Ella tuvo la culpa. - Maxley [Adaptación] [CONCLUIDA]

Parte 1: Estúpida fiesta.

Ella tuvo la culpa.

Para Bradley era una estupidez estar sentado donde estaba sentado, pero había pasado los últimos años siendo un fracasado y se dejó convencer de que quería aunque sea por un día, pensar y actuar como un idiota popular... otra vez. Aunque en ese instante se había arrepentido de todo, principalmente de aceptar ir a esa "reunión" en casa de quien sabe quién y de ponerse esa ropa que su madre le compraba para "que se viera más guapo."

Le asqueaban los temas de conversación que esos parásitos tocaban, le asqueaba el olor a cerveza y la música ridícula que se escuchaba de fondo; Pero más odiaba que estuviera por jugar a la botella y que su ex novio estuviera presente junto a su nueva pareja.

Al principio se negó a jugar, sin embargo, su mejor amiga Sofia le había insistido en que participara y él sabía que ella mucho más que él, deseaba vivir como una chica popular aunque sea un día.

— Bien, ¿quién gira primero? —Dijo la supuesta dueña de la casa mientras colocaba la botella al centro del círculo de aproximadamente diez Universitarios, entre ellos, Bradley, Sofia, el ex novio de Bradley y la novia del ex novio.

— Yo. —Dijo un tipo que Bradley no conocía y no le importaba. Estaba en plan, "me valen mierda todos", y trataba de que nadie notará su presencia, incluso se alejaría poco a poco del círculo cuando nadie estuviera prestando atención.

Estaba realmente incómodo porque no sabía que su ex iba a estar presente y porque precisamente llevaba la camisa que usó en su primera cita con él.

Y lo peor de todo es que su ex estaba con su novia, y su novia disfrutaba restregarle en la cara que Max, (así se llama el ex), estaba con ella y no con él. Osea, todo estaba jodido en su vida en ese instante.

— Por favor, Sofi, déjame ir.

— ¡Bradleeey! —Chilló ella como voz molesta, Bradley la miró con odio. — Esto es importante para mí, apóyame.

— ¿Importante?, todos aquí son unos pendejos hipócritas, no pertenecemos a ellos. Y... está Max con la maldita esa, ¡entiéndeme!

— A ver, a ver, ya callense y giren esa botella de una vez. —Dijo la dueña de la casa y todos rieron, así que el tipo que se había ofrecido a ser el primero en girarla lo hizo y el juego comenzó.

Por suerte, después de unos cinco giros la botella no había caído en su dirección y estaba pasando desapercibido, Sofia ya había tenido que decidir entre verdad o reto en dos ocasiones y así varios más.

Estaba aburrido viendo como unas chicas tenían que darse un beso cuando sintió una mirada penetrante sobre su rostro. No quería girar porque sabía que Max era quien lo estaba viendo, y sinceramente no deseaba volver a verlo a los ojos. Así qué simplemente hizo como si nada.

Los minutos siguieron pasando y todos estaban divirtiéndose menos él, hasta que la botella quedó en su dirección y el – en ese momento maldito – universo conspiró en su contra porque quien tenía que preguntarle "verdad o reto" era Jessica, la novia de Max. Todos hicieron ruidos de burla porque sabían que había pasado entre esos tres. Bradley suspiró intentando no matarlos a todos y cuando abrió los ojos vio que Max estaba pasandose las manos por el rostro, sabía que eso era señal de nerviosismo y miedo.