Sanha no pudo evitar retroceder dos pasos por el escalofrío que se instaló en su pecho. Ahora ver como cambiaba su semblante le hizo sentir miedo.
Si decirle la verdad fue todo un martirio para él, ahora tener que tomar ese tema de conversación era mucho más. No sabía el destino, el rumbo de vuelo que tomaría la situación. Aunque deseaba con su corazón que sea bueno, que pueda recuperar su vida. Siempre ha necesitado de él, y ahora más que nunca.
Moonbin se acercó lentamente, rompiendo la pequeña distancia. Le dolía el corazón, estaba rasgando su alma.
- Pienso que podemos darle tiempo a lo del divorcio - empezó a decir afligido. Sanha lo encaró agrandando los ojos. Un sudor frío recorrió su cuerpo.
- ¿Có-cómo así? - tartamudeo.
Moonbin lo miró con algo de pena. Tenía el rostro a punto de contraerse, pero se contenía con las pocas fuerzas que le quedaban. Aunque estuviera enamorado más que nunca, las cosas no podían ser así. Él tenía que ser conciente.
- Necesito que... Nos demos un tiempo - soltó con pesadez, en un tono bajito. Esas palabras terminaron de destruir su corazón.
- ¿Qué? ¿Por qué? - expresó atónito.
Moonbin respiró hondo.
- Necesito pensar las cosas y yo creo que tú también. Aunque... Sé que todo lo ha sido una mentira, no dejé de sentirme mal. No me mal entiendas, te amo, eres mi vida - confesó con amor, mirándolo verídico - Pero quiero que busques ayuda, quiero que puedas sanar de todo esto.
Sanha se negaba a creerlo
- P-pero... Bin - se acercó con cautela, lagrimeando- Yo te amo, quiero estar
contigo.- Y yo también - confesó triste - Te amo como no tienes ni idea Sanha. Pero también... No puedo hacer de cuentas que no ha pasado nada y seguir. Quiero... Quiero que estés respuesto, quiero que vuelvas a ser mi Sanha alegre. No ayudaré en nada estando contigo. Te sentirás presionado para sanar, querrás estar conmigo íntimamente aún sintiendo esas malditas inseguridades y no será porque ya me tengas la confianza suficiente, si no por obligación de pensar que llevo mucho esperando por ti.
Sanha negó, retrocediendo está vez. Le dolía demasiado escuchar esas palabras. No quería estar lejos de él, tampoco quería admitir que tenía razón. Era egoísta. Deseaba tenerlo a su lado, aún sabiendo que era verdad.
- Entonces... ¿Esto es lo que quieres?
Esa pregunta para corroborar las cosas hizo que Moonbin se quemara por dentro. Ver la tristeza y angustia en su rostro era más de lo que creía que podía soportar, pero estaba convencido de que así tenía que ser. Asintió levemente, dejando salir una lágrima.
Si dijera que no tenía ganas de aventarse a sus brazos, sentir su calor y perderse en su aroma estaría mintiendo.
Era todo lo que amaba ahora, lo único. Pero no podía ser un bastardo egoísta.
Además... Él tenía mucho que pensar. Tenía que intentar alejarse nuevamente del alcohol que cada vez más lo atraía como abeja a flor. Aunque de una manera oscura y turbia. Nuevamente a un lugar lleno de sombras, espejismos momentáneos sobre una felicidad deseada que no hacía más que hacerlo sentir miserable al volver a la realidad.
- Bien - se dió la vuelta, sollozando. Moonbin deseó acercarse, pero se detuvo abruptamente, sólo pudiendo apretar los puños con ansiedad - Y-yo pensé que nosotros... - su voz salía ahogada, temblorosa, llena de dolor y miedo - Olvídalo - lloró resignado - Está bien. Si deseas que nos demos un tiempo, entonces que así sea.
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¿Honey Moon? 𝙱𝚒𝚗𝚜𝚊𝚗
Short StoryUna pareja de recién casados estaba a punto de tener su noche de bodas. Todo iba bien hasta que el miedo y las inseguridades atacaron la mente de Sanha, impidiendo que se consuma la luna de miel. Trayendo a continuación, problemas al matrimonio. ⋆ M...