Nadia
Es muy difícil ver como mi hermana mayor se ahoga en la tristeza. Alguien tan buena como ella, que ya sufrió muchísimas cosas como para seguir aguantando más, debería sentir únicamente alegría y dicha a partir de ahora.
Florence es mi hermana mayor, una que descubrí hace muy poco tiempo gracias a la boca suelta de mis padres. Los dos habían decidido -después de tantos años- que era hora de darle un uso a una niña que abandonaron cruelmente como si se tratara de un animal.
Me alegra mucho saber que su vida fue mejor que la mía, y es que haber sido criada por esos dos monstruos a quienes durante años llamé padres, fue un destino que no le desearía ni siquiera a mi peor enemigo.
La hermosa casa donde crecí no compensaba absolutamente nada, menos la falta de sentido común que mi padre y mi madre nunca aprendieron a desarrollar. Los dos veían a sus hijas como meros cuerpos que les serviría vender al mejor costo.En teoría yo era el reemplazo de Florence como esposa para Viktor. Era una garantía por si ella desaparecía, y no es que sea una molestia, preferiría mil veces vivir todo lo que le toca a ella si eso le da al menos un respiro entre tanta mierda.
Mis padres hicieron que durmiera con él las veces que quisiera, ellos decían que si me comportaba como una buena y sumisa amante, no dudaría en abandonar a Florence por mí.Por más absurdo que suene lo hice, me comporté como la mejor de las prostitutas, cumpliendo cada una de las perversas fantasías que a ese hombre se le venía a la mente. Horas antes de conocer a Florence, dijo que sería muy divertido ver qué tipo de expresión ponía mientras él me asfixiaba hasta casi dejarme inconsciente.
Conocer a mi hermana mayor por primera vez, con marcas en mi cuello rompió un poco más mi orgullo.
La noche en la que la conocí, ambas fuimos obligadas a estar en un elegante y presuntuoso baile organizado por Víktor para mostrar su nuevo trofeo. Él sujetaba excesivamente su cintura, desde que los vi bajar de la escalera pude notar que ella estaba visiblemente dolorida por el cruel e innecesario agarre.
Me acerqué a ambos con la intención de hablar con ella, mi único objetivo era conocer su voz y definir si era tan dulce cómo se veía.Sabía que estaba provocando a la bestia con mi presencia en la fiesta, pero la culpa no era del todo mía. No estaba del todo enterada de que él me había prohibido venir, simplemente fui la buena niña que mis padres criaron y obedecí lo que solicitaron.
Florence estaba impresionante esa noche, cualquiera que viera el vestido costoso y el maquillaje extremadamente natural que se cargaba creería que vivía como una reina. Percibí su incomodidad, no es el tipo de mujer que esté acostumbrada a tanta producción.
Esa noche algo se rompió, esa línea de control que mis padres mantenían encima de su juguete favorito, se cortó. Me prometí a mí misma que iba a ayudarla a escapar, y me alegra ver que lo logramos juntas.
—¿Sigues pensando en ellos? —mi pregunta es estúpida, y la mirada que Florence me da lo corrobora—. Lo siento, no soy la mejor consolando a otros, crecí sola y bajo la tutela de malos padres.
Odio ver cómo su mirada decae, se culpa por no buscarme antes.
—Tuve que investigar quiénes eran mis padres, si lo hubiera hecho posiblemente… Lo siento, Nadia, me arrepiento por no buscar mas y dejarte en manos de esos dos.
Tiro las bolsas en el suelo para ir junto a ella en el sillón, últimamente se está refugiando en sí misma y siempre en el mismo lugar.
—No, nada de lo que ellos me hayan hecho fue culpa tuya. —La abrazo como lo he hecho durante los meses que llevamos ocultas.
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Poliamor Sobre Ruedas
Ficção Adolescente¡Advertencia! ⚠️ Contenido sensible, apto para mayores de 18 años. ESTA HISTORIA CONTIENE SPOILERS DE ESCLAVA DE MIS EXS. ----------------------------- Dueños de las carreteras Dueños de las calles Dueños de la ciudad ¿Pretenden ser también mis...