Entre rosas azules - ChanKai

CAPÍTULO 35

Jongin disfrutaba de la suave brisa mientras cabalgaba, el gentil corcel corría con tranquilidad, mientras avanzaba con elegancia, podía tomarse el tiempo y la libertad de recordar lo vivido en la cabaña

Por fin después de años, Chanyeol había estado presente, tan vivo, fuerte y sano

Mordió su labio inferior sin poder dejar de sonreír, conforme se acercaba al castillo suspiraba, debía ser paciente como su amado le pidió

Detuvo el caballo en los establos, su cara palidecio al ver el imponente caballo de Sehun

-no...

Se apresuró a entrar y su temor creció por divisar a dos de sus doncellas de confianza

-s... señor

-¿qué ha pasado? ¿Por qué lloran?

Trató en un intento desesperado de calmarlas

-la... ella... está

-sshh, todo está bien

-no, no lo está mi señor... solo le dijimos lo que nos indicó

-¿donde está Sehun?

-aquí estoy mi amor

El moreno sintió un escalofrío recorrer su espina, no quería voltear a verle, pero, realmente no había opción

Sehun sonreía sereno y luciendo despeinado

-ven a la biblioteca cariño

Jongin sabia que el rubio estaba lejos de la tranquilidad, no, más bien había rabia en sus ojos

Tragó saliva y abrazó con fuerza a sus doncellas para poder susurrarles

-quiero que hagan algo por mi... por favor....

~~

Jongin respiró profundo antes de abrir las enormes puertas de la biblioteca, no parecía haber nada, dio dos pasos y abruptamente ambas puertas se cerraron

No volteó, no había necesidad de hacerlo

-¿disfrutaste el paseo?

-¿hace cuanto regresaste?

-antes que tú, eso parece

Le tomó de los hombros, al estar detrás del moreno, pudo aspirar el delicioso aroma de su sedoso cabello, enterró la punta de los dedos en tan tierna piel provocando apenas un quejido

-¿donde estabas mi amor?

Sehun sabía cómo helar la sangre en un instante y matar toda esperanza

Jongin presionó sus manos marcando las uñas en las palmas

-solo... de paseo...

-oh... ¿y por qué esperaste a que me fuera mi amor?

Suaves y amorosos besos se depositaban en tan delicada mejilla

-mmhh~ ¿acaso querías darme otra sorpresa?

Le tomó las manos

-esta vez no parece tengas un regalo para mi... ¿tan mal esposo he sido que no merezco nada de ti?

Jongin, con la pizca de valentía que le quedaba, se giró para intentar razonar con él, lo que obtuvo fue una sonrisa desquiciada, ademas de una rápida y fuerte bofetada que le hizo caer al suelo

No pudo gritar o escapar, ya que la venosa mano le apretó el cabello hasta jalarlo, el moreno pataleaba y golpeaba lo mejor que podía la poderosa mano de su agresor

-MIRA LO QUE HICE POR TUS ESTUPIDECES

Le llevó hasta uno de los libreros donde descansaba el cuerpo inerte y apuñalado de su doncella

-LA OBLIGASTE A MENTIRME Y MIRA LO QUE PASÓ

Le tomó el cuello cargandolo con facilidad, como si solo fuera un muñeco de trapo, le colocó en su escritorio tirando todo lo que se encontraba, se colocó entre sus piernas para poder desnudarlo, Jongin se defendía y alejaba con sus manos a aquel hombre, inclusive le propinó una bofetada, pero, Sehun aún más desquiciado se las regresó cuatro veces haciendo que su labio sangrara y estuviera desorientado

-DIME DONDE ESTUVISTE, TÚ NO PUEDES IRTE ASÍ, ERES MIO, MI MALDITO ESPOSO

Atacó su cuello a mordidas lo que hizo gritar al moreno, Sehun había conseguido retirar sus pantalones y ropa interior, quiso prepararle con los dedos, pero, al sentir viscosidad, los sacó y observó

No solo eran fluidos del moreno, también semen

-maldita... perra...

Dijo entre dientes, sus ojos eran afilados, tan crueles

-dime quién es... maldita perra...

-no...

-¿LE TIENES MAS LEALTAD A ÉSE QUE A MI? Bien... te haré recordar a quien carajo perteneces

-NOO

De nuevo dos bofetadas en la suave piel le hicieron callar y sangrar

-ERES MIO, MALDITA PUTA

Desquiciado metió su puño haciendo llorar al moreno y gritar lleno de dolor, sus ojos estaban grandes, quería desmayarse y Sehun no se lo permitió, le sostuvo del cuello apretando mientras con su mano sacaba todo el semen

-tendrás un hijo mio... no te permitiré tener otro bastardo

Jongin no se resistió, no por falta de coraje, más bien por el dolor físico, se sentía desgarrado y todo lo que pudo sentir antes de caer al abismo, fue como el pene de Sehun terminaba por romperlo

Las doncellas lloraron y rezaron por su amado señor, esperaban pudiera vivir después de su tormento

~~

Chanyeol leyó la carta que su majestad le había enviado, sin duda el verlo regresar de la muerte, fue algo que no tenía contemplado

Iba a recuperar todo lo que le quitaron, incluyendo a Jongin

-pronto estaremos juntos mi amor... muy pronto

Sonrió ante la hipocresía de la carta y por el plan que estaba tan cerca de llevar a cabo

~~

Jongin despertó adolorido, desorientado, agradecía solo un poco que su magullado cuerpo no estuviera reposando en el frío suelo oh el asqueroso lodo

Trató de articular palabra, pero, su garganta estaba tan seca del lamentable llanto y tanto gritar

No supo en que momento Sehun le llevó a la habitación

Las doncellas con la calma que trataban de tener, le limpiaron con agua tibia y el ardor, hizo a Jongin recordar por momentos lo sucedido

No solo Sehun abusó de él, le desgarró, lo mordió como si quiera arrancar su carne, lo golpeó tan fuerte que el hematoma era más oscuro que su piel

-¿Ch... Chandler?

-el está bien mi señor... El está a salvo...

-El señor Sehun no se apiadó de usted... así que decidimos encerrarnos con el bebé, descuide, su pequeño dormía

Jongin sonrió y recordó lo que pidió a sus queridas doncellas

"Si muero... cuiden a Chandler"

-tengo... algo... más... que... pedirles... por... favor

Había dolor en cada palabra, no podía articular como quisiera y tampoco querría verse en el espejo, solo con el dolor se daba una idea de lo mal que podría verse

-quiero... que... vayan... con... Chanyeol

Las doncellas se miraron impresionadas y si era el último favor que le harían, morirían orgullosas por ello

-si... nuestro querido señor

Dijeron al unísono, Jongin Suspiró aliviado antes de desmayarse una vez más

Sehun prohibió que un doctor le atendiera, así que, las jóvenes mujeres hacían lo mejor que podían