cap 8: El poncho

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La música estaba tan fuerte que hacía rebotar el piso. Estábamos todos muy pegados, transpirados. El lugar era gigante pero no estaba preparado para recibir tanta gente a la vez.
Me deslice como podía hacia el balcón, necesitaba fumar. Habíamos ido a una fiesta con Cato y Paco que prometía ser la mejor del año y era bastante probable porque no faltaba nadie.
Una vez en el balcón me prendí el cigarrillo que estaba deseando desde que llegamos hace dos horas. La combinación entre alcohol y la pastilla blanca con el escudo de Superman hacia que todo de vueltas a mi alrededor.
Me agarre de la baranda del balcón porque sentía mis piernas flaquear. 

-Nos conocemos? - Un chico de ojos marrones y alto me hablaba.

Lo miré intentando entender que trataba de decirme tan cerca y decidí que no me encontraba en el estado para intentar interpretar que me quería decir. Me le acerque y lo bese, el me siguió el beso de forma desenfrenada supongo que contento de saltearse la parte en la que nos presentamos. Me agarro de la mano y me metió de nuevo adentro de la casa. La gente estaba amontonada, bailando al compas de la música. 

Caminamos por entre la gente yo solo lo seguía sin cuestionarme nada.
Todo se veía borroso, pero lo vi. Sus ojos marrones y su pelo rubio suelto parecían brillar resaltando entre la gente. El también me vio y a pasos apresurados ya estaba al lado mío. Mientras en chico de ojos marrones ajeno a esta situación me seguía arrastrando hacia el lado opuesto en el que se encontraba Guido.

-Que bueno que te veo, me quede medio mal el otro día- Guido gritaba para que yo lo pudiera escuchar

-No, yo estoy bien- dije esforzándome para articular las palabras y parecer que me encontraba en todos mis cabales.

-A dónde vas? - Dijo viendo mi brazo extendido y a quien estaba del otro lado tirando del mismo para arrástrame hacia algún lado.

-Nose, pero hablamos después, estoy un poco ocupada- Dije y me volteé para seguir ahora al chico de ojos marrones que se encaminaba hacia la escalera.

Lo ultimo que vi antes de subir las escales fue al rubio en el medio de la pista tratando de volver a localizarme.

-No puedo- le dije al chico mientras me lo sacaba de encima. Habíamos ida a una de las habitación vacías de arriba, pero yo no estaba para esto. Estaba bastante mareada y la verdad es que la estaba pasando mejor abajo, rodeada de mis amigos y disfrutando de la música. 

Cuando baje las escales localice a los chicos en segundos. Me senté junto a ellos en el sillón y tire la cabeza para atrás cerrando los ojos un segundo. 

Guido pensé y me erguí en el sillón para inter buscarlo con la mirada. 

Lo vi en la puerta del baño con una rubia conversando animadamente, muy cerca. Habrá sentido mi mirada porque justo volteo para mi lado. Mantuvimos nuestras miradas unidas hasta que yo decidí romper el contacto visual. 
Creo que es hora de irme.

El clima afuera estaba helado, el cambio de temperatura fue muy brusco. No para de temblar y rogaba a que Jacinto llegue rápido.

Una tela suave y caliente como una sábana me cubrió para devolverme el calor que tanto necesitaba. 

-Me salvaste- Le dije al rubio que se había sacado su poncho para taparme.

-A tus ordenes- Me dijo sonriendo y con sus manos en mis hombros subiendo y bajando para darme más calor.

-A dónde vas ahora? - Le dije mientras me volteaba para verlo a los ojos.

-A tu casa- Me dijo justo cuando vi a jacinto bajando del auto para abrirme la puerta.

Subimos al ultimo piso en silencio. Ni besos ni abrazos. Tranquila agarre las llaves y abri la puerta moviéndome a un costado para que el pase primero.

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