Tú eres el eskibidi de mi toiler

La pieza de Peppa

Una mañana como cualquier otra, me encontraba removiendome incomoda en mi pequeña cama, a causa de la incesable alarma con tono de Baby de Justin Beiber, que estaba comenzando a odiar. De mala gana me levanté y recogí mi cabello con el primer clip que ví, bajé las escaleras y me dispuse a desayunar con cierta pereza hasta que Mamá Pig me gritó y tuve que terminar mi potaje de chicharo de un sorbo. Enseguida corrí a ponerme mi pulover de la princesa Sofia y lavé los dientes, cuando iba a mirarme en el espejo cortaron la luz.
“PINGAAA” gritó el vecino cuando se fue la luz. Rápidamente baje la escaleras y mamá pig me dio mi javita cubalce para ir al ipvce. De camino me encontré a Suso Ovejo, el wititi que me parte de toa la vida, evidentemente pase delante de él con confianza haciéndome la dura, pero siempre con la espalda más torcida que la de una "perdu". Al llegar a la escuela corrí hacia mi clase de Matemática, donde también estaba Suso sentando con Yusimi Pececito, nuestros ojos se encontraron por unos segundos, pero los bajé enseguida, intimidada por su feroz mirada. Me senté en mi sitio en cuanto llegó la profesora Jirafa. El turno fue todo un tedio, hicimos una evaluación en la que ponché y orientaron un seminario en el cual Suso sería mi compañero de equipo. Era mi momento de demostrarle que yo era su pieza, sonreí sin disimulo. A la hora del recreo bajé al 00 a fumarme unos cigarros de tienda que le robé a mi abuelo, yo no soy como otras chicas, yo soy oscuridad y puro magnetismo,pero lo escondo para que mis padres piensen que soy una chica "normal", no me importa como me veo y me junto solo con los Yasmani y Yosvanis, los demás me parecen falsos. No siempre fui así, pero el destino me obligó a serlo, nunca olvidaré como se comieron mi pedazo de maní en un receso cualquiera de la primaria. Mi mirada se oscureció y le di una larga calada a mi cigarro, alejando esos pensamientos de mi cabeza.