Prohibido || Narusasu

Ventana

Naruto había estado pensado en Sasuke todo el día. Intento volver a hablar con él en la escuela, hasta lo busco en la salida, pero el azabache pareció haberse esfumado. Él sabía que lo estaba evitando, así que no tuvo más remedio que ir a su casa, corriendo el riesgo de que su hermano o su padre lo vieran.

Llego a la casa de Sasuke y miro a su alrededor, asegurándose de que no hubiera nada cerca. La casa estaba oscura y silenciosa, cosa que le indicó que los padres de Sasuke estaban durmiendo.

En lugar de llamar a la puerta, como siempre, se acercó al gran árbol que había subido un sin fin de veces atrás. Subió con facilidad, intentando hacer el menor ruido posible para que Sasuke no se diera cuenta de que estaba ahí.

Al llegar a la rama más alta, Naruto se estiró y abrió la ventana del cuarto. Se deslizó dentro de la habitación, cerrando la ventana tras él.

Sasuke se encontraba acostado en su cama, arropado hasta la cabeza. Al escuchar el ruido de la ventana se quitó las sábanas de encima rápidamente, se dio la vuelta y pudo ver a Naruto de vio en su habitación.

-¿Qué crees que estás haciendo?- Preguntó con la voz baja y tensa.

-Sasuke, por favor. Escúchame. No podemos estar así. Tú no quieres esto, y tampoco- Hablo con la voz entrecortada, intentado acercase a Sasuke, pero este solo negó con la cabeza.

-Vete, no quiero verte- Sasuke lo miró durante algunos segundos, y luego se dio la vuelta, cerrando los ojos.

Naruto se sintió desesperado ante las palabras de Sasuke, así que se acercó a él, agarrándolo de los hombros, y lo besó.

Al principio, el azabache se resistió, se mantuvo tenso y rígido. Pero el rubio no se detuvo, lo siguió besando, moviendo su boca con desesperación sobre la de Sasuke.

De repente, Sasuke no pudo más y se relajó, su cuerpo cedió ante Naruto. Su boca se abrió, permitiéndole profundizar el beso al contrario.

El rubio se sintió eufórico por haber logrado su cometido. Por otro lado, el azabache se sentía molesto consigo mismo. No quería corresponderle, no quería sentir más nada, no quería besar unos labios que habían sido tocados por la estúpida de Hinata. Pero su cuerpo parecía tener mente propia, y se encontró correspondiendo el beso con la misma pasión del otro.

Finalmente, se separaron, jadeando y mirándose con una mezcla de emoción y confusión.

-Te odio- Escupió sin pensarlo, sabiendo que era la mentira más grande que podía decir.

-Yo te amo- Rio el rubio, volviendo a agarrar el rostro de Sasuke para besarlo nuevamente, pero el azabache lo detuvo.

-Si te vuelvo a ver hablado con esa estúpida niña te juro que te mato- Amenazo, tomando el rostro del rubio con una mano, mientras lo miraba de forma amenazante.

-Lo que tú digas, amor- Naruto sonrió, con su corazón latiendo de emoción. Amaba a Sasuke como nunca había amado a alguien en sus cortos 16 años, de verdad no podía perderlo.

-Entonces... ¿lo perdonaste?- Preguntó Karin, mirándolo con una expresión sin pizca de gracia en su rostro.

-Ya lo sé, pero él no la beso a ella de todas maneras, por eso lo perdoné-Respondió Sasuke mirándola con aburrimiento, pasando la página de su libro de matemáticas. -Ahora, déjame tranquilo. Necesito estudiar para rendir el examen de matemáticas- Exigió, con su típica cara de pocos amigos.

-Está bien- Se rindió la pelirroja. Sabía que era un caso perdido, y si seguía hablando lo más probable es que se llevaría un golpe de Sasuke por ser tan intensa, como decía él.

A la hora de la salida Sasuke se encontraba esperando a Naruto, había prometido que lo ayudaría a estudiar en la casa del rubio para lo exámenes que se aproximaban, pero Naruto se estaba demorando más de lo normal.

A lo lejos, pudo escuchar la escandalosa risa de una chica, chica que después se dio cuenta de que era Hinata, quien estaba hablado con los amigos del rubio.

Inmediatamente frunció el ceño, su risa era realmente escandalosa e insoportable para Sasuke.

La mirada del azabache se suavizó rápidamente al ver como el rubio salía corriendo de la entrada de la escuela, llevaba la camisa desencajada y la mochila abierta sobre su cabeza, con un montón de papeles cayéndose de este.

-¡Naruto!- Le llamo Kiba, haciendo que el mencionado parara en seco y se quedará mirando al azabache.

El ceño de la mandíbula de Sasuke se tensó, podía percibir las miradas de los amigos de Naruto sobre ellos, lo cual provocó que el rubio percibirá una mirada por parte de él que entendió como "ve", y se dirigió a su hogar, maldiciendo internamente a las amistades de su pareja.

-¡Oye!, ¿acaso ibas para donde el uchiha o que?- Pudo escuchar Sasuke desde lejos, logrando que una que otra lágrima brotara de sus ojos. Podía mentirle a Naruto diciendo que no le afectaba el hecho de no tener una relación pública, pero no podía mentirle a su corazón el mal que eso le hacía.

-No, ¿de qué hablas?- Rio nerviosamente, mirando disimuladamente como el azabache se iba caminando.

-Y entre otras cosas, ¿ustedes que?- Preguntó, empujando a su amigo rubio en dirección a la Hyuga, quien lo miraba con un notorio sonrojo.

-Este..., ¡Tengo que acompañar a mi mamá a hacer unas cosas!, ¡Ya saben como se pone si no hago caso!- Se excusó, acomodando su mochila para luego salir corriendo en dirección a la casa de Sasuke.

-Dios, ¿qué le pasa?- Preguntó ino, ofendida por la actitud evasiva del rubio.

-Creo que simplemente no le gusta Hinata- concluyó el cabeza de piña, quien se había percatado de las miradas que los novios en secreto se habían dado.

-¡¿Qué dices, amigo?!, ¡Hinata es hermosa!- Exclamó enfadado, dilatando sus fosas nasales en señal de descontento, mientras abrazaba a la mencionada
por los hombros.

-Solo digo lo que veo. Ella puede ser hermosa pero él no está obligado a corresponderle- Bostezo Shikamaru, restándole importancia a lo que estaba pasando.

La ojiperla solo bajo la cabeza, escuchando la voz de Shikamaru en su cabeza. Ella verdaderamente no entendía que pasaba con Naruto y Sasuke, pero sabía que algo pasaba ahí, ella no era tonta por más que lo pareciera.