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(07/04/23) 9:45 am

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(07/04/23) 9:45 am

El rostro levemente enrojecido por los rayos del sol que descansaban en la piel de la mujer pronto terminaron por despetarla.

La respetada leyenda en el arte del bio-terrorismo; Ada Wong.

La cual terminó por vender su libertad a cambio de seguridad.

No podía decir que se arrepentía, puesto que después de tantos años de soledad había algo gratificante en despertar al lado de otra persona, de ser abrazado y besado hasta que juras que son la misma persona, de esperarlo en cama a que el fuera quien subiera su desayuno y la única persona con la que sintiera que podía compartir sus secretos más íntimos.
Incluso si no era "el" era suficiente, después de todo, nunca podría haberle dado paz a nadie hasta que estuvo vulnerable.

Estaba sola en el mundo. Su familia le dio la espalda ya muchos años atrás, su trabajo como mercenaria había acabado desde que Carla le jodio la vida. Todos querían la cabeza de Ada Wong y ella no se las iba a dar sin pelear. Hasta que finalmente terminó volviendo a donde empezó.
A los brazos de Chen Ming.

Un Chino de alto rango poco agraciado pero que estaba totalmente enamorado de aquel misterio, desde que la conoció en su plena juventud cuando ambos asistieron a una universidad la vida de aquel hombre nunca sería igual, dos meses de el comienzo de la escuela aquella mujer cuyo nombre no podemos revelar (puesto que solo pocos conocen), terminó huyendo para nunca regresar, nunca había logrado sacársela de la cabeza y no es que lo podamos culpar, pues al final del día no fue el único. A pesar de sus caminos separados que terminaron tomando, Ada como mercenaria y el como un CEO de otra empresa que no hace nada más que repetir los pasos de Umbrella, siempre mantuvo un ojo en ella a través de los robos que el mismo permitía que ocurrieran en su misma empresa, pues sabía que a pesar de ser una amenaza seguía habiendo algo de humanidad en ella y por eso dejaba que lo tomara todo en charola de plata para evitar lastimar a la mujer que amaba. Así que Chen Ming pasó de pasar noches interminables con mujeres a estar en cama con su bella mujer. La cual consiguió a través de comprar su amor, o si es que así se le podía llamar a lo que tenían.

Pues todo lo que eran no eran nada más que mentiras.

Ada necesitaba una nueva identidad y el la quería a ella. Era la mejor (y única) salida de Ada.

Tenía 50 y los años comenzaron a pesarle, lo mejor era sentar cabeza y aceptar que para ella no había lugar en aquel mundo si no era al lado de aquel hombre. Aún así, a veces en estas mañanas donde ella despierta antes, se permite cerrar los ojos y pretender que los brazos de alguien más son quien la rodean y que las respiraciones ligeras tenían el aroma cítrico de aquel hombre.

Al final del día ambos se extrañaban, pero no era de esperar que ambos vivieran de esta manera, pues al final siempre lo hicieron.

Ada desde lejos observando a Leon y Leon siempre esperando a Ada.

-"𝐩𝐞𝐚𝐜𝐞"ᝰ (𝗮𝗲𝗼𝗻)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora