°•°•| ESTOCOLMO |•°•°

7|『BAÑERA』

4 día.

Al ver que finalmente Andrés terminó sus fideos, tomo el pote de estos vacío como tambien los palillos para tirarlos en el tacho de basura, el cual se encuentra arriba, en la cocina. Apoyo mis manos en la mesada y estiro mi cabeza hacia atrás, soltando un gran bostezo al sentir el sueño como consecuencia de que no he dormido desde hace más de quince horas y lo primero que quiero hacer, es cerrar mis ojos por unas horas. Sin embargo, no quiero alejarme del castaño de nuevo, no quiero pasar más tiempo alejadode él y si tengo que hacer estupideces para quedarme junto a el, entonces asi será.

Con la pocas ganas que tengo, me dirijo hacia uno de los dormitorios que tiene esta casa y traigo conmigo un colchón que usualmente uso cuando estoy torturando a alguien y debo quedarme a dormir aquí. Vuelvo hacia el sótano con este en mis brazos y lo lanzo a un costado de Andrés, quien tiene sus ojos clavados en cada acción que hago pero siempre se mantiene en silencio, y eso es lo que me encanta de el.

Le devuelvo la mirada y le regalo una sonrisa de costado antes de dejar caer mi cuerpo boca abajo encima del colchón. Cierro mis ojos y me pongo a pensar en que esta es la estupidez más grande que he hecho, es decir,¿dormir en el suelo solo porque no quiero estar alejado de Andrés? Por Dios, ni siquiera sé en donde quedó el Ari que si no duerme en una cama que cuesta una gran cantidad de wones, no podria dormir, pero ahora estoy aqui tirado, y no me importa.

Alejo todo tipo de pensamientos y me relajo por completo,dejando que el sueño me gane y me sumerga en lo más profundo de mi mente hasta finalmente dormirme con la sensación de que alguien me mira fijamente en completo silencio.

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Cuando mis ojos se abren de forma lenta, no supe con exactitud cuanto tiempo había pasado desde que me dormí, solo sé que fué bastante porque mi cabeza esta descansada y mi cuerpo ahora se encuentra boca arriba,aunque aún tengo sueño. Mi cabeza se mueve hacia la derecha y mis ojos se encuentran con la mirada del castaño puesta en mi rostro. ¿A caso estuvo todo este tiempo mirándome sin cansarse? Parece que los roles depsicópata y víctima se intercambiaron ante la mirada que me está regalando.

-¿No te cansas de mirarme?-cuestiono una vez que vuelvo a cerrar mis ojos y suelto un suspiro.

-Me aburro-contesta sin importancia-y mirarte es mi pasa tiempo para distraerme, sin mencionar que dormí muchas horas antes de que apareciste.

-¿Si estas aburrido, eso quiere decir que puedo jugar un poco contigo?-abro mi ojo derecho y el izquierdo lo cierro, esperando una respuesta que me satisfaga.

-Depende del juego que quieras jugar-ante esto, me siento en el colchón con rapidez al mismo tiempo en que mi corazón comienza a latir con ferocidad. Y ante su mirada, me levanto finalmente del suelo y me acerco hacia el, poniendome en cuclillas para estar a su altura.

-Quiero tu sangre -hago una pausa y dirijo mi vista hacia sus labios pero de aquí llevo mi dedo índice
hacia sus apetecibles pedacitos de carne y los acaricio lentamente.

-¿Que, eres vampiro?-lo dice en un tono de burla, pero no puedo pensar en su broma ahora, no cuando ya estoy perdido en mi imaginación de como se vería su boca con sangre.

-¿Eso es un si?

No hay respuesta del contrario, por lo que pienso que es un si, así que de forma lenta y sin ningún apuro, llevo mi mano por toda su espalda hasta llegar al bolsillo de su pantalón y tomar el cuchillo que me peternece, el cual Andrés había tomado para desatar las cuerdas. Una vez que traigo mi mano hacia el frente, llevo el objeto hacia su boca y apoyo la punta filosa en su labio inferior con un poco de fuerza, todo esto sin romper la mirada que nos estamos regalando.