cap 11: Ya es tarde

215 23 7
                                    


No puedo

Lo último que ví fue su espalda alejándose de mi, mis pies estaban clavados por estacas en el piso. Todo el peso de mi vida encima no me permitía moverme. Tarde mucho en entender que me tenía que ir de ahí yo también,pero si me iba significaba oficialmente que esto había terminado.

Abrí la puerta del Camarin, pato y cuti me miraron espectantes tratando de mirar atrás mío. Los había preparo para que venga Nicole, había pasado toda la tarde recordandoles que hoy venía y que se tenían que comportar.

Ví como se erguian en los sillones. Pase solo y me senté.

-se fue- dije ya que no soportaba que siguieran mirando la puerta en pose esperando algo que no iba a pasar.

- que paso?- dijo pato mirándome serio

-nada- respondí y cerré los ojos tirando la cabeza para atrás.

- y porque no vino entonces?- cuentiono pato

No respondí, me quedé en la misma posición, toda nuestra pelea repitiéndose en mi mente una y otra vez. No tendría que haber traído a esa rubia para ponerla celosa, no tendría que haber estado con nicole, no tendría que haberla querido conocer, no tendría.

Mi mente no paraba de dar vueltas y podía sentir a mis hermanos hablando en señas.

-vamonos a casa Guido, ya esta- dijo Gastón poniendo su mano en mi hombro.

Abrí los ojos, ellos estaban de pie mirándome raro.

Me pare agarre mis cosas y me dispuse a irme.

Lo único que alumbraba la oscuridad de mi habitación era el brillo de la pantalla del celular, estaba acostado con el WhatsApp de Nicole abierto hace mucho tiempo. No me movia, no podía. Por mi ventana podía ver que estaba empezando a amanecer, ¿Hace cuanto tiempo estaba en la misma posición?.

El timbre sonó, baje corriendo las escaleras, bajando de dos en dos los escalones, en menos de 5 minutos estaba abajo. Abrí sin ver, no era ella.

-traje desayuno- dijo Gastón levantando una bolsa que tenía en la mano. Me aparte para dejarlo pasar

- me voy a cambiar mientras- le dije cuando lo deje en la cocina haciendo café.

Me miré en el espejo, tenía ojeras oscuras debajo de los ojos las cuales representaba mis tres noches ya sin dormir, el pelo grasoso y desordenado y la misma remera de hace dos días demostraban mi estado lamentable, ahora entendía porque Gastón hizo esa cara cuendo abrí la puerta.

Estábamos uno enfrente del otro, cada uno tomando su café en silencio.

-bueno- dijo Gastón mirándome. Quería que le diga algo

- que pasa? - le dije de mala manera.

-que te pasa a vos- dijo ahora a la defensiva

- a mi no me pasa nada- le dije levantando los hombros y mirándolo serio mientras seguí tomando mi café.

-bueno- contesto Gastón y también siguió tomando su café.

El timbre sonó de nuevo, me alerte y fui rápido a atender.

Pato estaba del otro lado con lentes negros, no solía ser una persona de las mañanas así que supuse que vino directo sin dormir.

Ahora estábamos los tres en la mesa en silencio mirando a nuestras respectivas tazas ya vacías.

-bueno y que mierda paso?- dijo pato mientras se sacaba los lentes cansado del silencio sepulcral que estábamos teniendo.

- que tanto loco, desde cuándo son tan pesados- les dije mientras me levantaba y agarraba las tazas. Ya no soportaba estar ahí sentado.

Dónde vasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora