-Está lloviendo -murmuró Taehyung. -Déjame estar un momento a tu lado, y me marcharé.No se movían, ni siquiera respirában. De
pronto, sin darse cuenta, se abrazaron y Jungkook lo besó. Con un fervor tan ardiente, que Taehyung no pudo dejar de corresponderle, a pesar de que no quería hacerlo. Ya que Taehyung pensaba que ¡Eso era malo, perverso! Y,
sin embargo, no quería que él se detuviese. El hombre que dormía dentro de él se despertó, queriendo lo que él creía que debía tener, y él, la parte reflexiva y calculadora, le apartó.-¿Qué estás haciendo? Pensé que habías dicho que esto no volvería a ocurrir.
-Tú has venido... -dijo roncamente él.
-¡Pero no para esto!
-¿De qué te imaginas que estoy hecho? ¿De acero? Tae, no vuelvas a hacerlo.
Taehyung lo dejó y se fue a su cama y lloró, porque él estaba al final del pasillo y no a su lado para despertarle si tenía una pesadilla. No tenía a nadie que le consolase. A nadie que le diese fuerza. Entonces, las palabras de su madre vinieron a acosarle con un terrible
pensamiento: ¿Se parecía tanto a ella? ¿Iba a ser un hombre del tipo enredadera, que siempre necesitaba que alguien le protegiese? ¡No! ¡Él se bastaría a sí mismo!Al día siguiente cuando el doctor Yoongi le trajo a Taehyung cuatro cuadros para que los pintase, en los cuales Taehyung pensaba pintar a bailarines en diferentes actitudes para posteriormente colgarlos en la pared. A Bahiyyih le trajo un jarro de cristal opaco con delicadas violetas de plástico. Se había enterado ya de la afición de Bahiyyih a las cosas rojas o purpúreas.
-Hagan lo que puedan para encontrarse bien en esta habitación -les dijo-. Si no les gusta el color de las paredes, lo cambiaremos en la primavera próxima.
Taehyung le miró fijamente y pensó:
En primavera ya no estarían allí.Bahiyyih siguió sentada, sosteniendo su jarro de violetas artificiales, mientras Taehyung hacía un esfuerzo para decirle al médico lo que tenía que decir.
-Doctor Yoongi, no estaremos aquí en la primavera; por consiguiente, no podemos apegarnos demasiado a las habitaciones que usted nos ha
destinado.Él estaba en la puerta, a punto de salir, pero se detuvo y se volvió a mirarle. Era
alto, quizás un metro noventa, y sus hombros eran tan anchos, que casi llenaban toda la puerta. -Creía que esto te gustaba -dijo, en tono pensativo, fría la mirada de sus ojos.-¡Claro que me gusta! -se apresuró a responder Taehyung-. Nos gusta a todos, pero no podemos abusar de su bondad.
Asintió con la cabeza, sin decir palabra, y se marchó, y Taehyung se volvió y vio que Bahiyyih le miraba fijamente y con gran hostilidad. El doctor llevaba cada día a Bahiyyih al hospital. Al principio, ésta había llorado y se había negado a ir si Taehyung no la acompañaba. Urdía fantásticos cuentos sobre lo que le hacían en el hospital y se quejaba de
las muchas preguntas que le hacían.-Nosotros nunca mentimos, Bahiyyih; tú lo sabes. Los tres nos decimos siempre la verdad, pero no hemos de contar a todo el mundo lo que pasamos allá arriba..., ¿sabes?
Ella lo miró fijamente, con sus ojos grandes y asustados. -Yo no le he
dicho a nadie que Kai se fue al cielo y me dejó. Sólo lo he dicho al doctor Yoongi.-¿Se lo dijiste a él?
-Tuve que hacerlo, Tae.
Bahiyyih hundió la cabeza en la almohada y se echó a llorar. Por tanto, el doctor sabía ahora lo de Kai, y que se suponía que había muerto de pulmonía en un hospital. ¡Qué tristes estaban sus ojos cuando interrogó a Jungkook y a Taehyung, pidiéndoles detalles de la enfermedad y la muerte de Kai!
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𝐏𝐞𝐭𝐚𝐥𝐨𝐬 𝐚𝐥 𝐕𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 (Flores en el Atico#2)
FanfictionLos hermanos Dollanganger se enfrentan a un mundo cruel y despiadado después de escapar del sórdido encierro en el ático. Se sumergen en un oscuro juego de manipulación y seducción, mientras luchan por resistir contra los deseos prohibidos que arden...