Camp Half-Blood

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—Deben de estar bromeando—Pansy bufo fastidiada, mientras Theo junto con Blaise y Draco Los miraban con el ceño fruncido.

—No lo estamos—David Parkinson se cruzó de brazos y envió una mirada seria a su hija.

—Ir a Estados Unidos? Están hablando en serio?—Theo los miró incrédulo, mientras Charles Nott asentía con la cabeza.

—Así es, hijo—habló clamado—Ahí estarán seguros.

—Supongo que no tenemos más opción—Blaise se rindió, incluso cuando su amiga Pansy le miró incrédula.

—Vas a aceptar así de fácil!?—chillo molesta, Blaise junto con Draco se cruzaron de brazos.

—Pansy, querida, ellos convencieron a mi madre—Blaise apunto a la mujer morena que estaba a su lado, ella lo miró ofendida—Mi madre aceptó que yo fuera a Estados Unidos sin ella, o alguno de los elfos domésticos.

—Además—se integró a la conversación Draco tranquilo—No tenemos muchas opciones, les recuerdo que una guerra entre el mundo mágico y los Mortifagos del lado con El Señor Oscuro. Estaremos en peligro, todos en el mundo mágico estarán en peligro incluido nuestros padres y somos demasiado débiles para combatir; solo estorbaríamos en esta batalla y pondríamos en más peligro a nuestros padres.

—Draco tiene razón—Lucius se acercó a su hijo junto con su esposa—Estarán mejor en el lugar al cual los mandaremos.

—Pero,—Theo miró a su padre—y ustedes?

—Estaremos bien, El Señor Oscuro no sospecha nada.—Charles lo miró suavemente—Estaremos bien, hijo. No te preocupes, solo será hasta que todo se arregla.

—Lo prometen?—Pansy se rindió, yendo a su padre a abrazarlo con cariño.

—Lo prometemos—le sonrió a su hija, abrazándola con amor y protección.

Todos los adolescentes se acercaron a sus padres, dándoles un abrazo lleno de preocupación y cariño hacia sus progenitores. Ellos los recibieron con los brazos abiertos, dándoles una diminuta sonrisa.

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Estaban afuera del campamento, en el frondoso bosque de Long Island en Estados Unidos.

Muy lejos de Londres, Inglaterra.

—Bien, aquí estamos—Diana Zabini y David Párkinson se acercaron a sus hijos y le abrazó, los demás adultos pusieron sus manos en los hombros de sus hijos.

—Está horroroso—Draco hizo una mueca de desagrado, siendo seguido por Pansy y un asentimiento de Theo y Blaise.

—Pero estarán seguros aquí—Narcissa abrazó a su hijo, quien le devolvió el abrazo resignado.

—Narcissa tiene razón—Charles Nott tomó de los hombros a su hijo—Nada de escapar o planear algo en contra del campamento, eso va para ti Theo.

—Carajo.

—Y nada de tratar de volver con nosotros.—Lucius miró a su hijo seriamente—Nosotros vendremos por ustedes cuando todo acabe.

—Está bien, padre—se resignó Draco, tomando su mochila con algunas cosas necesarias en sus manos.

Sus amigos lo imitaron, cada quien con sus propios pensamientos y razones. Los adultos los miraron angustiados, pero antes de hablar una voz nueva los llamó y los hizo voltear curiosos.

—Buen día, ustedes deben de ser los nuevos—una rubia con piel bronceada y ojos grises tormentosos, una sonrisa amable y cordial se posaba en sus labios.

—Buen día, señorita Chase—David fue el primero en hablar, demostrando una máscara de completa seriedad—Chiron nos dijo que usted nos iba a recibir.

—Asi es—la chica sonrió aún más emocionada, mirando curiosa a los adolescentes—Yo soy Annabeth Chase, recibiré a los nuevos al campamento y les mostraré todas las instalaciones y demás.

—Ya veo, mucha gracias—Diana sonrió cordial, la chica le devolvió la sonrisa—Se los encargamos.

—No se preocupen, estarán en buenas manos—Annabeth miró a los adolescentes que la miraban desconfiados—Como se llaman?

—No te interesa—Draco contesto a la defensiva, Narcissa le dio un ligero golpe en el hombro recriminándolo.

—Se amable, Dragón—le regaño en un susurro, Draco solo bufo fastidiado.

—Yo soy Pansy Párkinson—Pansy se presentó con una sonrisa cordial, mientras sus amigos la miraban confundidos y David sonreía levemente—Disculpa a mi amigo, es un poco desconfiado.

—Lo entiendo completamente—la chica le sonrió nerviosa pero aún así amable—Enterarse que son hijos de dioses griegos de la nada debe ser difícil.

Todo quedó en un silencio pesado, la chica miraba todo curiosa y los adolescentes la miraban como si le fuese a crecer otra cabeza. Se giraron a mirar a sus padres quienes desviaron la mirada casi de inmediato.

—Somos que!?

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⏰ Última actualización: Jun 27 ⏰

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