Más Allá de lo Humano

~🌟⭐⭐⭐~ Un gran cambio

⚠️ Advertencia ⚠️
En éste capítulo habrá:
Gore, sangre y agresiones físicas (Obviamente escritas).
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Pasa rápido el tiempo y nosotros lo único que hacemos es empeorar. Sentía que todo iba mejorando, pero creo que no tanto, aún así debo de mantenerme positiva, es lo único que hace que mi cordura se mantenga en pie y así no caiga en la locura.
Ya pasó un año más desde la vez que supimos que los Yokais tenían igualmente nombres como nosotros, han pasado muchas cosas, entre ellas el que seguimos hablando sobre nuestros futuros hijos, cada vez estamos más seguros y ya estamos diciendo cuándo y en donde los tendremos. Ya les tenemos preparado todo, solo falta tenerlos.

Estuvimos de paseo en la Tierra junto con Aki y Kyo, ellos nos enseñaron distintos lugares que no necesariamente son de Yokais. Para poder ver y disfrutar todo tuvimos que hacernos pasar por humanos con un tipo camuflaje que es una habilidad demasiado común con los de nuestra especie. Fue divertido hacer eso, era la primera vez que nos veíamos así y hasta eso que no nos veíamos mal, nos pusimos ropa más normal, tradicional de ahí, y nos arreglamos mejor. Aprovechamos para ir a lugares interesantes e increíbles, me sentía más libre que nunca y más con Kørīm a mi lado. Fue una experiencia muy agradable para mí, y muy intrigante para Kørīm. Él no dejaba de ser reservado a pesar de que ya no era tan introvertido que antes, seguía un poco igual y eso me agradó mucho ya que yo no quiero que cambie en ningún aspecto, lo amo tal y como es.
En nuestro camino por el mundo humano nos contó Aki que el planeta estaba dividido por algunas cosas llamadas tierras las cuales se dividían en continentes y países. Con esta información le pregunté que entonces en qué país estábamos y ella muy sonriente me dijo que en Japón. No sabía si estar feliz o no, realmente no sabía la diferencia entre un lugar y otro acá en la Tierra. No le tomé mucha importancia a esos pequeños detalles y seguí mi camino junto a Kørīm en el gran Tokio, Japón.
Siempre fuimos juntos pero no tomados de la mano ni nada de eso ya que no estábamos acostumbrados a que demás personas nos vieran así, aún así fué muy agradable la experiencia de salir del mundo Yokai y conocer más al país que nos rodeaba.
Era un hermoso lugar lleno de humanos y todos vestían muy bien, tenían unas tradiciones algo iguales a los Yokais con el cambio de que son humanos y de que conmemoran a los Yokais ya que son conocidos como seres y/o espíritus. Cómo si fueran leyendas y hasta piden por ellos y cosas así. Realmente interesante.

Después de unas semanas me encontraba en el planeta tierra viajando. Kørīm no se encontraba conmigo ya que estaba ocupado, claro, está ocupado con todo lo que los Guardianes Universales le exigen, no me molesta, después de todo entiendo que hay ocasiones en las que tiene que obedecer para que no nos descubran.
Mientras viejaba pude notar una sombra a lo lejos, no le dí importancia ya que aquí hay muchos humanos y prefiero no relacionarme con alguno ya que solo vengo a explorar, no a hacer amigos. Después de un rato sin encontrar algo importante regresé a la base de mi planeta. Suspiré un poco al aterrizar ya que realmente estaba algo agotada por todo lo que caminé allá.
Mientras regresaba a mi parte de la estación escuché un ruido proveniente de dónde dejé mi nave, mis orejas se movieron por el sonido y al girar no noté algo raro. Pensé que estaba imaginando cosas así que que traté de tranquilizarme y volví a girarme para ahora sí ir a mi base, en ello presiento algo atrás de mí. Me giro rápidamente y noto un ser extraño, nunca lo había visto por aquí ya que solo vivimos los Nexorians en el planeta X-12. Ví que sonreía y esa sonrisa era siniestra, sus ojos estaban tornados de negro con unas pupilas rojo brillante, tenía el vestuario de un guerrero pero su piel era roja, contaba con patas, orejas y unos cuernos dorados de cabra. Sabía la especie por qué la ví en el planeta Tierra… Espera, ¿él venía de ahí? ¿De la Tierra?.
Levantó una mano y de ahí desprendió un aura oscura y a la vez brillante, era un poder malvado y mantenía un color llamativo como los fuegos artificiales. Me preparé para el impacto poniéndome en mi posición de batalla, no contaba con muchas armas más que la katana que me regaló Kyo, no era gran cosa comparado a la bola brillante que se aproximaba hacía mí, o al menos eso pensé. Reaccioné rápidamente y logré esquivar el ataque, me lancé en el aire con las manos arriba para atacarlo con la katana pero, ¿él ya no estaba…?
...¿A dónde se fué? Hace un momento estaba aquí. Caí al suelo sin lastimar y rápidamente me puse de pie.
Me equivoqué al pensar en ello, parecía ser que él tenía todo planeado ya que apareció atrás de mí y con sus brazos me rodeó las manos atrás de la espalda y me calló encima. No podía respirar, era demasiado pesado y yo parecía un animal al que van a cazar. Tumbada boca abajo mientras el ponía un pie encima de mí espalda y la otra a un lado de mi costado, con sus manos tomaba con fuerza las muñecas de mis brazos… Eso era todo, no tendría salvación, pero no me rendí, soy una guerrera no una cobarde.
Moví mi cuerpo a los lados y con fuerza usaba mis manos para hacerlo caer, de alguna manera lo conseguí ya que usé toda mi fuerza en ello. Me levanté rápidamente mientras él estaba sentado en el suelo por haberse caído, se levantó muy rápido y ví una gran ira en sus pupilas. Lo peor es que yo presentía que el no estaba usando ni un poco de fuerza anteriormente, así que es realmente fuerte. Mi katana había caído a un lado, muy lejos de mí, tuve que improvisar para pelear con las manos. Él simplemente me dedicó una sonrisa burlona y se acercó rápidamente a mí para atacarme. Logré evitar algunos golpes y de milagro había logrado golpearlo. Mientras más tardaba en golpearme, más se enojaba y su ira crecía más.