Charles paseaba de la mano con su hija Olivia mientras andaban en el centro de la ciudad. Habían aprovechado el día de descanso para ir hacer unas compras y también pasearían por la zona, disfrutando del día como padre e hija.
Solo que Charles había tenido una inquietud desde hace unas semanas atrás, Carlos se había sincerado con él en cuando a sus sentimientos y no sabía que hacer, dándole vueltas al asunto día y noche, durante el trabajo y cuando salía de este, mientras desayunaba y cenaba en compañía de Olivia y cuando conversaban de como fue el día para cada uno.
-¿Oli?
-¿Sí, mami?
-¿Tú... qué piensas sobre papá?- Cuestiona en un tono neutral, esperando su respuesta.
Olivia lo piensa por un momento, hasta que responde.
-¿El papá de Leo?
Charles detuvo su andar, sin comprender a lo que se refería, por lo que Olivia siguió hablando.
-Él me dijo que la última vez que nos vimos que su papi podría ser el mío si quiero, y que si también puede ser mi hermano. En el parque de diversiones se me salió llamarlo papá y él fue muy amable, dijo que estaba bien, y luego me regaló un peluche porque ganó el juego—asintió contenta al recordarlo todo, tratando de pensar si algo más le faltaba.
-¿En serio?- Charles no podía creerlo, seguía procesando todo lo dicho.
Olivia asintió.
-¿Él puede ser mi papá?
-No es algo tan sencillo, cariño. Es algo que, como familia, deberíamos de considerar todos los implicados. Tanto como si él quiere ser tu papá, como si tu quieres aceptarlo en nuestra familia de dos, también si Leo quiere compartir de cierta manera a su papá contigo y verte como una hermana y también lo que opino yo sobre eso.
-¿Y quieres que él sea mi papá?- Volteó a mirarlo con un brillo especial en sus ojos, haciendo que Charles retuviera lágrimas en sus ojos.
Había pasado tanto tiempo preocupándose en las necesidades de su hija que no había tenido tiempo en considerar si una figura paterna le hacía falta en su vida. Él no podía ser madre y padre al mismo tiempo, por el simple hecho de que solo afectúan el lado de ser una figura materna para su hija y así seguirá siendo siempre, no podía fingir ser su padre porque jamás podría ser lo mismo. Pero el escuchar que le llamó a Carlos como si fuera su papá, la aceptación que tienen y lo cómoda que se miraba casa que la cargaba o le regalaba algo en aquella salida le hacía pensar que Olivia ya había encontrado aquel padre que siempre deseó tener en su vida.
Pero, ¿Charles había encontrado al hombre que quería a su lado? Volver a enamorarse y comprometerse no sonaba igual de fácil que cuando tenía un par de años que en la actualidad, como cuando tenía pequeños enamoramientos cada que un nuevo ciclo escolar llegaba y veía por los pasillos algún chico que le sacaba suspiros, o de su mismo salón, algún compañero de aula parecía mejor que todos.
Él ya era un hombre adulto, con una hija a su lado y de la cual había sacado adelante todos esos años, y aunque su hermano y cuñada le cuestionaran en algunas ocasiones sobre que pensaba sobre volver a juntarse, la idea le aterraba.
¿Y si no era suficiente? Aunque no quisiera, por una parte su anterior relación le había dejado demasiadas inseguridades. Dejarle por su cuenta son una recién nacida y sin siquiera dar explicaciones le afectó demasiado, pero jamás sobrepensó la situación debido a que experimentar por primera vez la nueva vida como padre soltero y recibiendo la espalda de sus propios familiares ya era demasiado difícil por afrontar.
Cuántas noches no había llorado mientras mecía a su pequeña en brazos para que pudiera dormir, cuántas madrugadas sin pegar el ojo durante toda la noche porque no sabía lo que su hija necesitaba y solo lloraba desconsoladamente. Había necesitado tanto a alguien que cuando miraba a su alrededor y se percataba que estaba solo, hacía del sufrimiento peor, adaptándose a la idea de que estaba por cuenta propia y nadie iría a su ayuda.
Ahora, el pensar en tener nuevamente a alguien en su vida le aterraba de sobremanera, una parte de él le gustaba pensar en ello, pero la otra temía de que las cosas salieran mal y terminara lastimado. Él podría soportar que lo lastimaran y dejaran, pero no Olivia, ella no podría sufrir si se encontrara con el caso de ser abandonada por quién consideraba una figura paterna.
Soltó un suspiro, necesitaba consultarlo con alguien pero no disponía de un grupo de amigos que lo ayudaran con ese tipo de situaciones, no parecía conveniente molestar a su hermano o mamá con sus problemas de inseguridad y amorosos y el hablar solo tampoco parecía una opción.
Y mientras veía a Olivia jugar en la resbaladilla del pequeño parque que se encontraba por la zona, decidió sacar su celular y presionar el ícono de contactos, buscando un nombre en particular.
Bien, no tenía nada que perder, ¿Verdad? Solo marcaría el número, esperaría que contestaran y aceptaría, tan pronto como pronunciara palabra colgaría y estaría hecho, sin marcha atrás.
Esperó a que la otra línea contestara, escochando el timbre hasta que aceptaron el llamado, la voy de la otra parte sacándole una sonrisa de solo escucharlo.
-¿Bueno?
-¡Carlos! Y-yo, uh ¿Cómo estás?- Cuestionó, golpeándose mentalmente por su titubeo.
-Oh, Charles. Estoy bien, ¿Y tú, pasó algo?- la confusión en su tono de voz era evidente.
-Me alegro, yo igual estoy bien, y no pasó nada así que no te preocupes. Yo solo llamaba porque, lo estuve pensado y quería ver si tu propuesta de la cita seguía vigente, sé que tardé semanas en pensarlo y lo siento, necesitaba mi propio tiempo y ahora que lo consideré lamento que sea tarde.―Confesó con un tono rápido, siendo consciente que estaba divagando realmente. La otra línea quedó en silencio por un largo momento, incluso consideró que le colgó y posiblemente le haya bloqueado el número, pensando que sus palabras sonaba descabellado. ― ¿Sigues ahí?
-¡Sí, sí! Perdón, solo que me tomaste de forma desprevenida, no esperaba que me llamaras y menos aceptando. ¿Estás seguro de ello?
-¿Te arrepientes de tu propuesta?- Su tono de voz disminuyó, presintiendo un rechazo avecinarse.
-No, por supuesto que no. Solo quería asegurarme que estuvieras seguro, nunca fue mi intención presionarte, fui claro en que te tomaras tu tiempo y que te esperaría, lo sigo haciendo y lo seguiré haciendo si así fuera.― Confesó, sintiéndose levemente nervioso.― Pero ahora que aceptaste, me siento afortunado de que lo consideraras y obtener una respuesta positiva. Déjame todo a mí, solo dime que día tienes libre y pasaré a recogerte, prometo no decepcionarte.
Sintió un alivio instalarse en su pecho, asintiendo aunque no podría verlo.
-Está bien, deja checo mis próximos turnos y descansos, te avisaré por medio de un mensaje, ¿Te parece?
-Claro, estaré esperándolo.
-Entonces, ten un buen día, Carlos. Nos mantendremos en contacto.
-Nos vemos, Charles.- Y dicho eso, colgó la llamada.
Y mientras Charles sonreía viendo la pantalla de su celular aún, Carlos descansaba su rostro sonrojado entre sus manos mientras se encontraba en su oficia siendo molestado por uno de sus amigos.
El segundo paso estaba hecho, el resto era historia.
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Figura Paterna | Charlos.
FanfictionDonde el pequeño Leo procura emparejar a su padre que el enfermero que siempre cuida de él en cada visita al hospital; aún y cuando su padre se rehúsa en aceptar sus sentimientos. Mpreg!! Adaptación, créditos a © ggkthaus