Dinastía y Poder 👑

07

Después de aceptar la propuesta, el padre de Kimball se mudo rápidamente a su nueva casa.

Kimball también se mudo a la casa de su padre e insistió a Adriana para que hiciera lo mismo, ella realmente quería vivir con su pareja, pero no sabía cómo decírcelo a su padre, él seguramente se volvería loco, ya que, si bien Adriana tenía su apartamento ella pasaba la mayor parte del día en casa con su padre, pero estaba claro que no podía retrasar lo inevitable así que se lo diría hoy, aún estaba planeando como hacerlo, pero de que se lo diría, se lo diría...

Bien ya era de noche y la cena que había preparado para su padre fue un rotundo desastre, él claramente no había aceptado y le dijo que si se iba a vivir con Kimball no regresara nunca más a su casa, si bien habia aceptado su relación no estaba de acuerdo com que se vayan a vivir juntos, Adriana le pregunto muchas veces sobre si hablaba enserio y él le dijo que era completamente enserio, Adriana muy enojada salió de su casa y decidió que era momento de mudarse.

                                          _–—_

Pasaron los días y Adriana ya había pasado la mayoría de sus cosas a su nueva casa. Durante ese tiempo no había hablado con su padre y ella es su muy serio berrinche no pensaba hacerlo, ya que, ella quería que su padre lo hiciera primero y claramente esto quería que viniera con una incluida disculpa.

Adriana estaba decidida a no volver a su casa, así que sin más saco todas sus cosas para llevarlas a su nueva casa.

...

Ya había llegado a su nueva casa, acababa de llegar junto con el camión de mudanza, sin más se adentro a la vivienda, está vez Kimball no había podido acompañarla por lo que por primera vez entro sola a la casa.

Se encargo de especificar donde iban a dejar cada cosa que había traído y después de unas horas al fin habían acabado de ordenar todo, les agradeció a los muchachos de la mudanza y les dió una muy grata propina. Después de que el camión de mudanza se fue ella se puso a ordenar sus cosas en su nuevo armario. Había escogido la segunda habitación principal, si bien tenía la oportunidad de escoger la principal, no lo había escogido, ya que no le parecía agradable quedarse en una habitación en dónde no sabía que tantas cosas había hecho su suegro, así que dijo “no, gracias”.

Luego de que termino de ordenar su ropa, decidió bajar por un aperitivo para poder seguir. Cuando bajo se encontró con una sirvienta quien la barrió con la mirada. Adriana simplemente ignoro la mirada.

-Hola, soy Adriana- dijo amablemente con una sonrisa.

La sirvienta la miro y con una sonrisa muy fingida le devolvió el saludo.

-Hola, soy Camila-

Adriana solo volvió a sonreír para continuar hablando.

-Bien, me podrías traer una bebida natural con hielo y un plato con fruta- dijo para darse la vuelta y empezar a caminar hacia el living- Gracias.- 

Adriana no espero una respuesta y simplemente siguió caminado.

La sirvienta estaba completamente indignada por el trato recibido y justo cuando estaba por llegar escucho como la puerta se abría y entraba un muy guapo Kimball, estaba por saludarlo muy "amablemente" cuando Adriana se lanzo contra él y empezó a besarlo.

-Hola amor- dijo una Adriana muy contenta

-Hola, si me vas a recibir así cada que entré voy a salir más seguido- dijo sujetandola de la cintura.

-Me gusta estar aquí contigo- dijo Adriana pasando sus manos por el cuello de Kimball- ven sientate, nos van a traer fruta- dijo Adriana volteando a ver a la nada contenta sirvieta.

Adriana se dirigió con Kimball al sofá y se sentó en sus piernas.

-Me gusta estar aquí, los dos solos- dijo Adriana empezando a besar el cuello de Kimball- podemos hacer tantas cosas y estrenar cada espacio- continúo mientras empezaba a besar su pecho.

-Amore- contesto un Kimball con voz ronca, para luego empezar a desabotonar su camisa.

Estaba por quitarse la camisa cuando se escucho el sonido de unos platos golpear la mesa del living para unos segundos después escuchar un grito ahogado, así que sin más se separaron rápidamente.

Cuando dirigieron su mirada hacia la mesa, se encontraron a una empleada arrodillada en el piso de mármol, ella estaba sosteniendo su mano la cual estaba con sangre.

Kimball inmediatamente se paró para auxiliarla, tomando su mano y envolviendolo con su camisa. Mientras Adriana veía todo desde el sofá.

-¿Estas bien?- pregunto preocupado Kimball

-Sí, solo es una pequeña cortada- respondió para levantar su vista- oh, KIMBALL- grito para segundos abrazarlo muy cariñosamente.

Adriana solo soltó una risa burlona.

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