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Antes de la cuarta ronda

—¡¿Quéeee?!, ¡Estás loca! —se levantó de su lugar, acercándose a su hermana— ¿Por qué precisamente soy yo quien tiene que hacer  el Völundr con ese asesino en serie?

—No me importa si eres tú quien me lo pide que lo haga  —señaló con el dedo.
No quiero hacerlo. El humano y la valquiria deben unir sus corazones para poder hacer el Völundr, ¿cierto?

—No puedo hacerlo con un asesino en serie tan despiadado como ese maldito —apartó la mirada—. Lo lamento, Nilda, ve a buscar a alguien más.

—No he decidido que tienes que hacerlo tu

—¡Oh! ¡¿Quée?! —la miró con incredulidad—. No me gusta la forma en que lo dices. Con eso ya me decidí ni en un millón de años Yo no voy hacer

Hlǫkk puedo presentir una presencia escalofriante detrás de ella, pudo sentir un enorme escalofrío recorre todo su cuerpo, con miedo sujeto su espejo para vez atras de ella lo cual se dio cuenta de quien se trataba, Se dió la vuelta para tener cara a Cara a Jack el destripador.

—Aaah, ¿acaso es usted la que será  mi compañera, linda y amable niñita? —Jack fingió amabilidad.

—¿Pero qué le pasa? ¿Cuándo entró aquí? —retrocedió. ¿De verdad es humano?

—Ujhm.

—Ah... —Jack se arrodilló a su altura, extendiendo su mano—. No, yo no quiero ser tu compañera.

Estaba firme con su decisión no iba a ser compañera de ese asesino maldito pero
el de golpe tomo su cuello y comenzó a estrangularla. De inmediato, Hlǫkk comenzó a suplicarle ayuda a su hermana Brynhildr, pero esta simplemente se limitó a mirar, sin importarle las Súplicas de la menor. De esta manera, Jack logró forzar el Völundr con Hlǫkk, quien terminó convirtiéndose en un par de guantes negros que le quedan perfectos Dignos de un asesino como el.

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El bien contra el mal, la cuarta ronda del Ragnarok había llegado a la final, quedando como el Ganador

                          Jack the ripper

El combate había terminado.

Sorprendentemente, había salido ilesa de la batalla. Podía reconocer al asesino como alguien habilidoso y astuto, pero había cosas que no podía ignorar, una gran incomodidad que la carcomía por dentro.

El encuentro de Dos mundos diferentes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora