El tubazo

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Lo miré fijamente a los ojos, pensando en lo que había dicho, suspiré y tomé valor.
-Msh, esta bien, pero solo uno.- Y antes de que terminara de decir la última palabra, me besó. Algo sorprendida correspondí al beso, dejándome llevar.
Uno, dos, tres y cuatro besos, Suso es un descarado, pero no me quejo. Mi pieza comenzó a acariciarme suave pero firmemente la cintura, gracias a el Dios Fidel yo estaba en una dieta obligatoria de agua, pan de la bodega y potaje de chicharo.
Cuando vine a ver, ya me estaba toqueteando de más , y eso no lo puedo permitir, tengo que demostrarle que la brujería no es siempre por la cintura. Con pesar, le metí un pequeño empujón y me fui corriendo como si mi mamá me hubiera llamado por mi nombre completo.
Ese día me la pasé pensando, acostada en mi cama de Ben 10, escuchando música darks y oscura como mi alma. Incluso me quedé dormida y no desperté hasta el día siguiente.
Viernes, me veía entrando por las puertas del IPVCE con tremendo obstine, cuando lo vi. Era Suso, arrecostado a un pilar. Inmediatamente bajé la mirada y pasé de largo, pero antes de que pudiera alejarme más, el me detuvo.
-Msh, mija no me respondiste los mensajes de ayer, que bola con eso mami.- Me miró con una expresión de decepción.
-Primero que nada, no te respondí porque los comepingas de Etecsa me volvieron a robar los megas, segundo, me parece que te estas pasando un poquito, yo no estoy para descarguitas.- Antes de que Suso pudiera decir una palabra, me di la vuelta hasta llegar a la parte de atrás, donde me estaba esperando una amiga.
-¡Consortaaaa! ¿Donde tú te habías metido? Si mira, íbamos a grabar un ping-pong contigo ahora.- Me miró riéndose y me dio un beso en la mejilla para saludarme.
-Resolviendo unas tallas ahí, tu sabes. Pero dale, saca el teléfono, vamos a hacer el video. -Dije mientras soltaba mi mochila en el piso.
-Ay diooo, tu si eres la mía.- Sacó su celular y le dijo a una chamaquita que nos grabara.
-Ping.
-Pong.
-¿Con?
-Peppa por el cerro, la que te parte- Dije guiñando un ojo a la cámara. Mi amiga continuó haciendo preguntas, hasta que llegó a la última.
-¿Chica o chico que te parte?
Dudé si decir que Suso era el que me mataba, como me prende ese wititillo, es imposible ocultar mi amor por el.
Justo cuando iba a decir que no me gustaba nadie, me interrumpió una voz, el rey de Roma, msh.
-Mia,mia, responde ahí que el que te parte soy yo- dijo con picardía.
En eso, todos los que estaban alrededor, de chismosos escuchando, soltaron un "ÑOOOOOOOOOOO".
Me quedé congelada, como Suso me pudo haber hecho esto. Estaba dispuesta a soltarle unas cuantas pingas pero en eso, sonó el singado timbre.
Enseguida todos fuimos hacia la plaza de las banderas, cantamos el himno, que más que himno parecía un rezo y ahora iban a anunciar una noticia.
-Estudiantes, mañana, como todos los sábados se efectuará un bailable a las 7 de la noche, aquí en la vocacional, están invitados tanto los externos del Ipvce como los del IPI.
Se escucha como todos celebraban, que bendición, esto es lo que necesito para distraerme.
Cuando tocó el último timbre del día me fui corriendo para mi casa. Para mi graaan sorpresa no había corriente. Lo que me tocaba ahora era preparar la pinta para el bonche de mañana.
El día se pasó rapidísimo y cuando menos me di cuenta ya eran la 6 pm del sábado, me había dado un shower rapidín para no oler a grajo, me tenía que secar la cabeza por el derry pero bueno, no había luz así que me hice una cebollita matadora con una cinta blanca en la frente. Me tiré las cuñitas del clásico y unos jeans bien skinny, para rematar la pepillancia, me puse una blusita cortica de TikTok, unas argollonas, una cadenita un poco verde pero bueno, y un azabache porque una pieza como yo vive en boca de las yumisisleydis. Como siempre me bañé en mi buena colonia Bonabel, ahora si, estaba lista para bailar la totaila toda la noche.
Mientras me miraba en el espejo, sentí como alguien gritaba mi nombre desde afuera, enseguida grité de vuelta un "vaaaaaa", bajé y abrí la puerta.
-Chamaaaa, tu estas sorda, hace rato te estoy voceando y tu ni te inmutas.- dijo mi amiga, Zuzu Zebra .
-Es que tenía puesta la intro de Ben 10 y no escuché.
-Bueno, esta bien.- En ese momento, cayó en cuenta de mi oufit.-Ñoooo mija, que clase pinta traes.
-Estaba inspirada hoy, tu pinta también tiene tremendo flow.-dije dando una vueltecita para que me viera mejor.
-Dale, dale, vamonos. ¿Te quieres ir en guagua o a pie?.
-En bicitaxi, chama, soy de clase alta, yo te pago.- Especular un poquito nunca esta de más.
El vehículo arrancó y en menos de 30 minutos ya estábamos en el bailable.
Entré mirando para todas partes cuando vi que mi amiguita se había ido de mi lado. Mientras batallaba para moverme entre las personas que estaban en el lugar, vi a estetuniño, Suso. Obviamente lo ignoré, haciéndome la dura y pasé de largo, bajando la cabeza para que no se me viera ni un pelo, aún así mis intentos fueron en vano, el se me pegó como babosa y dijo:
-Peppa, que bolá contigo mija, conjone, no me digas que me vas a dar el bate ahora.-Me miró con una sonrisa y me guiño un ojo.
No pude evitar sonrojarme un poco, sin decir una palabra seguí caminando, sé que tengo a Suso desesperado pero no puedo evitar sentirme algo avergonzada. Estaba a punto de sentarme en una esquina a esperar que se animara un poco el ambiente para soltar los prohibidos, cuando veo a mi amiga acercarse a mi con dos vasitos de aspecto dudoso.
-Mira lo que conseguí, chama.- Me extendió uno de ellos.
-¿Y eso que es?- Dije mirándola con una ceja levantada tomando el vaso con mi mano.
-Zuko con alcohol de 90. ¡Gasolina puraaa!-Enseguida terminó se dio la vuelta y desapareció entre el tumulto.
No me llamaba la atención, pero tenía sed, así que le di un sorbo a la bebida. En eso, ponen la canción del momento, un himno para todo cubano, el orgullo de nuestra Patria, supe que se iba a descontrolar todo, pusieron "El tubazo".
Pese a toda la seriedad con la que estaba sobrellevando el ambiente, ya que estaba más preocupada por ignorar a Suso que otra cosa, yo no podia ignorar semejante tema, cubano que se respeta se despiripinga nada más con oír el inicio de la canción.
Me paré, solté mi pelo, me di un gran trago de la bebida y me metí entre la multitud lista para arrasar con todo eso ahí.¿Sabes cómo se empieza un buen despelote? Con el popopo matacucaracha.
Mano en la cintura y pa abajo dando toques en el piso con el pie, empezando a coger el ritmo, de repente veo a Susito moviéndose también entre un grupito de los de la fiesta, a pesar de eso ni me inmuté, esta era mi oportunidad para distraerme, además de que el mejunme ese de alcohol de 90 y zuko ya estaba haciendo su efecto. Mientras sigo rompiendo cintura para los lados veo a Suso acercarse suavemente a mi, pegándose poquito a poquito, de repente un alma en la fiesta grita
-¡SUELTATE PRIMIIIII!- Zuzu dijo, parece que borracha ya.
La música volvió a llamar mi atención, la parte del twerking dese, me tire pal piso, ahora si tocaba despripingarse, todo el reparterismo agresivo estuve sintiendo la mirada pesada de Suso, parecía no quitarme los ojos de encima.
Inesperadamente, Suso se acerca y se desacata bailando mientras me sostiene de la cintura, decido seguirle el juego, saco los prohibidos. Todos en el lugar forman un círculo viéndonos y animándonos.
"Tuba tu tu ba tu tu tuba tu tuba"
Comenzaron a parpadear las luces, hasta que se fue la luz. Pero eso no nos importo, ni a nosotros ni a nadie, seguimos dándolo todo hasta que terminó la canción y nos soltamos.
De pronto, otra mano me sorprende y me arrastra a otra parte de la pista. Era Danny el perro, que comenzó a bailar el guachineo y con la mirada me pedía que bailara con el. Un guachineo no se le niega a nadie y tampoco tiene mucho pegoste así que me dispuse a bailar muy sensual.
!Sas! Suso apartó bruscamente la mano de Danny de la mía, me jaló nuevamente cerca de el y empezó a bailarme el guachineo. Es verdad que esta es la pieza que me parte, su baile es irresistible, desprendía seguridad y erotismo. Hechizada, le seguí el ritmo, olvidándome totalmente del abakua ese.

Tú eres el eskibidi de mi toilerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora