.
Kook, sintiendo el aliento cálido de Tae en su cuello, se estremeció ligeramente ante sus palabras, mientras una sonrisa juguetona se curvaba en sus labios. Con una voz suave y tentadora, respondió.— Tal vez porque nos complementamos tan perfectamente, amor.
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Capítulo 9
Han transcurrido tres meses desde que Tae y Kook fortalecieron su vínculo, sumergiéndose cada vez más en la confianza mutua y la cercanía. Durante este tiempo, han compartido risas, secretos y momentos que han profundizado su conexión de una manera que ninguno de los dos podría haber anticipado.
Una noche, en la calidez reconfortante del hogar de Tae, los dos amigos se encuentran en un momento íntimo en el dormitorio. Kook y Tae están atrapados en un beso apasionado, que parece absorber toda la habitación con su intensidad. Las manos de Tae acarician con ternura la cintura de Kook, mientras que las manos de este último exploran el pecho de Tae, sintiendo el latido de su corazón bajo la palma de su mano.
El beso es una mezcla de deseo y afecto, una expresión de los sentimientos profundos que han estado creciendo entre ellos sin que ninguno lo haya reconocido completamente. Se entregan al momento, dejando que la pasión los guíe mientras caen sobre la cama de Tae, con Kook recostado sobre sus rodillas y Tae inclinándose sobre él con devoción.
Cada contacto es una chispa que enciende un fuego dentro de ellos, una confirmación silenciosa de lo que ambos han estado sintiendo en el fondo de sus corazones. En ese instante, el mundo exterior desaparece, dejando solo la calidez y la intimidad compartida entre ellos.
El peso de la confusión y la incertidumbre se desvanece en la pasión del momento, reemplazado por una sensación de plenitud y conexión. Es como si estuvieran descubriendo un nuevo capítulo en su relación, uno que va más allá de la amistad y se adentra en territorio desconocido pero emocionante.
En el silencio de la noche, con solo el suave murmullo de sus respiraciones y el latido sincronizado de sus corazones, Tae y Kook se encuentran perdidos en el calor el uno del otro, sin saber hacia dónde les llevará esta nueva etapa de su relación. Pero por ahora, eso no importa. Lo único que importa es el amor y la pasión que comparten en este momento presente, uniendo sus corazones en una danza eterna de emociones entrelazadas.
