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Bruce Wayne es una persona extraordinaria con un gran corazón y un excelente ser humano, o por lo menos eso es lo que dicen los medios después de que el príncipe de Gotham anunciara la adopción oficial del pequeño Richard Grayson, el único superviviente de los famosos Grayson voladores, los medios se volvieron locos ante la noticia y claro que el pequeño Dick se volvió noticia nacional, Alfred debe admitir que esto es sumamente irritante pues la mansión se vio rodeada de paparazzis las veinticuatro horas del día, no puede salir de la casa sin ser abordado por ellos y no pueden sacar al niño de la casa sin que sean rodeados por esos buitres que solo quieren hacer dinero con la imagen del pequeño niño.

Adaptarse a un nuevo niño en la mansión no es del todo sencillo, Bruce creía que las cosas serian menos complicadas, no esperaba ser despertado en las mañanas por un pequeño cuerpo saltando en su cama y gritando con emoción por cualquier tontería, no había esperado que el niño consumiera tanto tiempo, atención y dinero, porque si, este niño cuesta mucho dinero con sus travesuras.

-Richard baja de ese candelabro ahora mismo- sin mencionar los problemas emocionales que el menor le cuesta, porque claro ver su intento de suiciodio diario le hace pagar extra con el terapeuta.

-Pero señor Bruce mire- respondia el niño- puede ver hasta las fuentes desde aquí

-Ambos veremos la maldita luna si te caes y Alfred nos ve- claro los madrazos no se harán esperar, pero ese niño no parece comprender que la furia del mayordomo es algo que deben evitar, claro como el niño aún no tiene la mala fortuna de hacerlo enfadar no sabe lo que realmente puede sucederles, Bruce no sabe que es peor, si la mirada de reproche que te dice sin palabras todo lo que has hecho mal, la forma en la que comienza a recriminar con esa voz seria que hace tu piel erizar, o cuando simplemente te ordena ir a tu alcoba para tratar con tus tonterías después.

-Alfred dijo que no dijeras esas palabras feas- se quejó el niño desde el candelabro

-Así como dijo que no te podías subir de nuevo- ambos se quedaron en silencio viéndose mutuamente.

-Si no bajas ire por ti - esto parecía divertir al niño pues solo lo observo con esa mirada divertido y juguetona- bien, tu lo pediste voy por ti

Bruce se quitó los zapatos elegantes que tenía y el saco de igual manera, si el niño podía subir entonces él también podría, y así lo hizo, lucho como una lagartija para escalar esa pared en busca de llegar hacia el menor que reía emocionado ante el imposible que ocurre frente a él, es divertido vero reclamar mientras lucha contra la gravedad para llegar a él, pero de alguna manera logró llegar hacia el menor, claro es el maldito Batman sin embargo esta vez estaba en casa y no en las calles de ciudad, además de verse en obligación de evadir las decoraciones de la casa, pues sabe que si las rompe o abolla Alfred le regañara, pero logró llegar junto al niño.

-Te lo advertí- dijo en cuanto lo tuvo enfrente y llevo sus manos a sostener al niño

-Ves que es divertido señor Bruce- respondió el menor quitado de la pena

Bruce no pudo responder pues un crujido se hizo presente obligando a ambos a levantar el rostro hacia las cadenas del candelabro.

-No te muevas- ordenó el mayor abrazando al pequeño

-Señor Bruce- murmuró el niño en sus brazos

Fue una fracción de segundo cuando este terminó por ceder, ambos cayeron al suelo con un golpe firme, doloroso y sordo.

El sonido del golpe fue tan fuerte que hizo que Alfred apareciera corriendo para ver lo que ha pasado, parece alterado y algo asustado, no se le puede culpar, lleva en sus manos una escoba debido a que se encontraba barriendo antes de esto, observó a ambos dirigieron su mirada hacia el mayor con sus enormes ojos centrados en él, analizando sus movimientos o incluso buscando alguna señal de molestia, pero no parecía estar molesto en realidad terminó liberando una carcajada.

-Alfred- Bruce fue el primero en hablar

-No quiero escuchar una palabra sobre esto- interrumpió antes de tenderle la escoba- no quiero una sola mota de polvo, ¿Entendieron?

-¿Puedo elegir el nuevo candelabro?- preguntó Dick sacudiendo el polvo de su cuerpo

-Ya veremos- respondió Alfred con una sonrisa- y amo Bruce, debería ponerse los zapatos

Bruce observó sus pies desnudos.

-No queremos que termine cortando- dicho esto el Britanico se encargó de dejarlos con su nueva labor, Bruce no es el mejor limpiando y Dick tampoco pero seguramente entre los dos podrán hacer un buen trabajo juntos o por lo menos se mantendrán bastante ocupados para evitar los problemas.



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