Capítulo 12

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"Dos reyes que se reconocen son dos reyes destinados a morir..."

Instituto Lothric.

Era una mañana nublada como de costumbre en esta ciudad la cual no parecía conocer el Sol. Siempre el ambiente parecía enturbiado, como si fuera consciente de que esta ciudad estaba llena de turbios sucesos y secretos.

Esta vez había venido en el auto con el chófer, luego de lo ocurrido en los días anteriores no me había cruzado con ninguno de los odiosos hermanos.

Y menos con el.

Dylan.

El recuerdo del beso aún me provocaba escalofríos, y cuando me detengo a sobrepensar con qué objetivo fue , siento que me da dolor de cabeza al no comprenderlo.

Al entrar a los pasillos del instituto me dispuse a ir a mi casillero. Cuando intentaba abrirlo se acercó a mí a quien tanto había esperado.

Adrien.

-Hola Jaden, ¿que tal el fin de semana?.- dijo con naturalidad.

-Una puta mierda.- solté sin escrúpulos.-

Note como su mirada decaí en un gesto de ¿tristeza? ¿agobio?, no supe descifrar.

-Imagino lo difícil que debe ser...vivir con esos...-pausó dramáticamente.- esos ¡monstruos!.-

Y aquí vamos de nuevo.

-No sé, dímelo tú que los conoces.-

Abrió los ojos alertado.- Jaden n-no...es lo que crees.- dijo tartamudeando

-Pues entonces dime que es, porque a mi entender tienes una relación bastante estrecha con ellos, especialmente con Dylan.-

-Son, cosas que no entenderías.-

-Los amigos entienden todo, pensé que lo éramos.-

Y ahí sutilmente solté mi carnada.

-Créeme ...-

-¡No!, no se, los amigos no se mienten.- rematé

Vi la expresión de duda en su rostro y la desesperación como si se debatiera entre decirme o no.

-Te contaré, pero prométeme que no le dirás a nadie y me creerás.-

-Soy una tumba.- dije haciendo el gesto de silencio.-Pero aquí no es el momento ni el lugar, ¿que tal si quedamos hoy?, en plan salida de amigos.- su rostro se iluminó.

-¡Si!, perfecto, conozco una cafetería muy chula cerca podemos ir!.- dijo con ese tono chillón de chico trastornado, casi por un segundo fue tan insoportable como escuchar a la rubia de Paloma.

-Bien luego de la escuela, voy a la mansión me cambio y salimos vale?.- dije fingiendo una sonrisa amable.

El rubio de anteojos asintió ilusionado y se fue directamente a clases en cuanto sonó el timbre.

Era perfecto había estado deseando confrontar a Adrien hace días, las dudas y los cabos sueltos sobre que el podía saber más de lo que insinúa me tenían pensando. Comenzaría por el, después de todo el rubio fue quien le advirtió sobre los supuestos "monstruos" que eran los River's, pero sus acciones habían sido contradictorias a lo que decía. Por lo tanto comenzaría dando este paso.

Me dirigí a mi primera clase del día con una semi sonrisa dibujada. En lo poco que se había fija de Adrien parecía ser un friki obsesionado con la atención, así que le daría lo que más quería para obtener información. En mi pecho sentía ese regocijo que me daba controlar las situaciones o manipular a alguien a mi antojo.

Aroma a Glamour y Secretos (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora