-"𝐩𝐞𝐚𝐜𝐞"ᝰ (𝗮𝗲𝗼𝗻)

- 𝜗2𝜚ᯓ

(06/04/23) 6:43 pm

La puerta blanca de aquel apartamento dio paso a aquel agente que comenzaba a desmoronarse por la lluvia, aún así, se cerró tan rápido como se abrió, dejando un portazo llenando el poco silencio que la lluvia dejaba.

Todo el apartamento estaba hecho un desastre, botellas de whiskey en la mesa que estaba frente al televisor, también su cocina estaba hecho un desastre, quesos fuera que se había resignado a comer por su poca estabilidad ya quería intentar una pasta que su madre hacía cuando el era pequeño con queso parmesano barato, pero en su intento de hacerlo más auténtico y "delicioso" (no estaba en sus 5 sentidos cuando decidió eso), compró una rueda de parmesano y terminó fracasando en su intento de pasta, pues en cuanto logró abrir la rueda de queso lloro abrazando una almohada debido al olor tan diferente del queso que su madre solía usar. Había ropa tirada por todos lados, algunos restos de comida y del propio queso en el suelo, zapatos e incluso un vidrio roto. Ese apartamento suyo era un reflejo de su mente, un desastre que nunca se tomaba el tiempo de limpiar u ordenar, solo de garantizar que siga siendo habitable.

Las ventanas estaban empañadas por dentro por la calefacción del apartamento pero aún así se encontraba cubierto de gotas, podía jurar escuchar los pasos de su vecino y del gato de la pareja de ancianos que vivía un piso por abajo, no había luz que iluminara su llegada, ni nadie que lo esperara, definitivamente esta no era la manera en la que esperaba vivir a sus 40's.

Esperaba volver a casa después de un largo como su deber de policía (tal y como siempre lo había deseado), ser recibido por su esposa y una niña pequeña que corriera a sus brazos con emoción, tener un perro al cual sacar a pasear una vez haya acabado la tarea con su hija mientras que su esposa preparaba la cena, deseaba regresar a casa de la mano con su hija y su perro para finalmente tener una cena agradable, tomar una ducha, arropar a su pequeña princesa e ir a la cama con su esposa, tener una charla para demostrarle que incluso después de cierto tiempo de que su amor comenzara ese cariño permanecería ahí al igual que preocupación por ella y su bienestar, finalmente su día terminaría en los brazos de ella.

Nada de eso termino pasando.

Ahora estaba solo, la mujer que amaba estaba perdida por el mundo y la mujer que jura que es su alma gemela no es nada más que una pareja pasajera y casual, aunque sabía que si se lo pedía a Claire estaría dispuesto a hacerlo, estaría dispuesta por ayudarlo, y aunque parecía mentira, Leon terminó amándola al igual que ella lo hacía, sus besos pasaron de ser desesperados a cariñosos, sus noches en hoteles dejaron de ser solo eso y comenzaron a ser citas que pocas veces terminaban en intimidad y en cambio finalizaban en palabras cariñosas mientras comenzaban a caer dormidos. Su amor fue recíproco pero la carta repentina de su querida mercearia solo sirvió para recorarle a quien le pertenecía.