♪¿Quieres saber si los seres de otro lugar lejos del planeta tierra existen? Pues estás en el lugar indicado. Ésta raza alienígena te va a encantar ya que es una con la que puedes saber muchas cosas y más por ser inventada.♪
Ésta historia está basad...
¿Cuánto tiempo a pasado ya? Aún no lo recuerdo, pero podría jurar que ya bastante, creo que ya unos años, unos cinco tal vez. Pasó bastante rápido. Después de que Kørīm me dijera cuánto me amaba, cosas así, a lo que nos llevó al final a hacer un pacto de amor eterno, así que ya hemos empezado a vivir aún más grandes aventuras que antes. Me encanta pasar tiempo con él ya que podemos hablar de cualquier cosa sin problema alguno, nos basamos mucho de la comunicación para saber si algo malo pasa y así poder arreglarlo sin problema alguno. Cuando es nuestro aniversario de nacimiento siempre nos hacemos una sorpresa. Mi amigo Oni y su hija nos dijeron que en la Tierra se llaman “Cumpleaños”. Un nombre interesante, la verdad. Nos contaron que en esos aniversarios de nacimiento se hacen fiestas para celebrar que estás un año más con vida. Así que Kørīm y yo copiamos esas tradiciones de los Humanos para hacer lo mismo, pero a nuestra manera. En el planeta X-12 nunca existieron las dichosas fiestas y menos de cumpleaños, así que solo éramos él y yo festejando. Lo que hacíamos era tomar una comida de la Tierra llamado pastel y comerlo entre los dos mientras celebramos su cumpleaños o sino el mío, y así lo hacíamos cada año. Parecía un ritual que solo él y yo compartimos.
En nuestras frecuentes aventuras vamos mucho a la Tierra, ahí hablamos con mi amigo Oni y su hija, cuando hablamos podemos hacerlo libremente ya que la mayor parte de la conversación son risas y felicidad. Kørīm y yo siempre bromeamos con la hija, Hanyo, sobre si ya tiene alguna pareja destinada o no, siempre nos contesta con lo mismo que es de que no tiene tiempo para eso, o que aún no es el momento, cosas como esas. En una de esos otros días nos dijo algo diferente ya que esta vez bromeó sobre que encontraría a su hombre ideal si fuera igual que Kørīm y yo. No entendí muy bien lo que quiso decir al principio, sospeché que hablaba de que le interesaba Kørīm o sino yo, pero era absurdo pensar eso, así que a la conclusión que llegamos yo y él es que hablaba de un hijo de nosotros. Cuando dijo eso no podíamos evitar quedarnos callados y sentir cómo nuestras mejillas se ponían negras mientras ella solo se reía con arrogancia. ¿Un hijo? Nunca hablamos sobre eso Kørīm y yo, sabemos que tenemos tiempo estando juntos, pero ¿Formar una familia es lo que queremos también? Solo sabríamos eso si lo habláramos, pero estamos más centrados en nosotros y en nuestro puesto en el planeta X-12 que no nos dimos el tiempo para platicar sobre ello o al menos no de un futuro ya que estamos concentrados en el presente.
Después de todo eso nos regresamos a nuestro planeta, era más divertido que antes, o al menos para mí ya que mayormente presumía de él con todos los de mi grupo, él solamente les sonreía algo nervioso ya que no se esperaba que yo conociera a todos y menos que le dieran mucha atención de mi parte. Tal vez él no me podía presumir con los de su grupo, y no era un problema para mí realmente, con que me amara me era más que suficiente. Era muy detallista y yo le regresaba el gesto, sabía que así podríamos hacer que nuestro amor durara más. No solo nos dábamos detalles, él era menos vergonzoso así que me tomaba de la mano, me decía frases muy lindas y podíamos jugar todo el tiempo, se acostumbró rápidamente a mí a pesar de que no se creía capaz de salir de su zona de confort, y mira dónde está ahora, claramente no en nuestro planeta ya que no podemos hacer eso sin causarle problemas a él, así que podíamos ser tan cariñosos como quisiéramos en la Tierra, solo él y yo.
Al tener el arete que selló nuestro amor eterno quedamos en un acuerdo, él no se cubría el arete ya que sabía que nadie lo tomaría en cuenta mientras que yo lo cubría con unas hojas azules de nuestro planeta, él se notaba confiado en ello y supe que funcionaría cuando los años pasaron volando y nadie se dió cuenta de eso. Todos en mi grupo sabían que yo estaba con Kørīm y era de esperar que todos estuvieran felices por nosotros ya que pues al no haber restricciones con los Portadores de Luz sabía que lo aceptarían, mayormente mi familia estaba muy feliz y no dejaban de hablar de nosotros y de lo bien que nos veíamos juntos, aún así no pasábamos gran parte de nuestro tiempo juntos por asuntos de la guerra, aún así sabía que él tenía cosas por hacer en la parte de los Guardianes Universales, así que no tenía problema alguno con eso, lo entendía perfectamente. Además, hablé con todos los de mi grupo y les pedí que no les contara esto a nadie, y ellos lo entendieron, más por qué soy su líder así que en cierta parte deben de tomar en cuenta mi palabra y mis órdenes.
Los Portadores de Luz no solo estaban felices por nosotros, sino que también nos hacían muchas preguntas sobre nosotros, así cómo de dónde nos conocimos, cuándo, cómo sabemos que no nos arrepentiremos, para cuando la boda y más aún, cuándo haremos una familia. Después de todo este tiempo seguimos sin tocar el tema, y no era tanto por la vergüenza, sino por los riesgos que conlleva, si teníamos hijos uno se haría cargo de mantenerlos en su casa y el otro los visitaría cuando pudiera, en ese caso yo sería quien los tendría que cuidar ya que si lo hacía Kørīm podría levantar sospechas con los Guardianes Universales, y sabíamos que no queríamos eso.
En uno de nuestros viajes a la Tierra en el mundo Yokai, estábamos debajo del mismo Cerezo que es testigo de nuestro amor, el Yamazakura. Mientras estábamos acostados en la colina contemplando el cielo no podía aguantar las ganas de preguntar lo mismo que los demás, pensé en cómo decirle sin que él sintiera que lo estaba presionando y supongo que él lo notó ya que me miró y me preguntó qué era lo que quería decirle. Lo miré y me quedé en silencio mientras formulaba mi pregunta. Cuando tuve el valor me senté junto al árbol y tomé su mano, lo miré fijamente a los ojos para ver si podía leer mis ojos y saber que lo que le diría era algo importante, al menos para mí. Él lo notó y también se sentó a mi lado tomando mi mano y estando en silencio mientras asentía con la cabeza en señal de que le dijera lo que tenía por decir.
Suspiré un poco mientras no apartaba mi mirada de él, permaneció en silencio y por fin pude decir lo que pensaba decirle. Le dije que sé es algo pronto o sino que es algo arriesgado, pero aún así quería saber lo que opinaba y qué piensa de formar una familia juntos. Él se quedó en silencio un largo momento, no sabía si lo había incomodado o dejado sin palabras. Después pude notar que estuvo pensando durante ese silencio y solamente sonrió, desvió la mirada para contemplar el paisaje que nos rodeaba y aún sin mirarme me respondió que él también tenía tiempo pensando en ello, exactamente antes de hacer nuestro pacto. No sabía cómo responder a eso, yo no había pensado en eso hasta que los demás lo contaron, pero se notaba que él sí estaba preparado para ello, lo dejé continuar. Me miró aún sonriendo y me dijo que siempre había soñado con tener una familia, siempre ha estado solo así que era lo que más quería, no me lo había dicho antes para no sentirme obligada o incómoda con ese pensamiento suyo de tener una familia, pero siempre supo que eso no solo quedaría como un sueño más, sino como una posible realidad. Me quedé callada por un largo momento ya que estaba asimilando todo, se notaba que era un hombre que en verdad pensaba antes de actuar y sabía que hacer. -Elegí al indicado. Era en lo primero que pensé cuando terminó de hablar. Sonreí y me lancé en su brazos, quería llorar, pero no de tristeza, sino de felicidad. Lo abracé rodeándolo por el cuello mientras él me abrazaba por la cintura, lo miré y le dí un beso en la mejilla mientras le decía que no se hubiera preocupado por eso, si me lo hubiera dicho antes no me hubiera molestado, después de todo estoy para él y él para mí. ¿No?.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.