Capitulo 3

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En el rincón más alejado del salón, naruto se mantenía sentado, observando con desinterés a sus compañeros mientras discutían emocionadamente sobre quiénes serían sus jonin sensei y en qué equipos quedarían. La mayoría de ellos, estudiantes que se graduarían de la academia ninja junto con él, estaban ansiosos por ser emparejados con sus amigos o con algún heredero de un clan prestigioso. Entre los futuros genin había un grupo considerable de niños civiles que, aunque apenas lograron pasar el examen, ahora soñaban con el futuro brillante que les aguardaba en el mundo shinobi. El joven, sin embargo, parecía ajeno a toda esa algarabía. Cerró los ojos y se sumergió en sus pensamientos, recordando lo que había sucedido no hacía mucho tiempo en el bosque.

Aquella mañana, un olor peculiar había capturado su atención. Desde que tenía uso de razón, su sentido del olfato era excepcionalmente agudo, permitiéndole recordar a cada persona por su olor. Era una habilidad comparable a la de los miembros del clan Inuzuka, pero en su caso, su sentido del olfato era aún más refinado. Guiado por esa fragancia inusual, se había adentrado en el bosque con curiosidad.

Al llegar al origen del olor, lo que encontró fue sorprendente: un pollo sin cabeza, con una corbata de moño y la capacidad de hablar. A pesar de su falta de cabeza, la criatura emitía sonidos que resultaban extrañamente fascinantes. Sin embargo, su encuentro con el pollo fue breve. Movido más por curiosidad que por miedo, el joven había acabado con la criatura en un acto reflejo. Después de que la extraña criatura dejara de moverse, se quedó contemplándola, tratando de entender qué era exactamente. No parecía una invocación, pues no podía sentir chakra en ella, a pesar de ser un sensor. La naturaleza del pollo seguía siendo un misterio: algo familiar pero al mismo tiempo completamente desconocido.

Sumido en estas reflexiones, apenas prestaba atención a lo que sucedía a su alrededor en el salón. Sin embargo, fue arrancado de sus pensamientos cuando escuchó la voz de su antiguo maestro. Estaba comenzando a asignar los nuevos equipos genin. Las palabras del maestro le llegaron como un murmullo distante, sin lograr captar su interés. No le importaba mucho quiénes fueran sus compañeros de equipo o su jonin sensei. Había algo más en su mente, algo que le intrigaba más que las habituales preocupaciones de un recién graduado de la academia ninja.

naruto continuaba sumido en sus pensamientos, dejando que las voces de sus compañeros se convirtieran en un ruido de fondo, casi hipnótico. Las imágenes del pollo sin cabeza seguían flotando en su mente, mezclándose con la curiosidad y el desconcierto que había sentido al encontrarlo. Justo cuando el maestro estaba a punto de pronunciar el equipo del joven, la puerta del salón se abrió de golpe, provocando un súbito murmullo entre los estudiantes.

Kenzo y Kaori, sus hermanos, entraron apresuradamente al aula, enfrascados en una acalorada discusión. Kenzo, el mayor, llevaba el uniforme desaliñado y el cabello oscuro despeinado, mientras Kaori, la menor, trataba de alisar su propio uniforme y recogía su cabello en una apresurada coleta. Ambos se culpaban mutuamente por haber despertado tarde y llegar tarde a la asignación de equipos.

—¡Te dije que no confiaras en el despertador! —exclamó Kaori, sus ojos fulgurando con irritación.

—¡Y yo te dije que te acostaras más temprano! —respondió Kenzo, frunciendo el ceño.

naruto, sentado en el fondo, les prestó atención solo por unos segundos antes de volver a sumirse en sus pensamientos. Ignoró el alboroto de sus hermanos y se dejó arrastrar nuevamente por el recuerdo del pollo sin cabeza. La discusión de Kenzo y Kaori, sin embargo, no pasó desapercibida para el maestro, quien, con un gesto autoritario, les ordenó que se sentaran en sus respectivos asientos, uno a cada costado del joven.

—Kenzo, Kaori, basta de discusiones y tomen asiento. Ahora. —La voz del maestro era firme y no admitía réplica.

Kenzo y Kaori, aún con gestos de disgusto, obedecieron la orden y se dirigieron a sus asientos. Kenzo se sentó a la derecha del joven, mientras Kaori ocupó el lugar a su izquierda. Kaori miró a naruto con un puchero, su voz teñida de reproche cuando le preguntó por qué no los había despertado para ir juntos a la academia.

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⏰ Última actualización: Jun 16 ⏰

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