THE GROUPIE ➳ HARRY STYLES

II

ROXANNE'S POV:

- ¡Roxy! ¡Roxy maldita sea levántate! -escucho la chillona voz de Maddi. -¡¡Roxanne!! ¡Joder tienes que ver esto! -me sacude y logra botarme de la cama mientras ruedo por el piso.
- ¡¿Qué?! -grito mientras trato de liberarme de las sábanas.
-Mira esto, ¡Oh por Dios! -chilla por segunda vez mientras me enseña su IPhone. La pantalla del teléfono brilla demasiado para mi vista recién levantada así que lo alejo en el primer reflejo.
- ¡Roxy! ¡Mierda, esto es genial! -chilla por tercera vez. Cuando logre despertarme por completo meteré su cabeza en el horno. La perforo con la mirada y ella vuelve a enseñarme la pantalla de su maldito celular con una sonrisa que no le cabe en el rostro. Lo cojo y después de un par de parpadeos logro leer las primeras palabras que se asoman:

"EL QUINTETO DE MODA, ONE DIRECTION, SE HOSPEDA EN EL TRUMP SOHO LA PRÓXIMA SEMANA"

Aclama el titular del New York Times para celular. ¿Qué mierda es esto?
- ¡¿Es enserio?! ¡¿Para esto me has levantado?! -grito señalando el teléfono que está a punto de salir por la ventana y caer en el frío y duro pavimento de las calles de Nueva York.
-¿No estas emocionada? Eso está como a 10 calles. ¡Estarán demasiado cerca!- vocifera Maddi saltando por toda mi habitación. La verdad es que más me emociona mirar el techo de mi cuarto que la sola idea de que esos chicos vengan y tener que soportar las crisis emocionales de Maddison. Me vale una mierda si le gustan o no. No va a obligarme a emocionarme por unos patéticos niños bonitos.
-Sal de mi cuarto- pronuncio en la manera más tranquila que me es posible articular, señalando la puerta, no quiero explotar y terminar gritándole tan fuerte que los vecinos tengan que venir a ver si hay una escena del crimen en el departamento o algo por el estilo.
-Pero Roxy...
-No -corto. Mi sistema nervioso está demasiado abrumado en estos momentos debido a su esporádica manera de levantarme y lo último que quiero es descargar con ella toda la mierda que llevo dentro.
-Deberías estar emocionada por mí, deberías de apoyarme en esto como lo hacen las demás mejores amigas. Por fin los voy a conocer, al menos estar cerca de ellos, o simplemente verlos en vivo, sabes que es mi sueño. Quiero que sepan que existo, que me vean, que sepan que los amo y que siempre, pase lo que pase estaré yo para apoyarlos y seguirlos. Siempre. ¿Sabes lo que se siente estar tan cerca de tu sueño y no poder cumplirlo? -apenas articula mi pequeña amiga, tiene los ojos chispeados de lágrimas que amenazan con salir y el labio que no le deja de temblar. Me siento como la peor mierda de este mundo. Soy una mierda. Mierda. Mierda. Mierda. "Hey Rox, debes aprender a manejar tus ataques de ira" -me reprende mi inconsciente, y odio que tenga la razón.
-Ven aquí -susurro y atraigo a Maddi en mis brazos- Te entiendo, no sabes cuánto te entiendo bebe -añado mientras peino sus finos cabellos con mis manos. A veces es tan frágil, y yo una ogra.
-Quiero conocer al rubio -balbucea con un tono decaído.
- ¿Seguimos hablando de One Direction? -pregunto confundida. ¿Quién demonios es el rubio?
-Claro, él -señala al rubio de ojos azules en la foto de su protector de pantalla, enseguida lo reconozco, definitivamente es el que está por todo el cuarto de Maddi. Sus paredes, su puerta, su techo. TODO.
-Oh si, él rubio -le sigo la corriente, todo sea por que reemplace ese ceño fruncido y esos labios apretados por una gran sonrisa -Si quieres te puedo acompañar a las afueras del hotel, quizá y salen a saludar o algo.
- ¿En serio haría eso por mí Rox? - chilla por milésima vez en la mañana. -Eres la mejor amiga del mundo. ¿Lo sabes? -me dice ahogándome con un abrazo de oso mientras no deja de sonreír. Genial, logré mi cometido.
-Lo sé. -respondo con una leve sonrisa de arrogancia y le mando un manotazo en el trasero. Ella sale saltando de mi cuarto y meneando las caderas. Mi diosa interior me regala lo que sería mi segundo abrazo de oso del día por ser tan buena amiga y yo hago un pequeño baile de celebración por eso. Me lo merezco.

Al cabo de treinta minutos estoy bañada y uniformada, me espera otra aburrida rutina de trabajo, salgo de mi cuarto atándome el cabello en una cola de caballo con dirección a la cocina, tengo que estar en cuarenta minutos en el restaurant, eso es más que suficiente para mí.
-Bebé ya no queda más cereal -comenta Jason sacudiendo la caja de mi cereal. ¿Qué mierda? Me paro delante de él con los puños apretados y echando humo. ¿Este idiota se acabó mi cereal?
-Oh, eres tú -me señala despectivamente- ya no hay cereal -añade burlonamente botando mi caja de cereal al basurero. Odio a este ser con toda mi alma. ¿Qué demonios le pudo haber visto Maddison? Son exactamente lo opuesto. Tengo al más idiota de todos en frente mío y solo quiero estrellar mi puño en su rostro.
- ¡¿Por qué tocaste mi cereal?! -le grito al mismo tiempo que trato de controlar mis respiraciones, más le vale que no diga algo estúpido o esa sonrisa en su rostro será reemplazada por un labio roto.
- ¿Y por qué no? -responde alzando los hombros. ¿Es una broma? No es posible que sea tan fresco.
-Por qué es mío, este ni siquiera es tu departamento. ¿Qué no tienes otro lugar a donde ir a joder? -el tono de mi voz se incrementa a medida que pronuncio las palabras, esto no me está gustando, sé que no terminará bien.
-La verdad es que sí. Pero siempre prefiero ver esta carita enojada -susurra cogiéndome de la barbilla. Esto es suficiente, no pienso soportar una mierda más de este imbécil. Me abalanzo sobre él con la intención de quitarle esta estúpida sonrisa del rostro, llevo mis puños a su rostro pero lastimosamente Jason es casi el doble de mi tamaño y es más hábil que yo, intercepta mis intentos de golpe y me alza de la cintura para mantenerme alejada a él. Mi ritmo cardiaco se incrementa rápidamente y siento como mis nudillos duelen de tanto apretarse. Sé que aunque intento de darle mis mejores golpes, para él son unas simples caricias.
Jason de ríe de mi al ver que todos mis intentos fallan y esto me llena más de ira, en un último intento por no perder, levanto mi rodilla en dirección a su entrepierna y logro darle el más fuerte y preciso golpe de todos, y sé que le di duro porque enseguida soy soltada de su agarre y se inclina de rodillas en el piso gimiendo, no puedo evitar sentirme superior se lo tiene muy merecido y lo volvería a hacer mil veces más, es un completo imbécil.
- ¡Maddison! -grita por ayuda. Maldito cabron. Maddi llega corriendo y se aterroriza al ver la escena de su querido novio en el piso gimiendo.
- ¡¿Qué sucedió? ¿Qué hiciste? ¿Qué hicieron?! -grita desesperada.
- ¡Esta loca! Me golpeó porque me comí su cereal, bebé ella empezó -me acusa Jason de la manera más cobarde que jamás escuché en mi entera vida. Maddison solo me ve, está confundida, está decepcionada, está sin habla. Está dudando de mí, ¡De mí, carajo soy su mejor amiga no puede dudar de mí!
-Maddi...
-Roxanne deberías irte -pronuncia sin siquiera mirarme, en lugar de eso ayuda a Jason a levantarse. Mierda, mil veces mierda. Su tono fue frío, seco, casi doloroso, jamás me había hablado así.
-Maddison... -ruego una segunda vez.
-Roxanne no. Estoy harta de tus ataques de ira, debes aprender a controlarte -espeta las mismas palabras que mi subconsciente me recalcó hace unos momentos.
Esto es suficiente. Yo no tengo la culpa aquí, yo solo me defendí, yo no soy la del problema en esta situación. Yo no la cagué. La miro perturbada en espera de una reacción, de que me vea a los ojos pero nada de eso sucede, ella se va de la mano de Jason a su habitación pasando por mí delante e ignorándome como si estuviera pintada.
No tengo idea de cómo sentirme, sé que me siento avergonzada por rebajarme al nivel de ese idiota, pero a la vez me siento traicionada por mi mejor amiga. No se supone que ella deba salir en favor de su novio. Me quedo parada con la mente completamente en blanco por unos segundos, sin comprender lo que acaba de pasar, sin siquiera rebobinar en mi mente lo que hice. Me quedo paralizada hasta que el envolvente sonido de una llamada entrante en mi celular me saca de mi trance, es Brianna, mi jodida jefa llamándome a las 8am solo para cerciorarse de que no llegaré tarde.
-Brianna, estoy en camino -pronuncio al contestar el teléfono y con las mismas corto la llamada. Lo último que quiero es escuchar su estúpida voz advirtiéndome que si vuelvo a llegar 10 minutos tarde me descontará un 30% de mi sueldo. La odio, y ella me odia a mí.
Sin tiempo para lamentaciones cojo mi bolso, las llaves, mis lentes de sol y emprendo el camino hacia Masa.
Al cabo de 20 minutos de puro estrés atorada en el tráfico neoyorquino llego a mi destino con 5minutos de anticipación. Dejo el taxi y corro hacia las instalaciones del Time Warner Center, sé que si llego 1minuto tarde seré presa de Brianna.
-Roxy, buenos días- me saluda James, el portero- corriendo como siempre- se burla.
-¡Buenos días James, bueno tú me conoces!- le grito alzando los hombros mientras corro para llegar al ascensor, él solo me responde con una sonrisa. Cuando entro no cabe ni un alma más en él, como siempre. Mientras el ascensor sube poco a poco la gente se va bajando y termino sola con Valentina, una compañera en el Masa.
-¿Llegas a tiempo?- me pregunta mientras saca su teléfono del bolsillo. Luce tan tranquila, no como yo que soy un manojo de nervios.
-2minutos a tiempo- suspiro mientras las puertas del elevador se abren y lo primero que veo es el rostro de Brianna con su perfecta cola de caballo, su perfecto maquillaje y su impecable uniforme.
-Llegas 3minutos tarde- vocifera más que para mí, para el restaurante completo.
-Llego dos minutos antes- le respondo. Siempre la misma mierda con ella. Yo creo que lo que necesita es que le den, o al menos un consolador, porque no creo que exista hombre que la soporte.
-Tienes que llegar 5minutos antes al trabajo. Son políticas del restaurante- me reta cruzando los brazos. ¿Es una puta broma? ¿Políticas del restaurante? Políticas del restaurante mi trasero, sé que disfruta malográndome la jornada-tengo que descontártelo de tu sueldo- continua en el tono más arrogante que es capaz de pronunciar.
Ok esto es suficiente para mi dignidad mancillada. Soporto casi todos los días sus malditas quejas de mi parte, sus gritos injustificados, sus pretextos estúpidos, lo soporto todo porque necesito este trabajo. La paga es sensacional y, bueno, a veces encuentro la manera de desquitarme de todo lo que me hace estornudando accidentalmente en una que otra comida que la señorita ordena. Pero esto es suficiente. ¡¿A quién carajos le importa una tardanza de 3jodidos minutos?!
-¿Sabes qué Brianna? Vete a la m...- no puedo continuar mi frase porque soy interrumpida por una voz conocida en mi cabeza.
-¡Brianna, Roxy!- hace su presencia Bruce, el mejor amigo de Jason, mi compañero en Masa y gracias a quién trabajo aquí- ¿Cómo están hoy día estas dos muñecas?- halaga mientras abraza a Brianna por los hombros. ¿Qué está haciendo? Lo miro molesta y el solo me sonríe. ¡Este imbécil está cagando mi momento!
-Hola Bruce, todo va bien. Pero desde que llegaste va estupendo- le responde Brianna sonriéndole en un tono que lo único que me provoca son náuseas. Aj a veces me pregunto si puede demostrar más lo loca que esta por Bruce. Él le sonríe de vuelta y se la lleva a la cocina por los hombros guiñándome un ojo dejándome parada en la puerta del ascensor. Genial, por segunda vez en el día soy ignorada y abandonada.
Una parte de mi está molesta porque no le pude decir todas sus verdades a la cara a Brianna, pero la otra esta de alguna forma agradecida con Bruce. Una vez más me salvo de quedarme en la calle.