Solamente Tú

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—Mira, hice un dibujo de nosotros. —Fue lo que Edward le dijo a Bruce en el receso antes de mostrarle el dibujo en su celular, con su sonrisa que denotaba la falta de inocencia en el chico.

El dibujo consiste en Bruce haciéndole un oral a Edward, se podía notar como este último estaba emocionado por mostrarle su creación a su pareja.

La cara de Bruce lo decía todo, pasando de sorpresa a confusión, él sabía que Edward tenía cierta obsesión. Pero nunca esperó que fuera capaz de mostrarle esa clase de dibujos. Se quedó callado intentando procesar la situación para simplemente asentir.

—Uh… qué bonito. —Contestó de una forma que no denotaba nada de seguridad al respecto.

Durante el resto de la jornada escolar, Bruce no dejaba de pensar en si Edward realmente estaba esperando que hiciera tal cosa con él, pero Bruce sabía que ese tipo de cosas no eran apropiadas para alguien de su edad, así que se forzó a sacar esa sensación de curiosidad de su cabeza lo más rápido posible.

Durante una de sus clases sintió como si alguien le estuviera respirando bastante cerca de él e inevitablemente invadiera su preciado espacio personal. Al darse la vuelta notó como (para sorpresa de nadie) Edward estaba observando a él y a sus notas, con esa sonrisa pícara que lo caracteriza, la sonrisa que Bruce amaba y detestaba al mismo tiempo, ambos se quedaron mirando al otro por un momento tan corto, pero que para Bruce parecía interminable antes de volver a su posición original y seguir prestando atención a la clase.

Para el final de la jornada, Edward volvió a acercarse a Bruce, pero esta vez no solo para admirarlo de una manera que rozaba lo inquietante.

—Espero que no estés ocupado esta tarde. Tengo una sorpresa Bruce. —Propuso con una ligera pizca de insistencia.

Bruce se imaginaba que clase de sorpresas Edward podría llegar a darle, esto mismo dándole escalofríos. Tenía aprecio y afecto por él, pero algunas veces este mismo podía llegar a ser incómodo, teniendo ciertas actitudes que uno no esperaría que tal pareja hiciera. Aunque eso es algo que Bruce adora de Edward sin importar cuán peculiar puede llegar a ser.

Ambos chicos caminaron hacia la casa de Bruce, aunque para casi cualquier persona lo vería como la mansión que realmente es, Bruce guio a Edward hacia su habitación donde rápidamente se sentarán en el borde de la cama, ambos quedándose en silencio por un momento, ninguno atreviéndose a sacar tema de conversación. Bruce pensó por un momento en que decir, tal vez, algo que pudiera interesar a Edward o incluso algo mundano que pudiese dar pie a una conversación corta y sin sentido, pero que en algún punto haría que otros temas que ambos disfrutarán aparecerán.

—Has hecho dibujos similares como el que me has mostrado hace rato, ¿No es así?  —Bruce preguntó, aunque él sabía que eso era obvio, Edward lo deseaba de todas las formas posibles.

La obsesión que Edward tenía era notoria incluso para alguien que no los conociera, la simple y patética vida de Edward giraba en torno a su adoración hacia Bruce, incluso antes de que ambos empezaran a salir. Eso iba desde en un principio solo mirándolo y alguna que otra carta, pero poco a poco escaló hacia los dibujos que actualmente Edward le enseña a Bruce, por lo cual inevitablemente Edward asintió.

Su cara y falta de palabras denotaba cierto nivel de vergüenza al escuchar la pregunta, evitó mirarlo por un par de segundos luego de sacar una pequeña carpeta de su mochila, se sentó más cerca de Bruce antes de empezar a mostrarle todo el contenido de esa carpeta. Allí se encontraban varios dibujos de él y Bruce, algunos siendo simples escenarios románticos y otros eran sugestivos o directamente explícitas.

Bruce se quedó sorprendido por lo bien que Edward dibujaba como también por las cosas que este decidía dibujar, era algo peculiar y hasta raro, pero no iba a juzgarlo por el simple hecho de expresarse. Pese a su sorpresa, no puedo evitar soltar una pequeña sonrisa para luego mirar a Edward, que se lo veía bastante más tímido de lo normal. Eso no lo detuvo de seguir viendo los dibujos, encontrando también pequeños “cómics” que también iban desde escenarios que le causaban cierto nivel de ternura, hasta nuevamente los pensamientos explícitos y que rozaban lo retorcido.

—Tienes talento Ed, ¿Por qué no aprovecharlo en algo que pueda llevarte lejos? Mi familia tenía contactos con personas del medio. —Bruce sugirió, mostrando su preocupación por el derroche de talento por parte de Edward.

En respuesta, Edward le quitó la carpeta de las manos, guardándola en su mochila, un cambio de humor algo brusco, pero nada que Bruce no haya visto antes, pero aun así era irritante e inmaduro en su punto de vista.

Edward se veía molesto, evitando cualquier tipo de contacto visual y hasta demostrando su disconformidad con el tema.

—No… Solo quiero dibujarte a vos y a mí, no tengo interés en nada más que eso. —Edward dijo intentando con todas sus fuerzas el no decir nada de lo que pueda arrepentirse, simplemente no le interesa si alguien más ve lo que hace, ya que todo esto es por y para Bruce.

Bruce es la mayor razón de vivir de Edward.

Él suspiró y volvió a sacar la carpeta con los dibujos, mirando la simplona portada de esta, solo tenía un pedazo de cinta con la palabra “Bruce <3” y era allí donde este podía dibujar y materializar todas las fantasías que tenía con Bruce.

—A veces me gustaría hacer realidad algunos de estos. —Edward susurró por lo bajo, junto con una pequeña sonrisa de excitación de tan solo pensarlo.

Bruce se mostró algo sorprendido por tal comentario, pero en el fondo él también tenía curiosidad de cómo se sentiría hacer tal cosa.

—Podríamos probar, si eso es lo que quieres. —Respondió mientras se acercaba a Edward.

Ambos confiando su cuerpo al otro.

Solamente tú [Riddlebat]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora