DOS

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Un suspiro salió de sus labios, era su última clase antes del proyecto final en donde entregarían los nombres de las parejas, Jinsoul estaba sumamente nerviosa.

- Tranquila, Soullie - Murmuró su mejor amiga,
Chaewon, tratando de tranquilizarla

La chica la había dejado sumamente nerviosa por los comentarios, Jungeun era una de las chicas más hermosas de la universidad, sin nombrar de lo deseada que era.

Su atención se centró en la profesora cuando nombró su apellido.

- Jeong Jinsoul, tu compañera será Jungeun - El salón se llenó de pequeños murmullos, cosa que a la nombrada le molestó - Tercer año de modelaje, hoy vendrá a las cinco y treinta, en la sala seis -

Asintió nerviosa, sería un largo día.

   ...

Eran las cuatro y treinta y Jinsoul se encontraba en la sala seis, una pequeña sala de paredes beige y de piso de madera, con un ventanal en el cual se colaban rayos de sol.
Dejó su atril y materiales en una esquina, las pinturas estaban desparramadas al igual que los pinceles, era un caos.

Chasqueó su lengua al ver el desorden, quería dar una buena impresión. Acomodó su polera blanca, no tan blanca por las manchas de pinturas, y su típico short negro rasgado. No tenía mucha imaginación para vestirse.

- Permiso - Una suave voz se escuchó por el lugar, era cálida y suave, Jinsoul se giró y se topó con una muchacha delgada y de tez blanca porcelana, ojos cafés y cuerpo esculpido. Un escalofrío recorrió su cuerpo; era hermosa. Su cabello estaba suelto a un lado, era castaño al igual que sus ojos; cálidos e intensos.

- Soy Jinsoul - murmuró - ¿Eres Jungeun? - Preguntó con nerviosismo

Su mirada se sentía como un cuchillo atravesando su piel; quemaba.

- Sí, soy Jungeun, un gusto, Jinsoul - Sonrió y entró

Sus pasos resonaban por el lugar, haciendo eco.
Había un pequeño taburete y una tela con la cual debían jugar y crear una de sus mejores obras para el proyecto final.

- Siéntate - Ordenó Jinsoul y Jungeun asintió

Tomó asiento en el pequeño taburete en silencio.

- ¿Qué tengo que hacer? - Preguntó mirándola - Estoy a tu merced

Las palabras se clavaron en Jinsoul, estaba a su merced; era su musa. Tragó en seco y limpió el sudor de sus manos en su short, estaba sumamente nerviosa.

- Sácate la ropa - Sus ojos hicieron contacto visual, traspasando su corazón el cual latía frenéticamente
- Y colócate esa tela -

Debía retratar a Jungeun desnuda tapándose con una tela, estaba nerviosa de verla, sin tapujos, vería su alma.

- Está bien - Respondió mientras se paraba del taburete

Vestía una polera de tirantes negra, la cual le favorecía a su figura, unos jeans estilo baggy y converse. A pesar de la sencilla vestimenta, se veía preciosa ante los ojos de Jinsoul.

Su figura resaltaba entre el monótono beige de la habitación, sus lunares formaban figuras, era una obra de arte. Los ojos de Jinsoul no se podían despegar de ella.

- ¿Pasó algo? - Preguntó con una sonrisa

Sabía lo que provocaba en Jinsoul.

- No, nada - Respondió corriendo la mirada hacia el lienzo en blanco como la piel de Jungeun

Quería sentirla, tocarla, poseerla, pero sólo podía observarla.

Paint Me - LipsoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora