chapter eight: unknown

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Desconocido

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Desconocido




















Dimitri despertó en una cama realmente cómoda, la cama estaba impregnada del aroma de nieve y champagne de las feromonas de caesar, el joven Omega hizo el esfuerzo para lograr levantarse, su mano, pierna y cadera estaban vendados, achicó los ojos algo confundido.

La muerte sería mejor en estos momentos.

Pero conociendo a caesar, obviamente no lo dejo morir. Tal vez por... lastima..?

Dimitri intento levantarse de la cama pero el dolor en la pierna y la cadera lo inmovilizaron al instante, se quedó acostado en la cama.

Mirando el techo sin muchas ideas de como salir de quién sabe dónde está, por qué es muy obvio que no está ni en su mansión o la de caesar.

Había una ventana a su costado, miro hacia el orisonte lleno de nieve...un bosque..? Si, tenía que ser un maldito bosque.

Dimitri no es fan de los bosques por muchas razones, una de ellas, es que cuando era un niño de cuatro fue a cazar con su padre biológico y un oso los atacó, lo único que recuperó de su padre fue el anillo de compromiso que este compartía con la bruja que le tocó de madre.

Y la segunda, cuando un grupo de alfas adolescentes lo perseguía para hacer lo que querían con el, Dimitri para ese entonces solo tenía seis años.

Dimitri gruño enojado ante las ocurrencias de caesar de haberlo traído aquí, en medio de un maldito bosque!

Gruño, sus colmillos salieron y sus garras también al sentir la presencia de "su alfa", sus instintos se estaban desbordando por la amenaza que representa caesar, Dimitri y su Omega interno detestan la idea de volver al lado de quien más los lastimó. Ahora solo eran... simples desconocidos.

- veo que despertaste...mi lindo Omega - el alfa sonríe mirando al de piel canela.

- ni se te ocurra decir esa mierda de nuevo! - dijo enojado, el Omega se arrincono en la cama detestando el aroma que la habitación desprendía, olor a nieve y champagne el olor natural de las feromonas de caesar.

- que tienes, antes rogabas para que dijera eso...- el alfa se sentó a la orilla de la cama y poso su mano en la pierna izquierda del Omega y comenzó a masajear la tierna y suave pierna del Omega, tan jugosa...

- yo ya no soy el de antes....- tenía un leve sonrojo en sus mejillas, no por la atracción o los toques a su cuerpo, estaba así por culpa del olor fuerte de caesar. Lo estaba intentando seducir.- tus truquete baratos no sirven más... caesar...- dijo con el ceño fruncido con aires alzados.

Un Omega - caesar x Dimitri Donde viven las historias. Descúbrelo ahora