Una Historia Encantadora

Capítulo 4: Shake it off.

Había pasado una semana desde que inicié aquel ritual.

Una semana desde que mi vida cambió, de hecho, cambió de una forma más inesperada de lo que creía, y no precisamente solo para mal.

Vivía rodeada de cuatro demonios que fastidian hasta cuando respiraban, eran como unos parásitos que se arrastraban, unos animalitos feos de lo cuales entendías la razón por la que fueron tirados a la calle.

Comenzamos a tomarnos más confianza desde aquel horrible día de la disco, casi ni parecían demonios, solo adolescentes normales y hornys.

En ese momento estábamos en la cocina preparando la cena con algo de ambientación musical. Nos divertíamos ahí aunque siempre terminábamos o terminaban discutiendo por cualquier estupidez que se les ocurría. Volvía a ser un viernes por la noche, los viernes eran nuestros días favoritos y los más especiales.

—Stay out too late got nothing in my brain that's what people say, mm-mm that's what people say, mm-mm. —cantábamos mientras cada uno hacía una labor diferente en la cocina.

Mientras uno limpiaba otro ayudaba a fregar y yo me encargaba de preparar la cena. Sí, yo los obligué a saberse de memoria todas las canciones de Taylor, hasta que terminaron gustándoles.

—I go on too many dates but I can't make 'em stay at least that's what people say, mm-mm that's what people say, mm-mm.

Shake if off era prácticamente nuestra canción de unión, hasta Draki lo tarareaba. Solíamos poner todas las canciones a todo volumen, nos turnabamos para elegir una canción de nuestros artistas favoritos o simplemente canciones pegadizas, casi siempre la casa estaba llena de de Måneskin, Taylor Swift, Morat, One direction e incluso Olivia Rodrigo y Lana del rey.

—CAUSE THE PLAYERS GONNA PLAY, PLAY, PLAY, PLAY, PLAY AND THE HATERS GONNA HATE, HATE, HATE, HATE, HATE BABY, I'M JUST GONNA SHAKE, SHAKE, SHAKE, SHAKE, SHAKE ISHAKE IT OFF, I SHAKE IT OFF HOO-HOO-HOO HEARTBREAKERS GONNA BREAK, BREAK, BREAK, BREAK, BREAK AND THE FAKERS GONNA FAKE, FAKE, FAKE, FAKE, FAKER BABY, I'M JUST GONNA SHAKE, SHAKE, SHAKE, SHAKE, SHAKE I SHAKE IT OFF, IT SHAKE it OFF HOO-HOO-HOO.

Ya hasta estábamos bailabamos y cantando a todo pulmón como si dependieramos de eso. Estábamos por llegar a la mejor parte hasta que escuchamos la cerradura de la puerta principal abriéndose. Entramos en pánico y apagué el reproductor mientras ellos desaparecieron yo me quedaba en la cocina tratando de parecer casual. Mi madre entró en la cocina con aspecto cansado, y ya sabía de quien heredé aquellas ojeras. Pareció percatarse de mi existencia y me observó por unos segundos, pasó de mí un momento y se comenzó a desabrochonar su chaqueta de cuero marrón sin prestarme atención.

—¿Ya cenaste algo? —preguntó sin mirarme.

—Ahora lo estoy preparando... —respondí en un murmullo mirando algún punto del piso.

Murmuró un hum desinteresado dirigiéndose al pasillo donde se encontraba su habitación sin añadir nada más. Luego de cinco segundos de un silencio sepulcral mi padre atravesó el umbral de la puerta y procedió a quitarse también su chaqueta. Volvió a cerrarla con llave y colgó su abrigo en el perchero principal de la sala. Se adentró nuevamente en la cocina y pareció percatarse de un detalle pero decidió guardar silencio. Sonrió ligeramente al verme, le devolví la sonrisa levantando nuevamente la cabeza.

—¿Noche de canciones de la rubia? ―saludó. Abrí los labios para preguntar que cómo lo supo pero se me adelantó; —tienes en mano la cuchara que siempre usas como micrófono.

Solté una risa, al parecer era muy predecible. Al menos mi padre no solía ser tan cerrado como lo era mi madre, pero tampoco podía decir que me prestase tanta atención, ni siquiera había notado que hace más de una semana había realizado un ritual, y que teníamos a cuatro demonios calentones viviendo con nosotros.