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Danger [Prologo]

—Están en peligro, todos ellos.—debatió el peli negro—No podemos dejarlos aquí, necesitamos protegerlos.

—Eso ya lo sabemos, David—un castaño claro cerró los ojos cruzado de brazos—Pero que podemos hacer? No ahí lugar en donde estén completamente a salvo de él.

—Se nos ocurrirá algo, ya lo verán—hablo ahora una peli café oscuro de tez morena, con una sonrisa escondida detrás de su taza de té—Solo necesitamos más tiempo.

—Tiempo que no tenemos, Diana—una rubia se sentó a su lado, mientras era acompañada por su esposo—Necesitamos encontrar un lugar pronto. Con cada segundo que pasa, los chicos están en más peligro.

—Eso lo sé, cariño—su esposo asintió delicadamente con la cabeza, mientras ponía su mano sobre la de su esposa en un suave intento de ayudarla a calmarse—Y yo creo tener una idea de cómo protegerlos.

—Habla, Lucius.—exigió el peli negro, moviendo su mano impacientemente sobre la mesa.

—Necesitamos mandarlos al campamento.

—Estas demente!—la peli café oscura se levantó alterada de su silla, mientras era acompañada de las miradas sorprendidas de todos excepto la de Lucius—Ese lugar...me rehusó a mandar a mi hijo a ese lugar!

—Es el único lugar seguro que se me ocurre que el Señor Oscuro no sabe.—el hombre no se inmutó ante las miradas sorprendidas de todos sobre el, apretó aún más su mano entre la de su esposa quien también lo miraba sorprendida.

—Debe de haber otro lugar...—el peli café claro susurro perdido, con sus manos enlazadas entre ellas.

—No lo hay, no a menos de que se les ocurra uno antes de que vallan a su sexto año.—el rubio los miró serio, nadie habló—Eso pensé. Es la única forma.

—Pero, esta en Estados Unidos!—la mujer morena exclamó, desesperada—No puedo dejar que mi hijo valla a ese lugar tan horrible y sin clase que esta tan lejos. Y si le pasa algo ahí y no estoy para ayudarlo?

—Lucius tiene razón.—el hombre peli negro cerró sus ojos y se cruzó de brazos, ante la mirada sorprendida de la morena—Ellos estarán a salvo en ese lugar, más que con nosotros aquí en Londres.

—Pero...!—la morena trato de insistir, pero al mirar como todos bajaron la cabeza se quedó callada—Ellos de verdad estarán mejor allá...?

—Si.—el café claro suspiro rendido—Ellos estarán mejor allá, estarán a salvo allí sin el Señor Oscuro a sus espaldas aterrorizándolos.

Todo quedó en silencio, solo se escuchaban los pequeños ruidos de los pavos realizes albinos en el jardín.

—Supongo que no hay nada más que hacer—Narcissa suspiro, con la cabeza agachada—Por su bien, ellos irán al campamento Half-blood.

Todos asintieron, en sus propios pensamientos cada uno.

Eran padres, sus hijos eran lo más preciado para ellos. No les importaba decepcionar al Señor Oscuro, o ir en contra de sus ideales para protegerlos. Por que eran sus hijos, sus vidas, sus tesoros y lo más Preciado que tenían en este mundo mágico.

Y por eso, aunque les duela, los mandaran a Estados Unidos para que estén a salvo de la guerra que se aproxima. Lejos de la muerte y caos que prontamente se acerca, lejos de ese asesino que probablemente los use como armas por su sangre siendo ellos niños.