⋆ ࣪. This Is What Falling In Love Feels Like || Heehoon ﹆ׂׂ

ぅSick ⁰⁶

No había nada más horrible que estar enfermo.

Esa sensación en la que sientes en la que tus inútiles pulmones se quedan sin aire, en la que sientes la temperatura subir por todo tu cuerpo.

Sí, esa misma.

Literalmente se la ha pasado encerrado en su habitación, todos los malditos días en su cama, sin nada que hacer.

《PUTA FIEBRE》

Literalmente morir equivalía a como se sentía ahora mismo.

¿Qué necesitaba? Un doctor, definitivamente NO.

Necesitaba a Sunghoon.

¿Por qué? Fácil, Sunghoon siempre le lleva siete mil medicinas.

Pero pff, ¿quién necesita medicinas o un doctor si tienes a Park Sunghoon cuidándote?

Digo, todos sabemos que-

¡PUM!

Heeseung dio un brinco en su lugar al escuchar un ruido fuerte.

Tal vez muy fuerte...

¡PERO AJÁ!

El punto es, ¿qué se había caído?

El ruido era tan fuerte que no sabía si se había caído algún mueble o el departamento entero.

Escucha unos pasos acercarse hasta su habitación, después escucha a alguien tocar la puerta.

-- Pase. -- Dice con un tono de voz bajito y ronco.

La puerta se abre lentamente y Heeseung mira a su madre entrar a la habitación, apoyándose en el marco de la puerta.

-- Seungie, alguien vino a visitarte.

-- ¿Visitarme? ¿Quién vendría a visitarme? Son las once y media de la no-

-- ¡HYUNG! -- Escuchó a Sunghoon gritar y lloriquear, al mismo tiempo.

Sunghoon corrió hacia dentro de la habitación y abrazó a Heeseung.

Al parecer al menor no le importaba que el mayor estuviera enfermo, pues se había puesto de rodillas para abrazar fuertemente al pelirrojo, que se encontraba echado en la cama.

-- ¿Hoonie? ¿Qué haces aquí?

No hubo respuestas.

-- Respon- ¡OUCH!

Sunghoon le había dado un golpe en el hombro al pelirrojo.

Un golpe un poco-demasiado fuerte, para la impresión del mayor.

-- ¡LO EXTRAÑÉ MUCHO, HYUNG! -- Lloriquea el pelinegro.

Heeseung sonrió.

-- Sunghoon, ¿puedes apartarte? Estoy enfermo, no quiero que te contagies...

Heeseung intentó apartar al menor, pero por más que lo intentaba; el menor parecía no querer soltarse, y forzaba más el abrazo.

-- ¡No!

Heeseung suspiró.

-- ¡Bien! Pero cuando te enfermes, no quiero escuchar tus berrinches.

-- ¡No me importa! -- Aunque el menor tenía su cabeza apoyada en el pecho del pelirrojo, Heeseung pudo sentir el ceño de Sunghoon fruncirse.

-- Lo extrañé mucho, hyung... Necesito abrazarlo... -- Murmura.

Ok.

Tal vez eso hizo que Heeseung se sonrojara y, tal vez, eso también hizo que Heeseung tuviera ganas de comerse entero al menor.