En un mundo donde las jerarquías sociales están marcadas por la biología, Tae, un exitoso empresario alfa, desprecia a los omegas con una intensidad que raya en la obsesión. Para satisfacer sus instintos más básicos, ha recurrido a relaciones con be...
Sin embargo, en medio de sus sentimientos crecientes, también surgían las dudas y los miedos. Kook se preguntaba si estaba preparado para enfrentar las consecuencias de aceptar sus sentimientos por Tae. Temía el rechazo y el juicio de los demás, así como la posibilidad de perder la amistad que tanto valoraba con Tae.
Además, Kook se sentía subestimado por sí mismo, cuestionando constantemente si merecía la atención y el afecto de alguien como Tae. Se preguntaba si era lo suficientemente bueno, lo suficientemente valioso para merecer estar con alguien como él. A menudo se encontraba luchando contra la voz de la autocrítica en su mente, que le recordaba sus defectos y debilidades.
A pesar de sus miedos y dudas, Kook sabía que no podía ignorar sus sentimientos por Tae por mucho más tiempo. La conexión que compartían era demasiado poderosa para ignorarla, y Kook se encontraba cada vez más inclinado a explorar lo que realmente significaba para él. Sabía que enfrentar sus emociones sería un desafío, pero también sabía que valía la pena correr el riesgo por la posibilidad de encontrar la verdadera felicidad junto a Tae.
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Capítulo 11
Los amigos de Tae estaban en pleno alboroto, bromeando y riendo entre ellos mientras él intentaba concentrarse en su trabajo. Mina, Daryah, Yoongi, Jorvik y Lorien eran como una especie de terremoto cuando estaban juntos, siempre provocando risas y diversión, pero hoy, su objetivo principal parecía ser molestar a Tae con el tema de Jungkook.
— ¿Así que ahora Tae tiene un omega a su lado? ¿Cuándo nos contarás cuándo te volviste tan romántico, Tae? —bromeó Mina con una sonrisa traviesa, provocando risas entre los demás.
— Oye, no seas tan duro con él, tal vez solo le gusta tener un compañero de almuerzo —intervino Daryah con una risita.
— ¡Ja! Eso no es solo compañerismo, eso es amor —agregó Yoongi con una expresión juguetona.
Tae solo rodó los ojos ante los comentarios de sus amigos, tratando de mantenerse serio mientras continuaba con su trabajo. Sin embargo, por dentro, disfrutaba de la camaradería y la energía positiva que siempre traían consigo. Pero cuando estaban a punto de seguir con las bromas, alguien tocó la puerta de la oficina de Tae, interrumpiendo el alboroto.
— Adelante —dijo Tae, volteando hacia la puerta mientras sus amigos seguían riendo.
La puerta se abrió y Jungkook entró, llevando una bolsa con comida. Su expresión era cálida y amable, y sus ojos brillaban con afecto mientras se dirigía a Tae.
— Hola, Tae. Te traje algo de comida. He notado que últimamente te has estado descuidando mucho con tus comidas y no puedo permitir eso —dijo Jungkook con una sonrisa, acercándose al escritorio de Tae y colocando la bolsa a su lado.
Los amigos de Tae se quedaron en silencio por un momento, observando la escena con sorpresa y curiosidad. Luego, Mina fue la primera en romper el silencio con una sonrisa cómplice.
