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🏛️☆✧ ⋆Serenpidia⋆✧ ☆🏛️


{ Chapter 4 |Juego al pinacle con un caballo }

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⌈Pov Percy's⌋

Tuve sueños rarísimos, llenos de animales de granja. La mayoría de ellos quería matarme; el resto quería comida.
Debí de despertarme varias veces, pero lo que oía y veía no tenía ningún sentido, así que volvía a quedarme grogui. Me recuerdo descansando en una cama suave, alguien dándome cucharadas de algo que sabía a palomitas de maíz con mantequilla pero que era pudin. La chica de cabello rizado y rubio sonreía cuando me enjugaba los restos de la barbilla.

—¿Qué va a pasar en el solsticio de verano? —me preguntó al verme con los ojos abiertos.

—¿Qué? —mascullé.

Miró alrededor, como si temiera que alguien la oyera.

—¿Qué está pasando? ¿Qué es lo que han robado? ¡Sólo tenemos unas semanas!

—Lo siento —murmuré—, no sé...

Alguien llamó a la puerta, y la chica me llenó la boca rápidamente de pudin.
La siguiente vez que desperté, la chica se había ido.
Un tipo rubio y fornido, con aspecto de surfero, estaba de pie en una esquina de la habitación, vigilándome. Tenía ojos azules —por lo menos una docena de ellos— en las mejillas, en la frente y en el dorso de las manos.
Cuando por fin recobré la conciencia plenamente, no había nada raro alrededor, salvo que era más bonito de lo normal. Estaba sentado en unatumbona en un espacioso porche, contemplando un prado de verdes colinas.
La brisa olía a fresas. Tenía una manta encima de las piernas y una almohada detrás de la cabeza. Todo aquello estaba muy bien, pero sentía la boca como si un escorpión hubiera anidado en ella. Tenía la lengua seca y estropajosa y me dolían los dientes.
En la mesa a mi lado había una bebida en un vaso alto. Parecía zumo de manzana helado, con una pajita verde y una sombrillita de papel pinchada en una guinda. Tenía la mano tan débil que el vaso casi se me cae cuando por fin conseguí rodearlo con los dedos.

—Cuidado —dijieron dos voces familiares.

Grover y Adara estaban recostados contra la barandilla del porche,  Grover tenia aspecto de no haber dormido en una semana. Debajo del brazo llevaba una caja de zapatos. Vestía vaqueros, zapatillas altas Converse y una camiseta naranja con la frase  «CAMPAMENTO MESTIZO». El Grover de siempre, no el chico cabra. Y Adara Vestía la misma camiseta naranja con la frase «CAMPAMENTO MESTIZO» con sus pantalones cortos y sus Converse negras.
Así que quizá había tenido una pesadilla. Igual mi madre estaba sana y salva. Tal vez seguíamos de vacaciones y habíamos parado en esa gran casa por algún motivo. Y...

—Me han salvado la vida ambos —dijo Grover mirandos a Adara y a mi—. Y yo... bueno, lo mínimo que podía hacer era... volver a la colina y recoger esto. Pensé que querrían conservarlo.
Dejó la caja de zapatos en mi regazo con gran reverencia.

Contenía un cuerno de toro blanquinegro, astillado por la base, donde se había partido. La punta estaba manchada de sangre reseca. No había sido una pesadilla.

—El Minotauro... —dije, recordando.

—No pronuncies su nombre, Percy...—dijo mi hermana

—Así es como lo llaman en los mitos griegos, ¿verdad? El Minotauro.

Mitad hombre, mitad toro.—dije y Grover se removió incómodo.

—Has estado inconsciente dos días. ¿Qué recuerdas?— dijo Ada

Serendipia - Apolo Di'Olympus , Luke CastellanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora