Dicen que amar a un vampiro es para siempre. Que la eternidad es un lujo que dos amantes pueden darse. Prometerse estar juntos toda una vida. Pero es solo una fantasía que no se hace realidad. No cuando dos personas, están destinadas fracaso.
Addis...
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Flashback, noche anterior
— Addison, mírame, ¿estás bien?— estaba en el suelo con los ojos cubiertos de lágrimas
— ¿Por que me hiciste esto?— cuestioné sollozado — Me robaste mis recuerdos. ¿Como fuiste capaz?
— Addie...— tomó mi rostro y retrocedí atormentada— Espera...
— Te amaba y tú solo me dejaste ahí. Huiste para salvar tu maldito trasero sin importarte lo que yo sentía o quería.— reclamé y me vió con tristeza
— Tú eres lo que más quería y si el sabía que tenía a alguien que podía hacerme vulnerable, el te hubiera matado para herirme.— se me acercó y puse una distancia — El me odiaba y haría todo lo posible por destruirme, eso significaba tú.— negué con lágrimas en los ojos
— ¿Quien, Niklaus? ¿Quien venía por ti?— insistí y solo me observó sin decir palabra — Te odio y espero entiendas que no va a pasar nada entre nosotros.— retrocedí
— Addison, te amo...— me giré — Jamás pensé decir esas palabras en voz alta. No se las había dicho a nadie en mil años.— me apreté los brazos en el estómago
— Y yo no quiero escucharlas.— voltee a verlo — Perdiste el derecho cuando me dejaste. No digas cosas en vano.— di la vuelta
— Addison, no hagas esto.— seguí mi camino mientras insistía
— Quédate con tus mentiras y secretos. Yo me largo de aquí.— lancé la puerta y se cerró de golpe
Odiaba lo que Klaus me hizo. Lo odiaba por que lo amaba. El huyó por su egoísmo. No intentó llevarme con el o buscarme. El solo se alejó. Para mi, es un patán. Y es difícil olvidarlo.
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— Addie.— Stefan me tocó el hombro y regresé a la órbita — ¿Que pasa? Desde ayer que no has dicho palabra.
— No es nada.— agaché la cabeza — No tengo de que hablar.— suspiró
— Pues, eso aún es más raro, tú hablas hasta por los codos.— sonreí — Ya, en serio, ¿qué tienes?— veo de reojo a Klaus
A ese hombre quiero matarlo y luego bailar sobre su tumba. Mi mente se siente tan corrompida que apenas recuerdo mi nombre
Anoche, Klaus me regresó mis recuerdos y los de Stefan. Súmale que apareció la hermana del lunático ese, Rebekah.
Ella y yo solíamos ser muy buenas amigas. Muy cercanas. Pero ahora ella tiene un carácter del que ni ella misma se aguanta. Quiere linchar a su hermano tanto como yo.
