alma rota

103 11 0
                                    

Llegó a casa y comienzo a guardar algunas cosas en mi maleta, Carola dice que debo vivir en la mansión de los Verstappen, no entiendo la razón, más bien, no la han dicho.

Tomo la fotografía de mis padres y la guardo cuidadosamente. Los extraño, desde que se fueron, siento que algo está vacío en mí.
Dejaron al culpable libre, según las autoridades, no tenían pruebas en su contra, pero todo se devuelve y se que en algún momento lo encontraré.

Termino de empacar y me acercó a la puerta, voy a dejar está casa atrás, no me preocupo mucho, pues Alonso se encargará de ella.

Me acercó a la puerta y me detengo a observar todo a mi alrededor. Después de unos segundos decido salir y dejar los recuerdos atrás.

_______________________________________

– ¡Carajo, deja de insistir! Entiende que no me voy a casar con Kelly – decía el rubio ya enojado

– ¿Quién dijo que puedes decidir? – responde Jos – Te vas a casar con ella, quieras o no ¿Crees que me voy a arriesgar a dejarte elegir?

– No, sé que no lo harás, solo te importa tu futuro, el dinero.
¿Crees que me hace feliz? – Dijo el menor – Yo no la amo, nunca lo haré, la detesto desde el día uno.

– Ella tampoco te ama, solo quiero un heredero y estás loco si piensas que podrás quedarte con todo lo mío – dice Jos

– No necesito tu dinero y si es por Carola, no te preocupes, yo tengo suficiente para cargar con ella – Dijo el menor dejando solo a su padre
_______________________________________

Llegué a la mansión de los Verstappen y me sorprende notar todo en silencio, no había sirvientes, choferes e incluso Max y Carola parecen no estar en casa.

Mientras camino a mi nueva habitación, logro escuchar pasos detrás de mí, pero solo ignoro aquel ruido y continuo caminando.

Me detengo en seco al sentir una respiración pesada detrás de mí, bajo la mirada y logro notar una sombra más grande que yo, justo detrás mío.
Giro poco a poco y logro quedar frente a un hombre, no veo su rostro, pero logro notar que la camisa blanca que trae puesta, mejor dicho, casi puesta, con algunos botones desabrochados, al igual que esta persona huele demasiado a alcohol.

Antes que pueda decir algo, siento como me toma de la cintura y se acerca a mi, tomándome por sorpresa.

– ¿Por qué me ignoras? – dice una voz que rápidamente reconozco

– Señor Verstappen, yo... –antes que pueda terminar siento sus labios sobre los míos.

Trato de separarlos, pero no puedo negar que se siente demasiado bien.
Luego de unos segundos, logro escuchar una voz llamando mi nombre.
Así que Max se aparta rápidamente de mi.

– ¡Sergio!– dice Carola

– A-aquí estoy – dije extremadamente nervioso

Espero unos segundos y el señor Verstappen se aleja de mi. Por otro lado la señorita Carola se acerca y me saluda con un abrazo muy delicado.

– ¿Hace cuánto tiempo llegaste?– pregunta Carola

– Quizás, hace unos diez minutos – respondí

– ¿Y tú Max, qué haces aquí? – Pregunta Carola

– Es mi casa, puedo estar donde yo quiera – Responde el señor Verstappen

– ¿Estás borracho? – Pregunta su hermana, que parece estar enojada

– ¿Yo? ¡No! Tu estás borracha – dice Max

– ¡Max Emilian Verstappen! Ve a tu habitación ¡AHORA! – dijo Carola enojada

– Pe-pero no me grites, me duele – dice Max y yo solo trato de aguantar la risa – Lastimas mi corazón

– ¡Ah Max! Iré a la cocina por agua, espera aquí– dijo la menor

– Sergio ¿Crees que Max pueda estar en tu habitación un rato? – Lo que me faltaba

– Claro al final de cuentas, es su casa – respondí

– Bueno, Max, entra a la habitación de Sergio –  dijo Carola antes de salir de él lugar

Espero que el señor entre a esta, luego de esperar entro a mi habitación.
Antes de llegar a la cama, siento como Max me aprieta la cintura por detrás.
Eso me sorprende, pero me quedo paralizado cuando hace algo que no esperaba.

Max comienza a besar mi cuello y a tocar mi cuerpo de manera desesperada.
Trato de alejarlo, pero el me sostiene con fuerza, intento todo lo que puedo pero sigue sin resultado, hasta que al fin logro desaparecer su agarre.
Me alejo a una pequeña distancia de el y este parece mírame enojado.

– ¿Por qué te alejas de mi? ¡Dejas mi alma rota! – dice Max

– Señor, yo... – antes de terminar siento que se acerca más y más a mi

–Solo déjate llevar– Dijo comenzando a besar mis labios nuevamente

Le doy la razón, está borracho, mañana no recordara nada...

Toma y bebe de mi, aún te amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora