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Adriana había escogido unos tennis negros y unos color café, para poder probar. Les había preguntado a sus acompañantes si se querían probar alguno quienes rápidamente y de manera le respondieron y rotundo no. Adriana estaba procesando que había pasado, hace solo unos minutos estaban "felices" y ahora estaba con una getota y de mal humor.

-Bien, si no se van a probar ningún zapato porque no van a comprar algo para comer, me muero de hambre- dijo poniendo cara de perrito, tal vez asi los convencía

-NO- respondieron al unisonido

-Bueno, y qué?- respondió Adriana molesta- se van a quedar nomás ahí parados como chile?

Se notaba claramente enojada, ella que culpa se tenía de su mal humor y que no quisiera comprar nadota

-Cielito, no es que no queramos hacer nada, solo que queremos esperarte- dijo Carlos con voz suave, claramente Adriana estaba enojada y a él digamos que le da un poquito de miedo, poquito nomás.

-Sí, así cuando termines aquí podemos ir a comer y después ir a otra tienda- dijo Kimball de la misma manera

-Bien, entonces que se sienten, mientas me pruebo esto- dijo señalando las cajas tenis

                                         ಠ⁠◡⁠ಠ
Pasaron aproximadamente 10 minutos y Adriana ya se encontraba en la caja para pagar los zapatos, literalmente solo se los probó, vio que le quedaran bien y se fue a caja para poder pagarlos.

-Le gustaron?- pregunto el vendedor detrás de la caja, era el mismo vendedor que los estuvo atendiendo.

-Sí, me quedaron perfectos- respondío Adriana con una sonrisa

El vendedor le sonrió de vuelta y Adriana termino de pagar, el vendedor le embolsó las cajas y se lo tendió a Adriana, tocando intencionalmente sus manos.

-Por cualquier cosa que necesites, aquí está mi número- dijo con un guiño bastante descarado,  lo que claramente les encantó a los dos jóvenes, quienes esperaban en la puerta de la tienda.

Adriana solo le sonrió y se apuro rápidamente a salir, cuando salió de la tienda rápidamente Kimball le arrebato el papelito y junto a Carlos notaron que era el número del vendedor.

-No me lo puedo creer- dijo de manera dramática Carlos- QUIÉN CARAJOS SE CREE PARA DARTE SU NÚMERO

-Shhhhh cállate- dijo Adriana irritada- estás gritando mucho.

-Pero es la verdad, quien se cree que es- dijo Kimball molesto

-Bueno ya, no?, paren con su dramatismo- dijo Adriana quitándole importancia y queriendo recuperar el papelito con el número. Algo que claramente no pudo hacer porque antes de que siquiera se acercara Kimball lo rompió y se lo dió a Carlos quien rápidamente lo boto- dios es que no me lo puedo creer, son unos celosos.

Después de eso Adriana se dió la vuelta y caminó (casi corriendo) hacia el área de comida.

                                          ಠ⁠∀⁠ಠ
Después de que alcanzaran a Adriana, comieron y dieron varías vueltas más a la plaza Adriana entro a varias tiendas como Gucci, Louis Vuitton, Prada, Celine, Chanel, Dior y Hermes, unas pocas tiendas más y Adriana por supuesto que estaba más que contenta de haber llevado dos acompañantes porque ella no estaba cargando nada, todo lo cargaban sus lindo acompañantes quienes estaban más que aburridos y cansados.

-Adri, cielito- llamo Carlos con una dulce voz- aún falta mucho? Es que ya no siento mis brazos.

Adriana rápidamente volvió a mirar a Carlos.

-Carlos, bebé- respondió con la misma voz- aún falta muchas tiendas más, porque ni crean que me olvide de su escenita- ahora continuo con una voz mas brusca.

Ambos suspiraron ahora mismo se arrepentían de haber hecho aquello, pero es que era completamente inevitable sus celos les habian ganado.

Después de unos minutos más notaron que Adriana se dirigía hacia la salida, ambos celebraron internamente sin hacer ningún ruido, no querían que Adriana los molestará haciendo que dieran otras 5 vueltas más.

Unos minutos tardo que Adriana llegara hasta los coches y ellos al fin pudieron celebrar de la manera adecuada porque ya se encontraban muy lejos de la entrada de la plaza como para que Adriana los volviera a meter. Adriana solo rio por lo bajo y abrió su maletero.

Carlos y Kimball dejaron las bolsas como alma que lleva el diablo, o sea rápidamente y sin pensarlo. Las bolsas apenas daban, pero Adriana las acomodo bien y después cerró su maletero. Justo cuando lo acaba de hacer, sonó un tono de llamada. Era el teléfono de Carlos quien se alejo para contestar.

Adriana después de ver a su amigo bastante lejos decidió hablar.

-Como que bastante raros tus celos para alguien a quien apenas conoces, no?- dijo Adriana con completa burla.

Kimball rodo sus ojos, seguía un poco celoso de lo sucedido y realmente le jodia que Adriana se lo recordara.

-Bueno y tú cómo que muy coqueta, no?- respondió enojado

-Un poco nomás- dijo acercándose a Kimball- además me sorprende que Carlos no haya dicho nada, supongo que ambos concordaron en algo.

Kimball solo echo su cabeza hacia atrás y agarro a Adriana de la cintura

-Dejemos el tema, okey- dijo acercando sus labios hacia los de Adriana.

Justo cuando estaban por juntarlos, Carlos los interrumpió cuando grito, ellos rápidamente se separaron y lo voltearon a ver.

-¿Qué pasa, bebé?- le pregunto rápidamente Adriana

-Me hablo mi hermanita, llegó papá borracho, de nuevo- dijo suspirando- me tengo que ir, me puedo llevar tu coche?- pregunto mirando a Kimball

-Claro, llévatelo- dijo rápidamente

-Gracias, Adriana te puede alcanzar- dijo rápidamente para subirse al coche- no, bebé?

-Sí, no hay problema, ve con tu hermanita, cualquier cosa me hablas- respondió Adriana para acercarse a darle un beso en la mejilla. Después de eso Carlos arranco el vehículo y se fue a toda velocidad.

-Vamonos- dijo Adriana para subirse de copiloto al coche

-Como en los viejos tiempos, amor- dijo Kimball para subir y arrancar al coche.
















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Dinastía y Poder 👑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora