CAPÍTULO 10: Un mar de lágrimas

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HERMIONE GRANGER.

Ya era tarde y necesitaba ir al baño, así que me despedí de Harry y Ron y me fui hacia el baño común de las chicas para no tener que aguantarme hasta llegar a mi casa común. Al entrar, escuche un sollozo.

— ¿Hola? Te escucho llorar. —Pregunté.

— Lo siento. —Respondió la chica. Me sonaba su voz, pero no sabía de donde.

— ¡No lo sientas! Esta bien llorar. ¿Quieres hablarlo?

— ¿S-Seguro? —Dijo ella, con la voz entrecortada.

— Sí, venga sal, estoy aquí para ti.

Escuché como se abría la puerta del tercer cubículo y salía una chica con el uniforme de Slytherin. Al fíjame en su cara, me di cuenta de que ambas nos conocíamos.

— ¿Hermione? —Dijo ella.

— ¡Amalie! Ay dios, ¿qué te pasa? —Pregunté preocupada.

Al parecer, mi pregunta le hizo llorar más y vino a abrazarse a mi. Ambas nos sentamos al final del baño y hablamos mientras yo la abrazaba y le acariciaba la cabeza

— Pues... Es que Draco... —Comenzó a llorar más.

— No me digas que Malfoy te ha hecho algo, te juro que le lanzo un desmaius. O mejor, ¡un cruccio!

— Tranquila Hermione, es solo que... A-a mi él me gusta y lo he visto... besándose con Pansy.

— ¿Con Parkinson? No puede ser, sabía que ella estaba loquita por él, se nota a quilómetros, pero no sabía que a él le gustaba ella...

— Pues parece que sí. Yo pensaba que...  No importa, al final está con Pansy. Y me du-duele mucho. —Había parado un poco de llorar. Tenía los ojos y la nariz roja.

— Amalie, escúchame, no te disgustes así. Prueba a hablar con él. No es necesario que lo hagas de inmediato, puedes tomarte un par de días para aclarar tu mente, pero habla con él.

— Está bien, Hermione. Muchas gracias, aprecio que me trates así a pesar de no conocernos mucho.

— Para eso estamos las chicas; debemos de apoyarnos todas entre nosotras. ¿Amigas?

— Amigas. —Respondió y me sonrió sinceramente.

Sabía que Potter era una chica increíble y muy bondadosa, y también sabía todos los hechizos que podría utilizar en caso de que el estúpido de Malfoy la molestara.

AMALIE  POTTER.

Aquella "sesión de terapia" con Hermione había sido muy reconfortante. Estaba decidida a hacer lo que ella me había dicho: me distanciaría durante unos días para poder pensar en todo y luego hablaría con Malfoy.

Estuve en el baño durante unos minutos más para bajar la hinchazón de mis ojos y luego volví a la sala común. Allí encontré a Zabini, pero ya no hablaba con la chica, sino que estaba sumido en sus pensamientos. Al verme, me sonrió y luego hizo una cara de extrañado.

— Hola Amalie. ¿Has llorado? —Wow, ese chico sí que era directo, no como otros.

— ¡No! Buenos, ¿tal vez? —Blaise levantó las cejas.— Esta bien, sí. Ven conmigo. —Y sin dejar que me contestase, le cogí de la mano y lo arrastré hasta fuera del comedor.

— Vale, se que esto te va a interesar y, bueno, a doler. —Le dije.

— Tengo miedo.

— Draco y Pansy se han...

— ¿Síííí? —Dijo Blaise, haciendo un gesto con la mano para que siguiera.

— Se han besado. —Dije susurrando.

— ¿QUÉ QUE? ¿CÓMO QUE SE HAN BE- —Le tapé la boca.

— ¿Puedes no gritarlo? No me apetece que se entere todo Hogwarts.

— Lo siento. E-es que.. A mi m-me... —Comenzó él. Pude ver las lágrimas en sus ojos.

— Te gusta Pansy, ¿no? Ey está bien. —Dije mientras lo abrazaba. Él comenzó a llorar.

— Pensé que habíamos tenido química en el trabajo de pociones. En el fondo sabía que le gustaba Draco, pero no lo quería asumir. Pero hay algo que no me cuadra —Siguió, separándose de mí y secándose las lagrimas. — Yo le pregunté incontables veces a Draco si le interesaba Pansy, pero el siempre me respondía que la veía como una amiga y nada más, como mucho la veía como su hermana, así que imagínate...

Iba a contestar pero vi el reloj que se ubicaba detrás de Blaise y marcaban las 21:00.

— ¡Es muy tarde! Vamos a la sala común.

— Tienes razón. Deberíamos fingir que nada ha pasado, a ver si ellos nos dicen algo.

— Sí, hagamos eso. —Le respondí, y nos dirigimos a la sala común de Slytherin

Al llegar, me duché como lo hacía habitualmente y me puse mi pijama más calentito. Me sentía como en esas películas que Petunia ponía en la tele, en las que la protagonista acababa de sufrir una ruptura con su pareja y se sentaba en el sofá a ver la tele, arropada, mientras lloraba y comía helado.

A las 21:45 me acosté y me dormí como un bebé, sabiendo que me esperaba una semana muy dura.

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Analepsis.

DRACO MALFOY.

Amalie se acababa de ir a hablar con su hermano, cosa que no me hacía mucha gracia, pero quien era yo para juzgarla por hablar con él, eran familia. Hacía tiempo que quería contarle a Pansy, mi mejor amiga, lo que sentía por Amalie, pues guardarlo para mi solo era demasiado para mí y no quería contárselo a Blaise porque sentía que seria muy incómodo. Aquella era la ocasión perfecta, así que se lo
dije a Pansy.

— Oye, salgamos un momento, tengo que hablar contigo. —Dije.

— Vale, ¿es importante?

— Mucho. No nos puede oír nadie.

— Vale, ya se a donde ir. —Me dijo la peli negra mientras me sonreía.

Caminamos por el lado derecho del castillo hasta una puerta ubicada al final de un pasillo sin salida. Entró ella primero, y yo empuje la puerta tras entrar y, aunque no se cerró, no le di importancia, estábamos en un lado poco concurrido de Hogwarts.

— Vale, ahora te lo puedo contar. Es que me gusta una chica. Tú la conoces y es maravillosa, guapísima, amable, lista...

— ¿Su nombre? —Preguntó. Yo inspiré profundamente y lo dije.

— Amalie, Amalie Potter. —Dije. A Pansy no pareció sorprenderle.

— Lo sabía. Notaba como la mirabas. —Tenía una sonrisa triste en la cara.

Parkinson me miro a los ojos y, sin que yo pudiese reaccionar, me besó. Me alegro de no estar enamorado de ella, besaba fatal. Mientras la apartaba de un empujón, escuché como se cerraba la puerta, pero estaba más centrado en averiguar que acababa de pasar.

— Pansy, ¿qué cojones ha sido eso?

— Draco, estoy enamorada de ti, desde que nos conocimos me pareciste un chico increíble. Todo el mundo lo notaba, todo el mundo menos tú. Es increíble como las personas saben
cuando alguien está enamorado de otro pero nunca notan cuando alguien está enamorado de ellos mismos. Tras tu confesión, sabía que nunca te fijarías en mi y quise aprovechar mi última oportunidad para besarte. —Dijo ella mientras lloraba.

— Pansy, yo... Mira, lo siento, yo solo te veo como una amiga. Y lo que has hecho me ha molestado, podrías haberme preguntado, a lo mejor te hubiese entendido, pero besarme así, sin avisar...

— Lo sé, lo siento. Me voy, espero que ella te dé el amor que te mereces, Draco.

Y se fue.

Amalie Potter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora