Desde que los combates entre Acnologia y el Leviatán terminaron Ignia no tenía muchos métodos para entretenerse, estaban las visitas que Selene le solía hacer, pero para él eso no era suficiente, anhelaba encontrar algo que le diera diversión sin tener que meterse en problemas con Acnologia y al final lo encontró.
Desde el trono de su inmenso castillo podía ver todo lo que sucedía en el mundo y el dios dragón tuvo un primer plano de lo que el hijo bastardo de Lucifer le hizo al primogénito de Adán, parecía que sin importar cuanto lo intentaran los ángeles el bastardo traidor siempre encontraba una forma de arruinar más la creación.
Ignia esperaba ver una mirada sádica en los ojos del hijo de Lucifer, pero para su sorpresa lo único que veía era el shock y el miedo por lo que acababa de hacer, parece que Adán crió bastante bien a ese chico, pero no pudo evitar que su sangre maldita actuara.
Vio el castigo que le impuso el cielo, no era solo un castigo puesto por los arcángeles, ellos solo eran los mensajeros, ese castigo fue puesto por el propio creador.
Ignia vio cómo Caín corría y se alejaba de su familia, buscando satisfacer su aburrimiento decidió seguir al chico y durante 400 años fue testigo de los diversos intentos de suicidio de Caín.
Tenía que decir que el chico era creativo para intentar buscar su muerte, aún le hacía gracia la ocasión que se tiró por un precipicio directo hacia al mar, donde terminó por ser tragado por un tiburón antes de tocar el agua, solo para encontrarlo inconsciente en la orilla de una playa 2 semanas después.
Y ahora se encuentra frente al mocoso que ha observado por más de 4 siglos, hablándole y contándole una parte de la historia de la creación y ahora debe responder una pregunta que si era honesto esperaba que se la hiciera.
Él no era un fanático del romance o el amor, pero durante todo el tiempo que ha observado este mundo, no había visto un amor más puro que el que Adán y Eva se profesaban, lo único que había visto similar a eso, era la relación de Acnologia con Irene o el amor de Adán y Lilith antes de la aparición de aquel enano.
Por eso le causaba gracia la pregunta del chico, estaba seguro que Eva preferiría suicidarse antes que traicionar a Adán y viceversa.
Pero el sabía que el chico quería respuestas así que en vez de decírselas se las mostraría.
Ignia: mira al cielo.
Caín le hizo caso y vio cómo nuevamente las llamas eran manipuladas, para empezar a mostrar escenas del pasado.
Caín iba a obtener las respuestas que buscaba, pero muy probablemente esas respuestas le den un giro a su vida.
El fuego empezó a mostrarle las imágenes de lo que sucedió hace ya bastante años y se apagaron en el momento que Lucifer atravesó el portal.
Ignia volteó a ver al joven el cual se encontraba en shock por lo que acababa de presenciar, aunque esa sorpresa inicial fue reemplazada rápidamente por las ganas de vomitar y Caín soltó todo el contenido que poseía en su estómago, tardó tanto en sacar todo el contenido que Ignia juraba que estaba intentando vomitar sus órganos.
Después de un par de minutos lo que siguió fueron los gritos ahogados del joven al saber la verdad, él no era hijo de Adán, era hijo de aquel repugnante ser, pero lo que más le asqueaba era saber el método de su concepción ese maldito había abusado de su madre.
Caín levantó sus brazos y se miró así mismo antes de hacer algo que ni Ignia se esperaba.
Caín alzó sus brazos y con una fuerza que no sabía si era de su parte humana o de su parte angelical se atravesó el pecho directamente donde estaba su corazón y se lo arrancó con fuerza.
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El primer asesino de dragones
AcciónDespués de una vida llena de alegrías, tristezas y demás emociones el primer hombre se despide de su familia y se embarca en una misión donde conoce a un ser que que lo ayudara en esta y en la otra vida. Adán podrá vengarse del quien le hizo daño a...