Un seminario y dos maní molido

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Después de lo sucedido, apenas escuché el último timbre del día salí corriendo del ipvce, tenía que llegar temprano a casa. Al llegar, solté un gran suspiro, estaba toda pegajosa y sudada del calor que hacía. Me metí al baño y cuando me disponía a abrir la llave del agua mi madre habló:
-Ni se te ocurra mi vida, que lo que queda es un tin de agua y no he cocinado aún.-dijo, en su voz podía notar el tremendo empingue que traía, era mejor no llevarle la contraria.
Sin otra opción, me cambié la ropa, esta vez opte por una blusa de My Little Pony y una licra Pink verde fosforescente recién comprada en revolico, decidí maquillarme un poco, así que tomé prestado un creyón morado de los merolicos de mi mamá y me lo coloqué. Para terminar, me baño en colonia Bonabel. Me miré en el espejo y sonreí, ahora si iba a amarrar a la pieza con mi look matador. Lista para demostrar que la brujería no es siempre por la cintura.
Agarré un monedero de ladybug que tenía 2 pesitos cubanos adentro, uno para la guagua y el otro para el aporte a la Patria. Salí de la casa con mi celular en mano escribiéndole a Suso para decirle que ya estaba llegando al parque, cuando de repente me llega un mensaje de Cubacel. “ALERTA. Ha consumido la mayoria de su paquete de Datos. Para una nueva compra marque *133#”. La ira corrompió mi cuerpo a tal punto que dejé escapar un grito alto “PIIIINGAAAAAAAAAAAAAA”. Después de descargar mi enojo seguí caminando con tremendo prende por el caminito que daba a mi lugar de encuentro, lista para formarle el basta a cualquiera. Casualmente cuando llegue al parque, estaba Suso esperándome.
-Mija como te demoraste msh.- Dijo Suso levantando su mano para saludarme.
Cada vez que me decía “mija” mi cuerpo sobresaltaba, eso me prende. Lo mire con confianza haciéndome la dura y reviré mis ojos con una sonrisa en el rostro.
-¿Trajiste los libros chama?.
-Si mija, dale vamos a empezar para terminar rápido porque la pura después se pone intensa.- Asentí con una suave mirada y empezamos a resolver los ejercicios de matemáticas, intercambiamos miradas un par de veces, lo tenia encandilao.
-Mija ven acá, ¿tú estás para tallar con Danny el perro?-Me miro con una expresión seria.
-¿Yo? ¿Con el mono ese? Msh capaz que salgo con la cara cortada. -Dije con una expresión de disgusto. Suso se rió con esa voz intimidante y ese aire sombrío.
-El problema es que el me dijo que cuidado con meterme con su pieza, y como la única chama con la que yo ando eres tú, pensé.-Dijo sorprendido aunque con una sonrisa.
-No le hagas caso, el problema es que le di el bate y parece que le entro pica pica.- Solté una pequeña risa y devolví mis ojos a la libreta donde estábamos resolviendo los ejercicios.
Luego de un rato rompiéndonos la cabeza con Matemáticas, Suso exclamó:
-Ño Peppa, estoy fundido, hace un calor de pinga.
-Hasta que lo dices chama, desde hace rato estoy viendo el merendero, ahí hacen tremendos guarapos. -dije señalando el mismo.
-Mira ve, compra dos guarapos.
Cuando me dio el dinero nuestros dedos se rozaron levemente, algo insignificante para cualquiera, pero yo sentí todo en ese segundo.
Me encaminé al merendero y pedí lo encargado y un maní con un dinero  que mi mamá me echó en la blusa, cuando estaba de regreso vi a Suso rodeado de unas chamaquitas, son mis compañeras de aula, que fastidio, espero no se queden mucho. Metida en mis pensamientos llegué a el lugar, todas me saludaron y enseguida miraron el maní en mis manos, esto me trae malos recuerdos.
- Suso, toma el guarapo.- extendí mi mano a su dirección con un poco de molestia.
-Gracias chama-dijo con una sonrisita y yo se la devolví. De momento, el ambiente que se estaba formando fue interrumpido por Lote Llama, la pidiona del aula.
-Peppa, ¡¿eso es maní?!-
Recuerdos llegaron a mi mente sobre mi trauma, por dentro estaba rezando que su insistencia no perdurara mucho, de pinga.
-¡¡Peppa dame un pedacito!!-Dijo Lote Llama mirando fijamente a la barra de maní. Ño, si la seguía mirando así se me iba a caer. Me negué con la cabeza.
-No Lote, el maní molido está carísimo para estarlo compartiendo.- Puede que suene egoísta, pero era un tema sensible para mi.
-Ño mia, que pesada tú eres, ño.-Dijo Lote friendo huevo.
-Clase tacaña, a ver ahí, a ver ahí.- Dijo Emily Elefante saliendo de atrás de Lote para empezar a repartir el maní sin mi consentimiento, me quedé sin palabras, sentía que no podía respirar y mi corazón parecía querer salirse de mi pecho, hasta que de repente sentí la voz Suso sacarme de ese canal:
-Ño, que clase de pidionas son ustedes, asereee, dejen a la chiquita tranquila,  coño.-Suso las apartó con una mano y se puso delante de mi para que no me quitaran más maní. Cuando Lote Llama y Emily Elefante se fueron Suso me miró directamente a los ojos y me dijo:
-Sígueme Peppa.-Asentí suavemente y lo seguí por donde iba caminando con mis mejillas rosadas y tal vez un poco nerviosa, todavía no podía creer lo que había pasado. Suso me dijo:
-Esperate aquí un momento mija.- Lo vi caminar a un puesto ambulante y seguí tomándo mi guarapo con hielito. Cuando Suso se acercó a mi, mis ojos se desviaron directamente hacia sus manos, una barra de maní molido de 180 y un billete de 20 pesos de vuelto. ¿Acaso esto es amor? Pensé en ese instante.
-Vaya mija, para ti.- Mis manos temblaron un poco, suavemente agarré el maní molido de sus manos y lo partí a la mitad para darle un pedazo.
-Gracias..- Dije anonada.
Caminando de vuelta al parque, Suso decidió romper el silencio que habíamos mantenido durante todo el camino.
-Mija, un piquito aunque sea, no?-. Me miró y sonrió travieso. Sentí que mi corazón se detenía por un momento.
-Asere corta el bonche.-Dije desviando mis ojos de los suyos para evitar tartamudear.
-Msh, quien dijo que yo estaba bonchando.- Suso se puso delante de mi para evitar que siguiera caminando, acercó su rostro al mío y me atrajo hacia el con una mano.

Tú eres el eskibidi de mi toilerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora