Prohibido || Narusasu

Naruto, estas raro

-Llegue- anunció Naruto mientras abría la puerta para agacharse a desatar la correa de kurama. Apenas soltó la correa de kurama este salió disparado alegremente a saludar a todos los presentes en casa.

-¡Hijo!- su madre también salió hacia la entrada de la puerta para recibirlo con alegría. Naruto apenas la vio la abrazó y se separó de ella para mostrarle las fresas que le había traído. Los ojos de la pelirroja adoptaron un brillo inexplicable apenas divisaron el vaso de plástico que contenían las fresas que su hijo le había traído, como un niño cada vez que veía un juguete que le gusta.

-¡¡ERES UN AMOR, DATTEBANE!!- chilló arrebatándole el vaso de plástico a su hijo para caminar en dirección a la cómica en busca de una cuchara para poder comerse el presente que le habían traído.

-Con que aquí estás- demando inquisitivamente kiba mientras entrecerraba sus ojos al verlo.

-¿por qué tardaste tanto, viejo?- preguntó shikamaru perezosamente mientras le acariciaba las orejas un complacido kurama que no dejaba de mover la cola por las caricias que estaba recibiendo.

-Solo me tarde yendo a comprar las fresas para mi mamá, esta embarazada por si no lo recuerdan, y eso significa que debo traerle algo si o si- respondió con simpleza mientras se encogía de hombros.

-Naruto, estás raro- afirmó kiba sin apartar su mirada inquisitoria de él

-Se supone que soy raro- Naruto solo rio ante el comportamiento de sus amigos mientras tomaba asiento en el sillón blanco de la sala.

-Si, pero lo estás más que antes- la voz de Sai lo hizo tensar las cejas y abrir la boca con indignación.

-Hablo el raro mayor. ¿Tú no tienes que estar con tu novia o algo?- contrarrestó Naruto mientras tomaba el cojín que estaba a su lado y lo lanzaba en dirección a sai en un intento de pegarle con este, pero él lo esquivó rápidamente.

-Él a pesar de tener novia no se pierde, ni mucho menos pone excusas para no ir a los planes o irse temprano de ellos, ¡¡y tú que ni tienes novia si lo haces cuando debería ser todo lo contrario!!- bramo kiba del enojo mientras se levantaba del sillón y hacía una pausa para supirar mientras volvía a sentarse. -En verdad no se que es lo que te pasa. No sales con nosotros, aveces te desapareces en cualquier lugar y luego no podemos encontrarte, y no sales con nosotros para quedarte en casa, ¡¡porque la señora Kushina nos dijo que tú siempre sales!!- concluyó mientras volteaba su rostro hacia otro lado como señal de indignación con su amigo rubio.

-No es eso, chicos. Les prometo que no pasa nada, ya cálmense- suplico volteando a ver a cada uno de sus amigos. sai solo lo miro inexpresivo, shikamaru le dedicó una rápida mirada para continuar con su tarea de darle amor a kurama y luego están kiba, que se dignó a mirarlo de reojo mientras Naruto le ponía cara de perrito triste.

-¡Ay!, está bien. Te perdono- exclamó derrotado kiba para después sentir como el cuerpo del rubio se abalanza sobre él mientras reía.

-¡AY, NARUTO!, ¡YA VAS A EMPEZAR!- gritó en vano mientras trataba de quitárselo de encima, pero el rubio no tenía ni la menor intención de hacerle caso.