¡Porqué eres mi jevo Suso!

55 12 14
                                    

Un incómodo silencio se instaló entre nosotros, ya todo estaba dicho, cuando estaba dispuesta a marcharme a destupir el baño, Suso habló:
-¿Quien dijo que yo estaba hablando de descarguitas?- Abrí mis ojos a más no poder debido a la sorpresa, enseguida sentí mis mejillas encendidas, seguramente rojas ahora. No puedo creerlo, el pan de harina de boniato me estará haciendo efecto o ¿Suso estaba hablando de una relación seria? Me quedé pensando, cuando un grito horrible, de los más desgarradores y detestables que he sentido, me sacó de mi ensueño.
-¡Mami! Peppa se está comiendo a un chiquito en el patio.- Estoy segura de que su grito se sintió de aquí a seis cuadras, clase pena. Era el indeseable de mi hermano menor, chismoso que es.
-¡No le haga caso suegra!- gritó Suso devuelta mirándome con una sonrisa pícara.
-Mijo, déjate de talla.- Avergonzada, bajé la cabeza, ahora mismo los Yasmanis y Yosvanis deben estar cagandose en mi, por mis comportamientos indignos de una darks.
-Pero si yo no dije ninguna mentira, mija, no te hagas, que tu tienes las mismas ganas que yo.- Me guiñó un ojo. Suspiré y lo miré con una expresión neutral.
-Suso...solo quiero que me respondas esto con total sinceridad ¿Qué sientes por mi?- Nerviosa, esperé su respuesta.
-Pensé que ya había quedado claro, pero bueno, no te culpo, al final de cuentas tu concursas por humanidades- Lo miré con una ceja arqueada, dispuesta a meterle un basta, pero decidí ignorar lo que dijo y escuchar su confesión.
-Desde que entraste por primera vez por la puerta del aula, yo no te puedo explicar lo que a mi me entró. Niña, me tuve que contener para no hacerte un striptease con la totaila ahí mismo, tu me prendes de una manera inimaginable, más que el calor de los apagones en horario de verano mija. No es solo con tu física y tu química, también tu anatomía, me tienes loco por ti Peppa.
Bajé la mirada, anonada por lo que me acababa de decir, a la vez, mi corazón se derrite, frito de amor. También para crear intriga, todo no puede ser fácil en esta vida.
Suso se acercó y levantó mi barbilla con delicadeza.
-Entonces mija, ¿puedo ser tu jevo?- Mira yo me erizo, mi corazón explota de alegría.
-Eso ni se pregunta- Lo tomé del cuello y le estampé perro beso, el no se quería quedar atrás, claramente, así que me tomó de la cintura y me pegó contra su bien formado cuerpo, profundizando el beso.
-¡Llegó la luz, corran a bañarse!-Gritó mi madre desde la cocina, interrumpiendonos, mi wititillo y yo nos miramos unos segundos antes de reírnos.
-Asere, que linda está mi jeva-Dijo mi ahora novio agarrándome de la cintura, con tremenda pepillancia.
-Entonces Peppa, espérame hoy en la noche, que te voy a tirar un grito por la ventana y nos vamos a caminar por ahí a escuchar música darks y oscura.- Mordí mi labio y asentí. En ese momento lo supe, lo nuestro no sería como lo de Liduan y Belzebet, duraría toda la vida.

Fin.

(Créditos a pinterest dice Isabela)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Créditos a pinterest dice Isabela)

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 24, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Tú eres el eskibidi de mi toilerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora