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Kimball confesó que estábamos saliendo sin saber que mi padre estaba en la sala, después de eso mi padre armó un alboroto, pero al final terminó aceptando nuestro romance.

Ya había pasado 3 semanas desde lo sucedido, Kimball y yo salimos a muchas citas y disfrutamos mucho cada momento.

Carlos no podía creer que estábamos saliendo, pero después de un tiempo tuvo que aceptarlo y empezó a incluirse a nuestras citas.

Hoy íbamos a ir a visitar al padre de Kimball para decirle que estábamos saliendo, a decir verdad estaba muy nerviosa de como reaccionaria, Kimball decía que nos iba a aceptar sin problemas, pero yo no estaba segura. Ahora mismo estábamos en la camioneta de Kimball para dirigirnos hacia el lugar, no estaba muy lejos de donde vivíamos, de hecho quedaba a tan solo 10 minutos de dónde vivíamos, el padre de Kimball vivía en una residencia muy costosa, ya que como era bien sabido es que al señor le gustaba demostrar que tenía mucho, malgastando cada centavo.

Después de aproximadamente 8 minutos ya habíamos llegado a la casa del señor Agra, era muy grande, no era una casa era una mansión tenía mucha seguridad por todo el lugar, despues de algunos minutos en donde pasamos toda la seguridad al fin llegamos a la entrada de la casa.

-Crees que me acepte?- pregunté algo nerviosa.

-Claro que sí, amor- dijo con la voz suave- eres todo lo que yo quería para mí hijo.

Después de esto se lanzo a besarme y apretarme contra él.

Luego de ese momento mimoso, Kimball al fin tocó el timbre, no tardó mucho cuando uno de los empleados abrió la puerta y nos dirigió hacia la cocina, donde se suponía nos esperaba el señor Agra.

Al entrar note la peculiar vestimenta de las sirvientas, me abstuve de decir algo y me dirigi en silencio hacia la cocina. Una vez llegamos ahí estaba el señor Agra hablando MUY amenamente con una empleada, quien tenia su vestimenta desacomodada, nuevamente no dije absolutamente nada y solo mire a Kimball con una ceja levantada, él solo aclaro su garganta.

-Padre, me alegra verte- dijo rápidamente

Su padre se acomodo la corbata y la sirvienta simplemente salió corriendo del lugar. Después de esa para nada agradable primera impresión, nos sentamos para empezar a comer.

Comimos en silencio, después de terminar Kimball se puso a hablar sobre temas de negocios con su padre cuando sintió que era el momento adecuado, me presento como su pareja, el señor se puso completamente serio y estuvo aproximadamente 2 minutos sin hablar, para después empezar a reir y solo decirme:

-Pues bienvenida- para seguir riendo.

No supe cómo interpretar eso y simplemente asentí con un ligero gracias.

Después de lo incómodo que se había tornado el ambiente, el señor nos invitó a pasar a la sala para beber un té. Ahí nos comentó que había adquirido una nueva mansión al otro lado de la ciudad y que sería una pena dejar abandonada su actual vivienda, por lo que sin más dijo que sería fantástico que la vinieramos a vivir, ya que, si bien había pensado en dejársela a su hijo, no quería que esté arruinara su casa, pero como ahora venía incluída yo, le habia dada la confianza suficiente para poder dejársela. Después de terminar su discurso me volteo a ver con una sonrisa para luego preguntarme:

-Aceptas?- con una aparentemente agradable sonrisa.

Yo no supe que decir, simplemente mira a Kimball y él estaba con una muy deslumbrante sonrisa, demostrando que estaba más que encantado con la idea.

-Claro- dije sin más, no pude ignorar la hermosa sonrisa de Kimball.



















:)

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