𝙲𝚊𝚙 - 𝟷𝟻

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Finalmente luego de una larga hora de espera abordamos el avión, mis nervios estaban de punta... Como desearía que nada de esto hubiera sucedido...

Cody dormía pacíficamente en su sillita, mientras yo no podía pegar el ojo, eran evidentes mis nervios y angustias, no sabía que hacer más que pedirle a Dios por que mi hombre esté bien.

Pau: Jade... - Llamó suavemente desde el asiento de atrás.

- ¿Si?...

Pau: Sé que esto no es fácil para ti... Pero porfavor, ten un poco de paciencia, trata de tener la calma...

- No puedo.... No puedo, mi esposo está en grave peligro y es mi culpa...

Pau: ¿Tu culpa?...

- Si... Por dejarlo solo...

Pau: Estas bromeando... ¿No?... No es tu culpa, Jade, él tiene que pagar por el error que cometió...

- Pero fuí demasiado cruel...

Pau: No lo fuiste... Solo actuaste correctamente, no permitiré que te culpes y cargues por sus errores... - Suspiré suavemente.

- Lo único que quiero es estar con Bill...

Pau: Pronto, solo ten paciencia...

Apretó suavemente mi hombro de manera tranquilizadora. Me sumí profundamente en mis pensamientos... Aquellos bonitos recuerdos donde era feliz...

Años antes, 2009, 12 de diciembre...

Narrador Omnisciente

- Mira lo que traje...


-¿Qué es? - Preguntó la rubia con curiosidad al ver la pequeña bolsa roja de regalo.

- Ábrelo...

- Oh... Por Dios... - Tomó en sus manos las pequeñas medias tejidas blancas de lana suave y caliente. - Es hermoso...

- Lo és... Salía de un ensayo y las vi, así que las traje para nuestro pequeño... - Abrazó a su esposa desde atrás, sus manos sostenían el pequeño bulto en su vientre.

- Es muy tierno... Aunque aún no nace, ¿Sabes?...

- Lo sé... - Rió suavemente - Me emociona demasiado que nazca... Ya quiero verlo, tomarlo en mis manos...

- Mmm, Eres muy dulce cuando hablas así...

- Si... Pero tendrás que darme atención también...

- ¿A que te refieres?...

- A que cuando el nene nazca, yo me encargaré de hacerte otros tres niños más...

- ¡¿Tres?!

- Entonces cuatro...

- Bill...

- Es broma... - Rió entre dientes, plantandole un suave beso en el cuello a su chica - Pero si quieres no lo es... - Susurró en su oído.

𝐄𝐝𝐢𝐭𝐚𝐧𝐝𝐨 - 𝙱𝚒𝚕𝚕 𝚔𝚊𝚞𝚕𝚒𝚝𝚣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora