El vuelo

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Nunca se habría imaginado llegar a pisar en su vida un aeropuerto, mucho menos tomar un vuelo de avión.

Se imaginaba el aeropuerto como una zona caótica con gente exuberante donde todos iban siempre bien vestidos con trajes caros y maletas a la mano, preparados para tomar el vuelo oportuno que los llevaría a su destino.

Y no estaba del todo equivocado, solo que era un tanto diferente al planteamiento original.

El aeropuerto estaba repleto de personas por doquier, enjauladas en sus trepidantes asuntos de negocios o por temas personales que los obligaban a pasar fatigosas horas sentados y hasta aovillados en sillas de metal incomodas para conciliar algo de sueño.
A pesar de todo ese lío multitudinario, el ambiente era tranquilo y apenas ruidoso.

El aroma del aeropuerto internacional de I.M.P. City era complejo; café recién preparado con la mezcla de la esencia suave y ligera pero permea de velas aromáticas nuevas. Un complejo olor agradable que entraba a sus fosas nasales y lo tranquilizaba, calmando sus nervios eficazmente.
Y hubiera comprado un poco de aquel delicioso café que tentaba su olfato sin igual, pero cuando se acercó a uno de los puestos y leyó la lista de precios casi gritaba.

Un café expreso en vaso mediano costaba alrededor de siete dólares, lo cual era suficiente dinero para comprarse un café de tamaño mediano y otro de tamaño grande en cualquier establecimiento fuera del aeropuerto.

«No es tan divertido como lo ponían en las películas...»

Todavía recordaba la audiencia que le concedieron con el personal del instituto, por supuesto, Blitzø sabía de antemano que se trataría de profesores eméritos, que, en vez de gozar de sus retiros, prefirieron quedarse en el instituto como directivos. O quizás ilustres doctores con invaluable experiencia.

"Entonces, joven Blitzø Buckzo... Nacido en Estados Unidos de América; completó con éxito el bachillerato en el colegio menor estatal de I.M.P. City con un promedio total casi perfecto, pero su expediente de faltas deja mucho que desear" 

"No creo que sea necesario mencionar todas las faltas que usted ha cometido, pues usted ya sabe cuales son, al igual que nosotros. Ahorrémonos el tiempo y pasemos al punto."

"Sus logros académicos llamaron enormemente nuestra atención, especialmente las sobresalientes contribuciones que llevó a cabo durante su curso de bachillerato. Espero que usted entienda a lo que nos referimos con todo esto, joven Buckzo.

"Sincerándonos con usted, si no fuera por todos estos aportes que beneficiaron en gran medida a su antiguo colegio a pesar de sus excelentes notas, ni siquiera nos hubiéramos tomado la molestia en seguir revisando su expediente y lo hubiéramos pasado de largo, tal y como a muchos les pasó."

"Este es el trato, joven Buckzo: le otorgaremos una beca del cien por ciento, incluyendo un monto extra pequeño para que pueda cubrir sus necesidades básicas, acceso a nuestro gimnasio privado, oportunidades de tomar cursos académicos gratis que sin dudas le abrirán puertas, y más... Si cumple usted con una sola condición."

"Involúcrese en el instituto, aporte de cualquier forma que le sea posible, y nosotros con mucho gusto haremos caso omiso a todas sus faltas en este expediente. Su talento no puede ni debe desperdiciarse, pero tampoco somos caridad y por razones que primeramente mencioné, usted debe colaborar."

"¿Qué como se supone que lo hará si todos en este instituto son unos "niñitos ricachones de papi"? Bueno, ese comentario estuvo de más, pero no negaremos que verdaderamente está en lo cierto. Y respondiendo a su pregunta, eso es simple joven Buckzo... Haga trampa, mienta, amenace, manipule, y si es conveniente... Use la violencia."

Auctoritas | StolitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora