Serendipia - Apolo Di'Olympus , Luke Castellan

I

🏛️☆✧ ⋆Serenpidia⋆✧  ☆

{ Chapter 1| Grover pierde inesperadamente
Sus pantalones}

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⌈Pov Adara's⌋

Mira, yo no quería ser mestizo.
Si estás leyendo esto porque crees que podrías estar en la misma situación, mi consejo es este: cierra el libro inmediatamente. Créete la mentira que tu padre o tu madre te contaran sobre tu nacimiento, e intenta llevar una vida normal.
Ser mestizo es peligroso. Asusta. La mayor parte del tiempo solo sirve para que te maten de manera horrible y dolorosa.
Si eres un niño normal, que está leyendo esto porque cree que es ficción, fantástico. Sigue leyendo. Te envidio por ser capaz de creer que nada de esto sucedió.
Pero si te reconoces en estas páginas —si sientes que algo se remueve en tu interior—, deja de leer al instante. Podrías ser uno de nosotros. Y en cuanto lo sepas, solo es cuestión de tiempo que también ellos lo sientan, y entonces irán por ti.
No digas que no estás avisado.
Me llamo Adara. Selena Jackson tengo 15. Pero recapitulemos: había vuelto a mi casa del campamento mestizo, ya que Percy, mi hermano, terminaba el año escolar. Según mi mamá Sally Jackson, le íbamos a contar la verdad sobre nuestra herencia paterna, pero ocurrieron algunos accidentes en el proceso.

—Mamá, volví del campamento— anuncié cuando apenes llegue, pero al parecer ella seguía en su trabajo Sweet on America, una pastelería. 

—Aún no llega mocosa —Percy, pero resultó ser un cretino de primera. Con Percy lo apodamos; Gabe el Apestoso, perdón, pero era verdad. El tipo olía a pizza de ajo envuelta en pantalones de gimnasio. Su olor me repugna, pero sé que mi mamá está con él para ocultar con su olor los misterios que con Percy atraemos.

—¿Percy tampoco llegó aún?— pregunté, aunque ya sabía que no;

—No, pero de seguro ya debe de llegar al igual que tu madre —dijo con un tono de desagrado, aunque no sé a qué le encuentra desagrado, ya que lo único desagradable era él. 

Me fui directo a mi habitación que compartía con Percy. Estaba con cosas de "estudio" de Gabe. Por supuesto, no había nada que estudiar allí dentro, aparte de viejas revistas de coches, pero le encantaba apelotonar mis cosas en el armario, dejar sus botas manchadas de barro en el alféizar y esforzarse porque el lugar apestara a su asquerosa colonia, sus puros y su cerveza rancia. Me tocaba esperar que llegue mi mamá o Percy, entonces me acosté un rato. Cuando me desperté, escuché ruidos de voces; pensé en Percy y mamá; seguí las voces y era Gabe pidiéndole a Percy el vuelto del taxi.

—No tengo suelto —contestó Percy y Gabe arqueó una ceja asquerosa. Gabe olía el dinero como un sabueso, lo cual era sorprendente, dado que su propio hedor debía de anular todo lo demás.

—Has venido en taxi desde la terminal de autobuses —dijo—. Probablemente has pagado con un billete de veinte y te habrán devuelto seis o siete pavos. Quien espera vivir bajo este techo debe asumir sus cargas. ¿Tengo razón, Eddie?

Eddie, el portero del edificio, lo miró con un destello de simpatía.

Dale, Gabe —le dije—. Percy recién llegó, déjalo.

 
—Estupendo —le dijo. Saco unos dólares del bolsillo y los lanzo encima de la mesa. Espero que pierdas.

—¡Ha llegado tu boletín de notas, cráneo privilegiado! —exclamó cuando él volvió—. ¡Yo no iría por ahí dándome tantos aires!

—Ya cállate, Gabe —le gritó mientras agarraba a Percy del brazo para luego abrazarlo—. Te extraño, Perseus.

- yo también Ada - me respondió - como estuvo tu campamento